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Limbo Starr: 15 años en el vientre del firmamento
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Limbo Starr: 15 años en el vientre del firmamento

limbo starr reportaje quince aniversario

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Playlist para acompañar la lectura del artículo.

Han llovido 15 años ya desde que viera la luz «Actos Inexplicables» de Nacho Vegas, primera e imprescindible referencia de Limbo Starr con la que se alumbran dos nacimientos indispensables que a día de hoy permanecen intactos en espíritu y en calidad y que han crecido en cantidad pasito a pasito. Anteponiendo el romanticismo al racionalismo y en plena eclosión de la música independiente española es a finales de los noventa cuando David López, junto a su compañera Carmen S. Ulla, y en un principio también Fernando Alfaro e Isabel León, ponen en movimiento el sello independiente Limbo Starr capitaneado por López, cuya experiencia previa en RCA se evidenciaría con los años en una forma de trabajar al margen de la industria que conseguiría resultados inmejorables con referencias absolutamente rompedoras. La estrella polvorienta Limbo Starr (tal como se cita en ‘El Vientre del Firmamento’ de Chucho) ha sobrevolado a estas alturas del viaje crisis económicas y separaciones dolorosas pero a pesar de toda la parte complicada que puede existir en el complejo mundo de lidiar con arte (que es al fin y al cabo como manejar dinamita) siempre ha perdurado en ellos una pasión y un entusiasmo por hacer las cosas que les ha llevado a reinventarse constantemente a fuerza de ir sumando referencias y trabajando hasta el último detalle con la honestidad con la que desde luego deberían de trabajar todos los sellos independientes. David y Carmen más que pasar por el Limbo viven literalmente dentro de él. Pero que nadie se asuste, el Limbo no es el sitio extraño que uno se imagina, es más bien un hogar confortable y acogedor que revela mucho de sus habitantes y de su compromiso por hacer de este mundo a base de buena música un sitio mejor. Y desde sus entrañas contamos esta historia.

Esta vida pide otra

Es viernes 22 de enero del 2015, son las 11 de la mañana y estamos ante la sede del Limbo, que no ha resultado ser precisamente el edificio Capitol, sino más bien un confortable espacio alejado de la distorsión sónica de la ciudad. Nos recibe David López y nos atiende con la amabilidad del perfecto anfitrión y otorgándonos el trato de «compañeros» desde el principio. Detalle curioso, ya que habitualmente entrevistamos a músicos y ninguno de ellos se había dirigido nunca de esta forma hacia nosotros. Con él traspasamos las puertas del Limbo y ascendemos hacia una preciosa boardilla repleta de pasado y de presente: vinilos, guitarras, fotos, una barra, un buen equipo de música y unas vistas inspiradoras. Sin duda el mejor lugar para proyectar un único plan para conquistar el mundo. Charlamos brevemente sobre prejuicios punk y nos advierte que para él, «Never Mind the Bollocks» es un disco de pop redondo. «Tenía la influencia rock o punk-rock, pero en realidad es un disco de canciones pop muy bien estructuradas y muy bien grabadas«.

Es bueno saber de dónde se viene para tener mucho más claro a donde se va. Limbo Starr cumple 15 años y ellos, que no son muy dados a celebraciones más allá de un concierto rodeado de amigos, lo llevan con naturalidad y lucidez. Pero antes del Limbo, si de alguna manera echamos la vista atrás y miramos lo que fue y lo que ha sido la escena independiente española, siempre encontramos a David de alguna forma. Incluso antes de que supiéramos quién era David López él ya estaba allí, abriendo camino. “Si estoy en esto es porque yo flipo con la música y eso me llevó a entrar en una compañía de discos sin saber realmente lo que era y decir joder, pues esto es lo que me apetece hacer. Siempre me guió la honestidad y pensar que la música y el artista son sagrados, por eso intenté que la gente que consideraba que tenía talento pudiera desarrollar una carrera”. En 1993 y casi sin perseguirlo su entusiasmo musical le lleva a formar parte de la compañía discográfica RCA, una oportunidad única para intentar cambiar el sistema desde dentro y que, al margen de opiniones, no creemos ni que se desaprovechara ni que se perdiera del todo. «Mi premisa en ese momento, por poner un ejemplo, es que mi vecina pudiese escuchar música mejor en vez de tragarse lo que te vendían las radios comerciales, esa música que te llega, digamos, sin tú querer«, afirma David.

En aquellos años su contacto más directo con la música era tocar con los Kebrantas, banda que se adelantó unos cuantos años a lo que vendría después y que le permitió ver las cosas dentro de la industria desde el otro lado de la trinchera. «La mejor definición de grupo de rock que he escuchado fue a Fernando Alfaro: “cuatro amigos y un tambor”. Ese era el espíritu de los Kebrantas«. Y como no podía ser de otra manera, su conexión musical está muy arraigada a la infancia, al minuto cero. “Recuerdo levantarme y que en mi casa siempre estuviera sonando Elvis Presley”. Pero no solo de rock vive el hombre. “Me marcaron muchísimo Los Payasos de la Tele. Lo pase muy mal cuando murió Fofó, tenía unos cuatro años y no lo podía entender. Esas canciones eran muy buenas y el claro ejemplo es que los niños las siguen cantando”. También se emociona al recordar los discos de los Beatlescomo una obra redonda, como una especie de monumento. Un álbum en sí mismo te contaba una historia, no necesariamente lírica, pero era como un viaje y requería una escucha activa, no que sonara de fondo”.

Ya dentro de las entrañas de la multinacional RCA y una vez nombrado A&R de la compañía, comienza a desarrollar nuevas estrategias para potenciar el desarrollo de artistas, introduciendo en España los contratos a tres bandas, una especie de alianza entre compañía independiente y multinacional y una colaboración que de alguna manera creaba un tejido de sellos independientes y ayudaba a dar salida a más proyectos artísticos. «Intentamos perfeccionar una fórmula de por sí complicada, porque la historia dice que cuando hay tres partes siempre se dan casos de vacíos de responsabilidades y distintos grados de compromiso. Pero se trataba de intentar ayudar en la medida de lo posible y con las herramientas que tenías a tu alcance a que la gente que tenía talento pudiera desarrollarlo en las mejores condiciones posibles. Buscaba la forma de colaborar con los sellos pequeños para que pudieran seguir trabajando y que de algún modo también pudieran ser proveedores de artistas«. Recuerdo allá por el 98 tener discos como «Quien Puede Matar a un Niño» de Penélope Trip, «El Escarabajo Más Grande de Europa» de El Niño Gusano o «Una Semana en el Motor de un Autobús» de Los Planetas, ponerlos en común y observar el renovado logotipo del sello, que ya no me remitía a anteriores y casposas referencias. Para mí estas obras, entre otras, formaron un catálogo muy decisivo en su momento y el mejor legado que se la ha podido dejar a RCA. Los discos, esas colecciones de canciones bellísimas y maravillosas continúan intactas a día de hoy aunque fueran en ocasiones partos dolorosos los que precedieran a la creación, tal como se desveló hace unos años en el magnífico libro de Nando Cruz acerca de la historia y difícil gestación del imprescindible «Una Semana en el Motor de un Autobús». “¿Sabes lo que no se ha dicho sobre aquello en el libro? Lo bien que nos lo pasábamos y lo divertido que fue, aun siendo conscientes de que era algo muy importante para todos. El poder hacer aquello con esos medios, ir a un estudio como Red Led, que las salas estuvieran llenas… eso es lo más grande. Ha ocupado muchas líneas toda esa supuesta controversia, que fue fruto del compromiso de las partes por hacer su trabajo, pero no lo divertido que fueron esos años, o los de El Niño Gusano”, afirma el propio David, testigo en primera persona de aquello.

Lo cierto es que aquel momento desde fuera no se vivió en absoluto como ahora se cuenta en los libros. Tampoco existían según qué términos ni etiquetas, todo eso llegó después. En cualquier caso da la impresión de que al final prevalece mucho más el desencanto que los buenos, únicos e irrepetibles momentos. Y supongo que por el camino se ganó una experiencia que se evidenció en todo lo que vendría después, un necesario equilibro entre artista y compañía siempre y cuando existiera un 100% de independencia por las dos partes. Antes de aquella etapa había que salir de la multinacional sin morir en el intento, algo que también le ocurrió a David personalmente. “Ver el negocio desde dentro fue un shock. Estuve muchos años pero llegó un momento en que dije “o mi salud o yo, o la música o el negocio”, porque al final me daba la impresión de que iba a terminar odiando la música y eso es lo que no quería. No podía con todo ese mamoneo de oficina, esas reuniones tan largas… No es un mundo muy sano si no eres alguien a quien le gusta la oficina, los números, la contabilidad. Si te gusta la música a veces puede ser justo lo antagónico”. Pero desde luego no todo fue negativo en su salida. “También me dio a conocer los mecanismos para luego desde casa poder poner en marcha esto”.

Nuevos planes, idénticas estrategias

La estrella del Limbo ya estaba allí antes incluso que nuestros protagonistas. De hecho, tal como citamos en las primeras líneas, en sus inicios serían Fernando Alfaro e Isabel León junto a Carmen S. Ulla y David quienes darían forma al sello. Caigo en la cuenta ahora de que el primer contacto que tuve con él fue principalmente visual. Recuerdo hacerme con «El Infierno B», disco de rarezas de Surfin’ Bichos, y observar en la contraportada el visceral logo en su primera versión del Limbo junto al de RCA. “Fernando quería sacar todas esas caras B que tenía de Surfin’ Bichos y yo le ayudé haciendo de enlace con ese mundo empresarial”, afirma David. Echando la vista atrás me resulta muy significativo que en un principio el logotipo lo ilustraba un feto y que a partir de lo que se puede considerar el minuto cero, ya con David y Carmen solos al frente, desaparece el feto y se queda sola la preciosa tipografía, como anunciando “Hola, estamos aquí, acabamos de nacer”. “El feto en el logo venía de ese mundo estético que a Fernando le atrae tanto: el infierno, la sangre, las vísceras… Tenían el nombre registrado y con una tipografía que estaba de moda en los 70 y 80, la misma que utilizaba una discoteca enfrente de la casa de Fernando. La idea que proyectaba nos encantaba pero lo del feto y lo del “lanzamiento de sangre” a nosotros nos resultaba un poco ajeno, así que lo dejamos en lo esencial”, recuerda David.

Comenzar con un primer paso al frente tan valiente y arriesgado en aquel contexto como fue «Actos Inexplicables» de Nacho Vegas era una forma de romper con lo establecido. A todos nos pilló desprevenidos y nos descolocó aquella primera referencia, por supuesto para bien. “Con Nacho yo ya venía hablando desde la compañía en la que estaba y si hubiera seguido allí habríamos editado su primer disco”. Cierto es que a día de hoy a Nacho Vegas le tenemos absolutamente presente en medios y festivales, que está totalmente asumido y es incluso venerado en Latinoamérica, pero en aquel frío fin de siglo adivinar el potencial de algo tan opaco como debieron ser sus primeras demos no tuvo que ser tarea fácil. Cuestionado por cómo se descubre el potencial de un artista David afirma que “yo no tengo ni puta idea de lo que puede vender, yo lo único que puedo saber es lo que me mola. Pensamos que si a nosotros nos flipaba a alguien más le podía flipar y ese es el espíritu que tenemos aún a día de hoy”.

Con él se consigue renovar la figura del cantautor, tan cercana en aquel momento a artistas como Sabina, acercándola más al modelo songwriter americano pero siempre desde un punto de vista, se podría decir, asturiano más que español, comenzando por unas canciones donde el norte, el frío y Gijón se cuelan por cada rendija y rematando con una preciosa estética en la portada y fotos de promo. Todo ese primer mundo de Nacho y esos “Actos Inexplicables” los supo capturar de manera brillante Carmen en el que fue su primer trabajo, como ella misma nos cuenta. “David tenía la maqueta de Nacho con cuatro temas y la ponía en el coche y siempre decía “es que este tío tiene mucho talento”. Yo lo escuchaba y me parecía muy opaco, muy oscuro… y de repente un día lo estaba escuchando, me hizo “crack” y me empecé a meter en todo lo que transmitía. Me inspiró mucho”. Primer plano con media sonrisa que ya nunca más veremos en futuros diseños, créditos en portada sobre un fondo blanco que advierte pureza… “Nacho quería que la portada del disco se la diseñara Javier Aramburu y cuando se vio ahí se sintió demasiado expuesto y tardó varios días en aceptarlo”, continúa Carmen. Valiente y decisivo como también lo era el contenido, todo un acto de justicia poética. David, por su parte, recuerda que “hasta ese momento había caras reconocibles dentro de los grupos pero no había artistas que salieran adelante con su nombre y su apellido real y su cara en la portada del disco”.

nacho vegas limbo
Nacho Vegas

Tanto las fotos como las ilustraciones de todo lo que vendrá después están conectadas entre sí de alguna manera, muy reconocibles entre ellas, muy Limbo, ya sea por la labor de Carmen en algunos trabajos o por ese sello identificador que deciden poner con orgullo en portada. «Yo no me considero una profesional de esto, empecé con Nacho porque, no sé… ¿sabes esas personas que de alguna manera te inspiran a hacer algo a través de su obra y su música?» afirma Carmen. Ahí quedan para el recuerdo los diseños y fotografías de «Cajas de Música Difíciles de Parar» (donde aparece ella misma reflejada en el espejo mientras toma la foto), o la instantánea casual que envuelve «Seis Canciones Desde el Norte» y que tomó en unas vacaciones en Asturias. O yéndonos más hacia delante, la belleza pop-art que ilustra el magnífico «Heavenly» de Half Foot Outside, con algo tan limbo y cotidiano como la propia madre de Carmen en portada y que hasta tenemos el placer de conocer. Esta labor realizada con cariño y sin ningún tipo de pretenciosidad se verá reconocida públicamente a través del primer Premio UFI al mejor diseño gráfico por su trabajo para «El Manifiesto Desastre». «Recuerdo que me llamaron para comunicarme que estaba nominada y lo primero que pensé fue que cómo era posible. Después me comentaban los nombres de entre los que habían seleccionado, ahora mismo no me viene a la memoria quien estaba, pero espero que no estuviera Aramburu«. Y sí que lo estaba. Tímida, carente de ego, embarazada y sin la compañía de David, que se encontraba trabajando en el extinto festival Faraday, fue a recoger un galardón que, para hacerlo más surrealista, le entregó el cómico Joaquín Reyes.

A la par que el primer disco de Nacho, Limbo lanza también otra maravilla, «Bidimensional» de Maga, el primer EP de una banda que desde el principio entregó unas composiciones con una sensibilidad, un mundo aparte y un gusto que las hacían únicas. Este mini-álbum será seguido por el ya clasicazo álbum «Blanco». “Lo que nos movió para empezar con Maga fue lo mismo que con Nacho, pensábamos que eso molaba mucho y que merecía la pena que fuera escuchado. Tanto el grupo como las maquetas previas a “Bidimensional” nos llegaron gracias a Paco Loco, con quien yo estaba muy en contacto en la época”, nos cuenta David, mientras que Carmen afirma que, “Maga cuando los conocimos se llamaban Supertube y cantaban en inglés, y aunque tenían ya algunos temas en castellano, fuimos nosotros quienes les sugerimos que se pasaran al castellano definitivamente y aprovecharan para cambiarse de nombre y comenzar de cero. De hecho, siempre que hemos trabajado con algún grupo que cantaba en inglés les hemos sugerido lo mismo”. Y éste es otro de los puntos atractivos del catálogo, su habitual apuesta por el castellano salvo en raras ocasiones, donde el poder musical y unas melodías redondas disculpan utilizar la lengua del imperio. Para Carmen, “si realmente te quieres expresar de una manera sincera, tiene más sentido que lo hagas en el idioma que más utilizas en tu día a día”. Fueron desde luego en la lengua de Cervantes, alta y clara, sus dos primeras, significativas y rompedoras ediciones. “Hablamos con las bandas y les pareció estupendo empezar con nosotros y aquellas se convirtieron en las primeras referencias del sello”. Pero alguna duda hubo que sortear todavía. «Nacho estaba entre sacarlo con Acuarela o con nosotros. Para él fue una apuesta por nosotros y un acto de fe y de confianza que le agradeceremos siempre”, recuerda David.

Haciendo balance de aquel lejano 2001, año de la odisea espacial y que algo de ciencia ficción tuvo, encontramos «Actos Inexplicables» en lo más alto de las caprichosas cumbres de las listas, llegando a ocupar un merecidísimo número 1 en la más caprichosa de todas, la de Rockdelux. Con el viento a favor pero con la precaución propia de la experiencia, en 2002 saldrá a la venta el álbum «Blanco» de Maga, quienes ya habían tenido una enorme repercusión con su EP de debut. Pero quizás el paso más arriesgado fue el del siguiente disco de Nacho, que ya se estaba fraguando y que vería la luz finalmente en 2003. Éste sería doble y en todos los sentidos, tanto en cantidad como en emoción. Se podría decir que «Cajas de Música Difíciles de Parar” es un álbum casi pornográfico. Carmen recuerda que “lo primero que nos dijo Nacho, que tiene su sentido del humor, es que quería hacer un disco doble y… en asturiano”, a lo que David añade que “cuando existe ese riesgo es cuando las cosas merecen la pena. Si no se convierte en algo mecánico. Lo único que le dijimos es que si lo quería hacer doble lo hiciera, pero que el repertorio justificara el porqué”. Aquello sonaba arriesgado porque “también fue la primera vez que Nacho montó una banda y era la antítesis de una banda de músicos profesionales”. El nombre de aquella fue Las Esferas Invisibles, nacidas en el mayor de los desastres, tal como los presentaba Nacho en aquellos conciertos donde uno tenía la impresión de que podía pasar cualquier cosa. “Nacho luego se profesionalizó pero esa sensación de peligro que había ahí te hacía sentir las cosas de una manera más intensa” recuerda David. Se hace difícil imaginar ahora como se afrontó en aquel momento tan épica tarea y qué fulgor iluminó aquellas composiciones que a día de hoy siguen sonando intactas y sangrantes, tal vez porque fueron capturadas así, sin darle muchas vueltas. “Tampoco teníamos mucha pasta para grabarlo. Fuimos todos para El Puerto, se encerraron allí e hicieron un trabajo increíble grabando todas las canciones en directo en un par de semanas”.

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Maga

Canciones que afectan al equilibrio

Será más o menos sobre el 2004 cuando el sello comienza a ampliar el catálogo de artistas, eso sí, despacito y con buena letra. A esas alturas Limbo son ya definitivamente David y Carmen, un poco para todo y trabajando concienzudamente en la más absoluta independencia. Con Fernando e Isabel León ya dedicados exclusivamente a su vida, trabajos, obligaciones y psicodelia, será precisamente el primer álbum de ella como IS el siguiente paso. Para los fans de Surfin’ Bichos o Chucho, bandas donde militó puntualmente Isabel, el hecho de que este disco se materializara fue toda una fantasía realizada, pero lo cierto es que, aparte del romanticismo, el resultado quedó muy por encima de las posibilidades. Aunque no es un trabajo que se haya entendido muy bien son 17 canciones, firmadas por Isabel y Fernando, que desprenden un encanto pop precioso en contrapunto a la agresividad y la parte más visceral del propio Alfaro, que se encargó también de producir el disco. “Nosotros queríamos que hubiera salido un disco más corto y conciso pero Isabel quiso meter todas las canciones que tenía”, recuerda Carmen. Para David, “a veces el ser más concreto ayuda a que penetre mejor la idea”. También afirma creer que “su voz ahí es un poco precedente a esa voz femenina pop que vino después. Tenía mucho potencial y al que le ha gustado ese disco le ha gustado mucho”. No se extendería el proyecto a los escenarios, algo que puestos a seguir fantaseando hubiera estado genial. “De todas maneras ella quería sacar ese disco pero tampoco podía lanzarse a la carretera ni tenía esa intención de ser un músico profesional, tenía su trabajo, las dos niñas pequeñas…” afirma Carmen como sintiéndose un tanto identificada. Un año antes debutaría también en el sello Clovis, el dúo formado por Fino Oyonarte (bajista de Los Enemigos y productor de álbumes emblemáticos como «Super 8” de Los Planetas o “Hipnosis” de Lagartija Nick), junto a Cristina Plaza en las voces. Como primera y última referencia para el Limbo entregaron un EP de cuatro canciones donde ‘1975’, cantada en un gran atino en castellano, brilla y sobresale del resto del repertorio.

Observando con la perspectiva que te da el tiempo no deja de resultar curioso que los siguientes artistas que entran a formar parte de la compañía, PAL y Remate respectivamente, no tuvieran en su momento el impacto que habían tenido las primeras referencias. “Estéticamente igual no tenían nada que ver con lo anterior que habíamos editado pero sí creo que mantenían el mismo espíritu” defiende David. Sin embargo, echando un vistazo al panorama que vino después, cada artista se estaba adelantando en su terreno al futuro. En la actualidad el término kraut está estandarizado entre muchísimas propuestas, pero cuando PAL lanza su «Canciones que Afectan al Equilibrio» por aquí no estábamos en esas. “Ellos eran super fans del kraut y este rollo y en aquel momento salvo los Schwarz, que eran unos fenómenos, o de manera aproximada Manta Ray, no había muchos grupos sonando así, y luego sí que vinieron un montón de bandas haciendo algo parecido”. Hoy por hoy PAL sigue siendo un grupo al que reivindicar o redescubrir, de hecho me da la impresión de que en la actualidad se podría entender mucho mejor su propuesta. Sin duda David los recuerda con cariño: «PAL eran cuatro colegas de instituto y cuando tienes esa energía que no se puede comprar ni vender… eso es lo más grande. Me pareció flipante que hubieran conseguido esa atmósfera y ese rollo de grupos como Spacemen 3 o Spiritualized”. En mi opinión esas atmósferas se consiguen precisamente cuando uno asume su propia tradición. Sirva como ejemplo la declaración de Fran Nixon acerca de El Niño Gusano para el imprescindible libro «Pequeño Circo»: “Fueron los únicos que dieron respuesta correcta a la pregunta ¿si los Beatles hubieran nacido en mi pueblo cómo serían?”. Trasladando esta reflexión al mundo de PAL la pregunta correcta seria ¿si los Spiritualized hubieran nacido en un pueblo de la meseta cómo serían? David afirma que «cuando los conocías, cuando conocías su historia y los veías ensayando en su pueblo flipados con el rollo «Ladies and gentlemen we are floating in space”, con los metales, las cuerdas… y de repente ellos querían meter también metales y se llevaban al de la banda del pueblo al estudio a tomar unos botellines… era increíble«. Tan decadentes como adelantados a su tiempo, PAL ya estaban tomando posiciones en joyas perdidas como ‘Punk TV’ y su reivindicativo mensaje. “Hubo un momento en la música en la que casi se pedía a los músicos que se posicionaran políticamente, y con mucha naturalidad y antes de que llegara esta degeneración política ellos hicieron esta maravilla que no se les ha reconocido”, recuerda David.

pal limbo starr reportaje
PAL

Posteriormente a la incorporación de PAL al universo Limbo llega también Remate, e incluso se podría decir que ellos mismos tienen algo que ver con su fichaje. Barba, folk, canciones en inglés… “Remate creo que también fue capaz de crear ese universo propio, muy diferente al de Nacho, pero que merecía la pena. Tampoco quiero decir que fuera un precedente rompedor, pero sí que es verdad que luego la imagen del songwriter friki con barba se puso un poco de moda”, cuenta David. Puede que el uso del inglés entorpeciera un poco una propuesta que en calidad musical estaba muy por encima de la media, tal como se evidenciaría en sus últimos discos, ya fuera del sello. “Teníamos esperanza en que saliera ese mundo pero en castellano”. Debe dar un poco de rabia cuando el artista no termina de ver el detalle esencial que se le sugiere y luego con el tiempo, y ya por otras vías, lo hace y consigue lo que le estaba faltando, más personalidad. “A veces prefiero disfrutar alguna música desde la distancia que sufrirla en primera persona” apunta David.

El resultado de que un artista pero también una compañía hagan bien su trabajo no debería traducirse en números sino en criterio, en calidad musical, y sobre todo debe quedar plasmado en los discos. Citando a Julio Iglesias, «las obras quedan los hombres se van». “Una Semana en el Motor de un Autobús”, por poner un ejemplo, no hubiera sido el gran álbum que es sin ‘Segundo Premio’ y esta canción no hubiera existido si David no hubiera exigido más a J de lo que presentaba en unas precarias maquetas. Algo similar ocurriría también con el tercer y complicado disco de PAL. Pasar por momentos de tensión en beneficio de la obra es algo que raramente se suele reconocer con el tiempo. “Es difícil que alguien diga algo bueno de un mentor, esas cosas se van diluyendo. De todas maneras, yo lo único que hago es mi trabajo, porque si no sería solo una fábrica de discos, metes por aquí el master y sale por allí el disco. Lo que sí me he llevado es todos los sinsabores de decirle a alguien que lo que está haciendo crees que no mola o que se le ven las costuras. Yo también estoy encantado de que me digas “oye David, ¿esto por qué no lo hacemos de otra manera?”, porque ahí es donde aprendo. Pero bueno, al final con estas cosas lo que gana es la obra y eso es lo que perdura, porque los egos se van diluyendo”.

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Llegamos así a otra de las cumbres del Limbo, «Heavenly» de Half Foot Outside, que después de superar su etapa más hardcore renacen y editan desde el sello su mejor álbum, una colección de canciones que, tal como dice David, parece reunir una serie de hits de los noventa que nunca lo fueron. “Tienen supertemazos, muy powerpop y mejorando la fórmula. Y lo mejor es la energía que tenían”. Una energía que fue tan intensa mientras duró que se llevó al grupo por delante, algo que debió resultar frustrante tras un discazo así y unos conciertos vibrantes que tendrían como confirmación, celebración y separación el escenario del Primavera Sound. “Me frustró mogollón que se separaran. Me lo quise tomar con filosofía, pero toda la vida queriendo conseguir lo que conseguimos en poco tiempo con ese disco…: que tuviera una repercusión y un reconocimiento en los medios, que nos contrataran, llevaran a escenarios… y a tomar por culo”, recuerda David con cierto amargor pero con un deje de cariño. De la pérdida el sello gana el talentazo de Brian Hunt, miembro de Half Foot Outside con una carrera demasiado intermitente hasta hoy y en la que en mi opinión todavía no ha dado ni la mitad de lo que podría dar alguien así. Por otra parte hubiera sido muy bonito al menos otro álbum de Half Foot Outside, quizás incluso en castellano, quién sabe. “Con filosofía y habiendo tenido un grupo sabes que lo lógico es que las bandas se separen. Lo raro realmente es que cuatro tíos que podrían estar haciendo cualquier otra cosa se junten y sean capaces de crear algo”, apunta David al respecto.

Si adivinar el potencial de Nacho Vegas ya fue de por sí una tarea quijotesca que el tiempo y solo el tiempo se encargaría de poner en su sitio, vislumbrar potencial en el hermético primer repertorio de Abraham Boba es ya directamente ver en la oscuridad, como afirma el propio David. “Si lo de Nacho era un caso un poco fuera de tiempo, espacio y lugar lo de Boba era eso al cuadrado. Un poco un rollo cantautor, con esa tradición europea, con el piano como instrumento, los ritmos en 3×4… Pero pensamos que había una personalidad detrás de aquello”. Y no les faltaría razón, sobre todo contemplando la repercusión que ha tenido Boba en la actualidad con León Benavente, un proyecto que seguramente no hubiese existido si las necesidades o las circunstancias no hubieran acabado enlazando una serie de cables de los que nacería la conexión entre Boba y Nacho Vegas. “Nacho nos dijo que buscaba un pianista y no es fácil encontrar a alguien así, con carisma, con ganas de rockear, y al final parece que tanto a uno como a otro les vino muy bien”. Toda esa historia vendría después de finalizar una carrera en solitario bastante diferente, con una calidad musical a la que desde luego no estamos muy acostumbrados y que se resume muy bien y de manera concreta en el reciente recopilatorio que editó el sello en 2014 con sus canciones. “Me hubiese gustado que tuviera más calado, pero puedo entender que no fuera así porque era complicado. Después de sacar los tres discos le dijimos: Boba, es que nosotros no sabemos qué hacer ya para que esto penetre, pensamos que esta de puta madre pero no sabemos dónde encajarlo«.

Enlazando con el tema de los “supergrupos», se gestaría también allá por el 2006 un interesante proyecto que puso en común el talento de Sergio Vinadé (El Niño Gusano, Tachenko), Pau Roca (La Habitación Roja) y Julio de la Rosa (El Hombre Burbuja). Aquellos encuentros marcianos en la surrealista Zaragoza quedarían registrados para la posterioridad en la fantástica (entre los pinos) colección de canciones, bautizada acertadamente en un guiño a Kundera como «Los Amores Ridículos».  “Fantasma #3 nace de la típica conversación de bar entre músicos y colegas. Hicieron en casa de Sergio una grabación casera con un equipo super básico pero que tenía ese punto que se consigue con la magia, no con dinero. Hicimos un montón de conciertos y yo sí tenía confianza en que hubiera habido una continuidad”. Pero finalmente no la hubo. Tampoco tras el álbum debut de Jonston, un artista que pasó fugazmente por el Limbo no sin antes registrar una colección de canciones pop redondeadas. “Con Jonston la conexión nos vino por Kike de PAL, que empezó a tocar con él. Nos pasaron unas canciones y los mimbres estaban de puta madre, con ese toque surrealista pero a la vez clásico y nos moló mucho”. Y continuando con el pop y el surrealismo llegamos a Tachenko, con los que la relación y atracción ya venía de lejos, como nos cuenta David. “Yo a Sergio lo adoro. La energía que tenían El Niño Gusano yo no la he visto nunca, es irrepetible. Siempre que pasábamos por Zaragoza íbamos al bar donde curraba Sergio y le decía “¿para cuándo vas a coger la guitarra?, no puedes desperdiciar ese talento” y un día me llamó y me dijo que había grabado unas canciones con Sebas”. Entre ese primer repertorio ya se encontraba ‘Amable’, un irresistible reclamo que se convertiría con el tiempo en una de las mejores canciones de la pasada, y en ocasiones pesada, década. La primera etapa de la banda maña, que hereda de forma natural el magnetismo de El Niño Gusano, se desarrollaría como la de estos en casa, con Grabaciones en el Mar, sello dirigido por Pedro Vizcaíno. “Sergio siempre ha tenido mucha cercanía con Pedro. Lo sacaron con él y nos pareció muy bien, pero siempre estuvimos en contacto y hubo un momento en que parecía que estaban mirando otros horizontes para el futuro y ahí es cuando dije “que se paren los relojes” y me fui a Zaragoza para hablarlo con ellos”. Ese viaje se materializará en «Esta Vida Pide Otra», el primer álbum para Limbo y donde trabajan al máximo en su búsqueda de la canción pop perfecta. «Canciones como soles», como decían en Rockdelux al respecto.

El interés del sello por trabajar con ellos no solo en su futuro sino también en su pasado les lleva a comprar todo el catálogo de la banda a Grabaciones en el Mar, para editarlo posteriormente en «Los Años Hípicos», una atractiva caja que contiene los dos primeros álbumes y EPs además de completarse con un DVD en directo con algunos vídeos. “Hablamos con Pedro, nos pusimos de acuerdo y desde ahí hasta aquí. Y si no fuera por estos chicos y la bocanada de aire fresco que nos ha llegado desde Argentina con El Mató nos costaría mucho hacer lo que hacemos”, afirma David con cariño. En mi opinión lo mejor que se puede decir de una banda tan particular como Tachenko es que no se quedaron en ‘Amable’, ni en ‘Hacia el Huracán’, sino que su constancia y trabajo les ha llevado a firmar recientemente «El Comportamiento Privado», su último y mejor álbum al margen de tendencias y siempre al servicio de la canción con mayúscula, como podemos apreciar escuchando temas como ‘Fuego’ u ‘Otras Vidas’. Y escuchar a David hablar de Tachenko es como escuchar a un padre hablar orgulloso de su hijo. “Los Tachenko no necesitan meter eslóganes ni hablar de política en sus canciones, ellos hacen la política en su día a día. Son un ejemplo de integridad, de trabajo, de profesionalidad y de compromiso”.

tachenko limbo starr
Tachenko

Podría haber sido peor

Se puede decir que más o menos cuando Tachenko entraba por una puerta Maga salía por la otra. El grupo sevillano había culminado una trilogía de álbumes irrepetibles dentro del Limbo y con un interesante recopilatorio como colofón se cerró un ciclo de mutuo acuerdo entre las dos partes. Capítulo aparte y más doloroso será el de la salida de Vegas del sello que le vio nacer y con el que creció en paralelo. Con una certera analogía David describe ese momento de la siguiente manera: “Cuando te enamoras de alguien y te casas con él no vas al altar pensando que te vas a divorciar, pero al final la mayoría de parejas acaba separándose”.

Desde fuera, e incluso a día de hoy, no se entendió muy bien esta ruptura. Es más, la relación entre sello y artista era uno de los pocos ejemplos de lealtad mutua. David consiguió casi por vez primera contribuir desde el principio a una carrera que empezó causando impacto entre unos pocos y acabó deslumbrando a buena parte del mundo. “Si no hubiéramos tenido suerte con él desde el principio no podríamos haber desarrollado nuestra carrera y haber firmado otra cosas, por eso le estamos muy agradecidos. También muy orgullosos de haber editado estos discos«. Recordando ahora la presentación de “La Zona Sucia”, primer álbum de Nacho fuera del Limbo, y aquel manifiesto que redactaron las caras visibles de lo que decían ser la revolución necesaria contra la industria discográfica, me temo que al final, y con perspectiva, fue todo aquello un gesto un tanto gratuito de cara al público. Nacho, Fernando Alfaro y Raúl Fernández “Refree” crean una especie de sello pero que no es un sello (porque se afirma que eso ya no tiene sentido y a día de hoy está obsoleto) y además se habla de autoedición, de la opresión del artista y de Marx presentando un disco en unos grandes almacenes, que poco tienen que ver con Marx, más bien al contrario. En mi opinión, y de un tiempo a esta parte, se ha fomentado la mayoría de veces de forma absurda ese discurso mesiánico de J de que la discográfica es el enemigo y se ha concretado poco entre industria y sellos pequeños, también profesionales y con un pie en la industria pero primando en ellos el componente romántico y la ilusión por encima de todo. Hay discursos que además de sospechosos pueden llegar a ser muy peligrosos y cuanto menos exagerados cuando en teoría van dirigidos a gente inteligente. La nueva alternativa Marxista arranca con Nacho como principal reclamo y editando también los nuevos discos de Fernando y Raúl mientras que casi a la par el catálogo se empieza a llenar de artistas reconocidísimos y otros que se encontraban en momentos muy decisivos de su carrera, aunque no tardarían mucho en salir de allí y no siempre de la mejor forma. Ahora, con Raúl y Fernando fuera de tan revolucionaria propuesta, lo cierto es que a día de hoy todavía no se sabe a qué vino tanto ruido para al final acabar como la mayoría de veces, con el mismo misterio con el que comenzó todo. “En este negocio hay muchas tentaciones, los artistas son personas, con egos, influenciables, hay unos entornos.Cualquier problema con Nacho fue siempre dentro de una clave profesional, de gente involucrada con su trabajo. Pero vamos, el caso de aquella “aventura empresarial” está más claro que el chocolate del asilo. Sobre el papel podía ser una iniciativa loable, por más que Nacho tuviera un acuerdo con nosotros, pero vimos innecesario ese empeño de terceros en torpedear la relación y en ningunear, cuando no demonizar, nuestro trabajo y reputación profesional”, zanja David. Pero la vida continua y Nacho comienza a desarrollar una carrera que cada vez adquiere más compromiso político y público mientras en el Limbo se recomponen del desencanto originado tras la marcha de éste.

Ornamento y Delito
Ornamento y Delito

Dos nuevas referencias de carácter salvaje y puro, cada una desde su proyección, alumbran y refuerzan la alineación del Limbo. Han pasado diez años desde que la máquina se pusiera en marcha y la capacidad por sorprenderse y sorprendernos sigue vigente, materializada en el impactante «Rompecabezas de Moda y Perfección Moral» de Ornamento y Delito o en el precioso, evasivo y concreto “Duat” de Cuchillo. “Ornamento nos llegó a través de Abel de Migala, que les produjo ese disco. Nos lo pasaron y vi que tenía algunas de las cosas con las que yo flipo: esa carga política no obvia, esa integridad, ser molestos, un rollo punk de espíritu. Al final fue complicado porque no terminó de funcionar entre el público”. Por su parte, “Cuchillo desde el principio hicieron bastante ruido. Conocí a Israel en el backstage del Faraday, me comentó que iban a salir de Sinnamon y le dije que molaría que hiciéramos algo. Sacamos un 10” casi instrumental, con tres canciones, con esos desarrollos… y fue EP del año en RockDelux. A mí me parece un disco fantástico, que solo dos tíos crearan ese rollo me parece increíble, pero al final eran dos personas haciendo cosas diferentes en la vida, lo dejaron y tampoco tenía mucho sentido sacar un comunicado, porque a lo mejor en unos años les apetece volver. Yo tengo la esperanza de que algún día lo retomen”.

Otros dos proyectos que se encuentran en la actualidad suspendidos en el Limbo son Litoral y Franc3s. Los primeros registraron, «Incidents Melòdics del Món Irracional», un álbum maravilloso cantado íntegramente en valenciano. “Pau me dijo que había montado un grupo con unos colegas e iban a tocar en el Fotomatón, así que me acerqué a verlos, y desde el final de la sala, porque estaba llena, me encantaron. Proyectaban valores muy bonitos, buscar el lado soleado de la vida, la cercanía, el mediterráneo, comerte un arroz con los colegas… Al final el grupo se fue diluyendo porque eran siete personas, cada una de su padre y de su madre”. En cuanto a Franc3s, nos sedujeron con el fantástico «Campanas de Fuego Rosa» y nos dejaron con la miel en los labios tras la escucha de lo que debería ser un adelanto de algo en el single ‘El Sentido de la Lucha’, que más que anticipo de una continuidad resultó ser un final. “No recuerdo del todo como nos llegó, pero lo escuchamos y vimos que tenía eso que nos animaba a tirarnos al barro”, recuerda David y apunta en cuanto a su separación que “eran un trío, dos eran pareja y cuando la pareja se rompió, ya estaba condenada la historia”.

Acercándonos a la actualidad Modelo de Respuesta Polar, Vacabou o Reina Republicana serán algunas de las referencias que ampliarían el catalogo, y sobre todas estas unos Alborotador Gomasio que se estrenan en el Limbo con «El Exceso de los Niños» recuperando un poco ese espíritu perdido del que hablábamos al comienzo, el de «los cuatro colegas y un tambor», con guiños a sus admirados Kebrantas “solo que tocando mejor de lo que tocábamos nosotros«, apunta David. Con esta propuesta a uno le queda la sensación de que lo mejor está aún por venir y así opinan también en la sede del Limbo. “Creemos en ellos. Tienen lo que tienen que tener”.

Alborotador Gomasio
Alborotador Gomasio

Nuevos discos, nuevas drogas

Estamos llegando casi al final con un presente optimista que nos invita a seguir soñando con «nuevos discos, nuevas drogas» gracias a la entrada al Limbo de la mejor banda de América, Él Mató a un Policía Motorizado, y la salida de un álbum que en mi opinión es lo mejor que se ha editado en lo que llevamos de década como es «La Dinastia Escorpio». “La idea era hacer un compilado de los EPs pero por el camino llegó “La Dinastia Escorpio” y flipamos. Antes vinieron al Primavera Sound y pasaron por el Charada de Madrid y allí hicimos muy buenas migas y ya los vas conociendo, vas viendo el espíritu y esa independencia que tienen, de la de verdad. Son una lección de hermandad, de trabajo… no hay un tío más trabajador en el mundo que Santiago Motorizado. A partir de ahí ha sido la fluidez más absoluta”. Otro mágico cruce de caminos que les sienta genial a las dos partes. «Lo que nos ha venido desde allí con esos chicos, esa energía, eso es una bendición. Cuando yo digo que es la banda americana que más me gusta del momento se me llena la boca”, afirma David con brillo en los ojos. “La primera vez que supe de ellos fue por una entrevista en Rockdelux, pero no les presté mucha atención y después nos llegó a través de Heart of Gold, que son unos profesionales a los que respetamos muchísimo. Nos dijeron “oye, estos chicos no tienen nada aquí editado y molaría que le echarais un ojo”. Y de esto que te lo pones una vez, y otra y otra y acabas escuchándolos todos los días y al final haces las canciones tuyas”. Tras el magnífico adelanto que entregara la banda platense a finales de año cabe esperar para este 2016 el ansiado y definitivo álbum de Él Mató. Sobre él preguntamos con insistencia a David, que afirma creer que “va a pasar menos tiempo entre el EP y el nuevo disco que el tiempo que ha pasado entre “La Dinastía Escorpio” y el EP. El tema es que no han parado de tocar”.

Seguimos mirando hacia delante y llegamos a la última apuesta del sello, Disciplina Atlántico, de los que se espera también un debut de los que no dejan indiferentes y del cual ya se adivina el potencial en el corto pero intensísimo EP editado también a finales del pasado año. «Creo que tienen eso que merece la pena en una banda. Tienen unos referentes nada obvios: los Feelies, el uso de la percusión, de esa rítmica, Sonic Youth, esas cosas que para nosotros son esenciales. Y sobre todo hacerlo con personalidad, sin prisas, sin nada que exigir, con respeto. El EP llegó como maqueta y ha pasado un año hasta que le dimos forma, pero ellos nunca han perdido la confianza. Espero que de aquí a la edición del disco vayan dejando su poso y haciendo fans”.

Disciplina Atlántico
Disciplina Atlántico

Rara vez se suele tener en cuenta, cuando uno tiene en sus manos el producto final, la de vueltas y trabajo que hay detrás de cada obra. Convertirla en un precioso vinilo o CD y ponerla en el mundo debe ser una de las partes más sacrificadas del proceso. Distribuir, promocionar y manejar las contrataciones deben ser tareas para las que la gran industria discográfica seguramente disponga de un departamento específico, pero en las pequeñas compañías la realidad es diferente. En el caso de Limbo Starr David nos cuenta que trabajan “con Gran Sol la distribución física y con The Orchard en el apartado digital. Ambas están gestionadas por amigos de hace tiempo. Por otro lado, siempre nos hemos preocupado por dar el mejor servicio de venta a través de nuestra web, y hay mucha gente que nos compra directamente desde el principio y desde los sitios más dispares del mundo. Para temas de promoción hay amigos que nos han echado puntualmente una mano, y aunque lleva mucho trabajo, siempre hemos considerado esta faceta una parte primordial de nuestro trabajo. Por último, respecto a la contratación, si bien siempre hemos considerado esencial el “management” para el desarrollo de las carreras de los artistas, hubo un momento en el que tuvimos que dar un paso al frente y ocuparnos directamente de ello. Es un trabajo que requiere de una dedicación especial, al igual que la Editorial, y ahí estamos, corriendo de un sitio a otro cambiándonos la chaqueta según el momento: como contable, diseñadora de la web y de muchos de los discos, en el caso de Carmen, y en el mío igual, desde productor, editor, o gestor de las redes sociales a mozo de almacén si llega el caso, que hay que tener los discos ordenaditos«.

Así empiezo a entender que mantenerse independiente e incorruptible después de 15 años requiere una actitud que se traduce en esfuerzo y constancia, algo que queda muy bien resumido en las contraportadas de las más actuales referencias del sello: «Gracias por comprar este disco. Limbo Starr es un sello 100% independiente y gracias a tu acción podremos seguir apoyando a nuevos e interesantes artistas». David afirma creer que todo este trabajo “es una de las claves de la verdadera independencia, ser capaces de gestionar todos los aspectos del negocio, ser conscientes del trabajo que conlleva cada apartado y poderlo llevar a cabo de la manera más efectiva posible. Un día estábamos cenando en casa de Bunbury cuando vivía en El Puerto y me decía “porque tú sabes lo que cuesta vender los discos…” y le decía “sí, y sé lo que pesan”, y se me quedó mirando como si hubiera hecho una metáfora pero no, me refería a lo que pesan físicamente, las cajas, el ir a correos, moverlos en tu casa…”.

Del café matinal hemos pasado a la cerveza, son casi las 3 de la tarde y aunque la amena conversación todavía dé para más en algún momento hay que poner fin a la compleja tarea de resumir estos quince años de Limbo, que son en realidad más de 20 desde el comienzo de la historia hasta llegar aquí. Nuestro anfitrión se muestra optimista ante la crisis discográfica, algo de agradecer en contrapunto a tanto lloriqueo, principalmente de las multis, pero no cree que vaya a ocurrir algo grande en el previsible panorama actual de la música independiente a pesar de creer que sea éste el momento mejor abonado para ello. “Cada vez hay menos espacio para la sorpresa. A mí personalmente no me parece un momento demasiado atractivo. Como oyente de música me cuesta mucho encontrar cosas que realmente me parezcan interesantes y tengan ese espíritu que yo creo que es el válido. Veo que está todo muy, de alguna manera, industrializado y sobre todo últimamente mediatizado por los festivales, que lógicamente tienen cosas buenas. Ahora el Primavera ha presentado un cartelazo, pero esto también condiciona a la hora de crear, porque los grupos quieren estar ahí, como es lógico, y hay que tocar ciertas teclas para ello que condicionan la creación” afirma David. “Ahora mismo todo grupo de amigos que se junta para tocar en el local ya sabe que existen los festivales, las redes sociales, Youtube y una serie de claves y todo eso desvirtúa de alguna manera el espíritu que a mí me flipa de la música. Antes había maquetas, ahora lo que te envían los grupos son discos ‘autoeditados’”. A lo que Carmen añade que “hay muchos grupos que ya directamente nacen como empresas y eso le quita parte del misterio”.

Antes de despedirnos de David y Carmen nos muestran un descubrimiento que trasciende espacio y tiempo. ‘Here Come The Warm Jets’, la pieza que cerraba el primer disco de Brian Eno unida en su imaginario a como sería una futura canción de Él Mató siguiendo esos dictados musicales. Con la canción sonando a todo volumen improvisan melodías motorizadas encima del instrumental de Eno en lo que se puede definir como la viva imagen del entusiasmo. Decimos así adiós no sin antes agradecer el tiempo y la buena disposición y dejamos atrás las entrañas del Limbo después de una extensa jornada matinal que jamás olvidaremos.

Cinco discos para adentrarse en el Limbo

Y para rematar este extenso reportaje rescatamos brevemente cinco referencias del sello que, si tal vez no imprescindibles sí que fueron determinantes. Vamos del principio hasta la actualidad pasando por algún punto intermedio y esperando que la historia musical del Limbo se prolongue mínimo otros quince años más.

Nacho Vegas – “Actos Inexplicables” (2001)

Nada puede con “Actos Inexplicables», ni siquiera el paso del tiempo ha conseguido envejecer este primer repertorio donde está todo, desde la muerte en ‘El Ángel Simón’ hasta la incomunicación en ‘Sitios Distintos’ o el bajonazo postcocaína en ‘Blanca’. No tengo muy claro si es a día de hoy mi disco favorito de Vegas. Después de este vendrían “Cajas de Música” o “Desaparezca Aquí”, álbumes tan imprescindibles o más, pero éste fue el primero y así como uno nunca se olvidará de su primera vez, aunque fuera un desastre, la primera referencia del Limbo siempre estará ligada en mi memoria al impactante descubrimiento del que será el artista más relevante de la pasada década.

Maga – “Disco Blanco” (2002)

Un álbum que se abre con un diamante sonoro como ‘Diecinueve’ es como una novela cuya primera página es impresionante. Te mete de lleno en un bello imaginario de ensoñaciones pop redondas, bellas y extrañas como los registros vocales del propio Miguel Rivera. Junto a “Bidimensional”, el primer EP de la banda, aquí está toda la esencia y la precisión de los primeros Maga, únicos e irrepetibles.

Half Foot Outside – “Heavenly” (2008)

Tras unos primeros discos más cercanos al punk rock y al hardcore y con un estilo algo ajeno al Limbo, Half Foot Outside llegaron al sello para publicar su último y mejor disco. «Heavenly» es una colección de canciones redondas en las que abrazaron definitivamente la melodía y con las que ofrecieron un recital de power pop de manual en la línea de referentes como Teenage Fanclub. Desde la energía inicial de ‘The Floating Spaceboy’ hasta la explosión guitarrera de la final ‘Time and Space’ no hay un solo momento en que sus acordes no inviten a comerse el mundo. Una despedida gloriosa.

Él Mató a un Policía Motorizado – “La Dinastía Escorpio” (2012)

Poco se puede decir sobre Él Mató a un Policía Motorizado que no hayamos dicho ya en estas páginas. Los platenses son un grupo mágico cuyas melodías se insertan en tu cabeza, corazón y alma para no abandonarte nunca. «La Dinastía Escorpio» es su mejor trabajo hasta ahora y, como ya hemos comentado en el texto principal, uno de los mejores discos publicados en lo que va de década. Todo ello sumado a unos directos que se traducen en la hermandad más absoluta entre público y artistas hacen que Él Mató sean uno de los grupos más especiales que han pasado por el sello.

Tachenko – “El Comportamiento Privado” (2015)

Hay unas cuentas razones para sostener que “El Comportamiento Privado” es el mejor disco que han firmado hasta ahora Tachenko. La principal quizás sea que contiene dos de sus mejores canciones, la imprevisible ‘Otras Vidas’ y esa postal romántica y nostálgica que es ‘Fuego’. Otra buena razón sería la impecable producción que le sacó al cancionero el ilustre Rafa Domínguez, vistiendo el repertorio con sus mejores prendas a base de esos fantásticos arreglos que también se encarga de reproducir en directo. Por último creo que la mejor virtud de la banda es que definitivamente se han quedado en ese tránsito que va de lo clásico a lo contemporáneo y que es sin duda el mejor lugar para proyectar esas canciones como soles que tan bien se le da crear a los Zaragozanos.

Texto: David Doinel
Edición: Iván Díaz
Todas las imágenes cedidas por Limbo Starr

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