Entrevista con Sandra Monfort: «Me siento atraída por todas las músicas que están arraigadas a un lugar y explican sus maneras de hacer y vivir»


«Todo aquel que no se sentía identificado con “la marca España” empezó a escarbar en sus tierras buscando su folklore, buscando su identidad para poderse agarrar a alguna cosa que les hiciese sentir orgullosos» (Sandra Monfort)
Tras colaborar con numerosas bandas y formar parte de Marala, Sandra Monfort debuta en solitario con «Niño Reptil Ángel», un álbum en el que tradición y vanguardia se entrelazan, como ya os contamos en nuestra reseña del disco. Para seguir profundizando en su universo sonoro hemos contactado con la artista valenciana y aquí os dejamos el resultado de este intercambio de preguntas y respuestas.
Al hablar de tu música es inevitable hablar de “tradición” pero, a la velocidad que van las cosas ahora, este parece estar convirtiéndose ya en un concepto un poco manido. ¿Te sientes cómoda con ello? ¿Cómo de importante crees que es la tradición sonora y el folclore en tu sonido?
A mí no me parece para nada que sea un concepto manido, la tradición está en muchas músicas urbanas de ahora. C.Tangana, Rosalía o incluso Nathy Peluso recogen tradición y la transforman a su manera. Cada uno de estos artistas tiene un camino y el resultado tiene una definición propia y diferente a las demás propuestas.
Yo llevo desde hace muchos años escuchando archivos de cantos tradicionales de la península y más allá. Me fui a Turquía y los Balcanes sola a explorar la música tradicional de estos sitios. Me interesa el folklore de los pueblos y sus gentes por la fuerza de la herencia a través del canto: cómo se generan y cómo viajan por generaciones, las historias que arrastran y la capacidad de supervivencia. Me parece que tienen muchísima fuerza y me gusta utilizarlos como palanca para mis propias creaciones. Como mi camino es diferente al de los demás artistas, el resultado será diferente seguro.
Creo que la música tradicional, de hecho, tiene esta capacidad de supervivencia por la fuerza que arrastra a nivel histórico, literario y social. Por eso, aún con el volumen de producciones y creadores que hay, siguen con vida, inspirándonos y dándonos luz. Aún siendo cantos bien antiguos, nuestra generación sigue dando dos pasos atrás para recurrir a ellos y cuidarlos.
¿Crees que realmente hay un movimiento musical de reivindicación de la música tradicional? Si es así, ¿por qué crees que éste está teniendo más aceptación ahora que hace unos años? Al menos parece hacerlo dentro de unos círculos musicales a los que antes no parecía llegar.
Me parece que ahora la música tradicional está más viva que antes, al menos aquí en España. Creo que durante mucho tiempo se ha despreciado ésta, sobre todo en la generación de mis padres, porque la generación de mis abuelos seguía perpetuando la música tradicional. Recuerdo un día que escuchaba archivos de cantos tradicionales al lado de mi abuelo y él me dijo que dejara de perder el tiempo escuchando eso, que eran cosas anticuadas y pasadas. Supongo que le hacía pensar que me estaba anclando a un tiempo que para él significaba sufrimiento y miseria y tenían la necesidad de dejar eso atrás para avanzar.
Supongo que ese desprecio es el que heredó la generación de nuestros padres y por ello se empezó a enterrar la música tradicional, superponiendo por encima músicas extranjeras que se entendían como “el avance”, “la moda” o “el camino al progreso». En medio de ese proceso de desarraigo perdimos nuestra brújula de identidad, nuestra orientación. Más tarde, empezó a renacer y reivindicarse desde las periferias del nacionalismo español. Todo aquel que no se sentía identificado con “la marca España” y sentía desprecio por el movimiento político que la generó empezó a escarbar en sus tierras buscando su folklore, buscando su identidad para poderse agarrar a alguna cosa que les hiciese sentir orgullosos. Aquí volvimos a valorar nuestra cultura y tradición y con eso la cultura y tradición de las demás tierras.
La Península Ibérica es un lugar bien rico y jugoso de músicas tradicionales, cada una con un color, su lengua, sus instrumentos, sus melismas… Las muñeiras de Galicia, el País Vasco, el flamenco y cante jondo de Andalucía, la música de Castilla, jotas, romances, rondas, els cants de batre valencians, el cant redoblat de Ibiza, las tonadas mallorquinas…. Es increíble y precioso.
Hace poco se te mencionaba en un artículo de Rockdelux sobre la influencia de María del Mar Bonet en el que se hablaba sobre el influjo de la artista mallorquina en numerosas cantantes actuales. ¿Es tal esa influencia? ¿La tienes en mente en tus canciones?
He escuchado a María del Mar Bonet y me encanta, pero he escuchado más a abuelitos y abuelitas cantando desde archivos de sonidos. Además, Clara Fiol, mi compañera de Marala, es una biblioteca de cantos tradicionales de Mallorca y tengo un vínculo fuerte con la isla y su folklore. Me flipa. Me flipan las diferentes formas de hablar que tenemos y los paralelismos entre la música valenciana y la balear. Por tanto, sí tengo influencia directa de Ses Illes y puede que en mis canciones se entrevea algún hilo sonoro de ellas.
En algunos momentos me ha venido a la cabeza también escuchando el disco la última etapa de Standstill, tal vez por esa manera de repetir el acorde de guitarra e ir ganando intensidad incluyendo elementos. Igual es una cosa personal mía pero no me puedo resistir a preguntarte si es una banda que seguías y si puede haber algo de influencia de esa última etapa de ellos aquí.
Si te soy sincera, ¡no he escuchado esta banda nunca!
En línea con esto, me llama mucho la atención cómo se van añadiendo elementos a las canciones y cómo, casi sin darnos cuenta, nos encontramos con que un tema que ha arrancado con lo mínimo acaba teniendo numerosas capas sin llegar a sonar sobrecargado. ¿Cómo trabajáis las canciones en este sentido?
Las trabajamos y producimos conjuntamente con crnds y Cibrán Seixo en el estudio Lindisfarne, en Santiago de Compostela. Partíamos de un embrión a guitarra y voz sola y quisimos respetar al máximo las composiciones y su eje, que cabalgaran paralelamente en el centro la guitarra y la voz y los demás elementos acompañaran este camino. Intentamos cuidar al máximo la calidad del sonido y dejar cada detalle bien bordado.
Otro punto que destacaría es la sutil utilización de los elementos electrónicos, incluso de los efectos vocales. Imagino que a veces debe ser difícil resistir la tentación de jugar más con la electrónica que con unos sonidos orgánicos que, inevitablemente, deben hacer más difícil un proceso de grabación. ¿Os ocurrió esto en algún momento?
No creo que los sonidos orgánicos hagan más difícil un proceso de grabación ya que son sonidos ya existentes (un violín, por ejemplo). La tecnología para que suene bien ya está creada, sólo tienes que sonorizarlo bien y tocarlo bien, y después colocarlo en el espacio que le toca. Con la electrónica es diferente, cada sonido se tiene que crear y manipular para conseguir el resultado deseado y eso lleva muchísimo trabajo, y después tienes que saber manipularlo para conducirlo allá donde tú quieres. Es como un instrumento más, pero que no sabes cómo sonará y cómo lo puedes domar. Tratar con estos elementos fue una decisión estilística para ofrecer sonidos más interesantes y que no sintiéramos tan hermanos, pero que alzaran el tema.
En varias canciones habéis recurrido a instrumentos de percusión tradicional gallega. ¿De dónde te viene la conexión con aquella tierra?
Me viene del mismo sitio de dónde nace el interés por el folklore en general. Me siento atraída por todas las músicas que están arraigadas a un lugar y explican sus maneras de hacer y vivir. La música que hay en Galicia me parece una barbaridad. Además, tengo unos cuantos buenos amigos músicos gallegos desde hace muchos años que me enseñan sus músicas. Pensamos que, ya que grabábamos en Galicia, podríamos tener alguna referencia de la música tradicional de allí. Xosé Lois Romero es referente y nos encantaba la idea de que pudiese grabar unas cuantas percus gallegas y poder trolearlas un poco más tarde con pedales de distorsión para acercarlas a la sonoridad del disco.
El disco me parece una obra muy circular y muy atravesada por un concepto. Creo que las canciones no se entienden de igual manera fuera del disco completo. ¿Lo concebiste de esta manera?
No lo concebí así en un principio, pero sí que fue generándose ese círculo a medida que lo fuimos acabando, y cuando fuimos a poner en orden los temas vimos clarísimo cómo tenía que empezar y acabar y qué tenía que pasar en medio. Vimos que tenía una simbología y un carácter muy concreto y definido, era como una historia que tenía un inicio y un final, y cada tema cogió una dimensión diferente a la escucha individual.
Imagino que no será fácil llevar el sonido del disco al directo. ¿Con qué formación lo presentáis? ¿Pensáis que las canciones no tienen por qué sonar de la misma manera o intentareis ser lo más fieles posibles a las versiones de estudio?
Sí, será difícil. Lo presentaré a dúo para empezar y veremos cómo se transforma cada tema cuando lo toquemos. Al final, los temas van transitando y transformándose siempre en cuanto vas compartiéndolos y tocándolos. Quiero que el directo se acerque a la sonoridad del disco, pero no tiene por qué ser exactamente igual. De hecho, me parece interesante que sea diferente y ofrezca otras cualidades.
Fotografía: Elena Silvestre