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Vida Festival 2015 @ Vilanova i La Geltrú
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Vida Festival 2015 @ Vilanova i La Geltrú

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La segunda edición del Vida Festival ha hecho honor a su nombre y ha sido eso al 100%, vida de la buena, de la que se vive con alegría, con un respeto por la música casi conmovedor en estos tiempos que corren y en un entorno y con una puesta en escena que les hace únicos. Después de unas cuantas fiestas de presentación que tuvieron su cumbre en el concierto de Devendra Banhart y que nos dejaron una grata impresión en la forma de hacer de la organización, la historia daba para esperar algo diferente al resto de festivales, y así fue. En un inmejorable contexto tuvo lugar una programación musical pensada para disfrutarla con intensidad, sin dolorosos solapamientos, sin agobios, sin aglomeraciones y en plena naturaleza. Un irrepetible fin de semana con bosques, canciones antídoto, amor a todo gas y, sobre todo, muchísima Vida.

Tras perdernos la apertura del jueves, que tuvo lugar en el Molí de Mar, arrancamos nuestra visita el viernes y durante dos días disfrutamos de una Masía del Cabanyes perfectamente aclimatada a un festival de estas dimensiones, con abundantes zonas de sombra, diferentes entornos y escenarios, buen sonido y una amplia oferta de comida. Un lugar que se convertía además al caer la noche en algo mágico gracias a la iluminación que nos guiaba de unos lugares a otros y que muchos aprovecharon para llevarse infinidad de recuerdos a modo de fotografía.

A continuación os dejamos con las crónicas individuales de los conciertos en los que nos centramos durante los dos días que pasamos en la Masía del Cabanyes.

Xoel López @ Escenario El Vaixell

Arrancaba la tarde con una suave brisa entre los pinos del bosque encantado, donde una barca atrapada entre árboles le sirvió al coruñés Xoel Lopez para proyectarse hasta el infinito y más allá. Solo y ante una audiencia que abrazó su música desde los primeros acordes del ‘Hombre De Ninguna Parte’, fue mostrando con prudencia su nuevo repertorio y haciendo gala de todos los recursos de los que dispone un músico en solitario. Cantó con el corazón y utilizó toda su sangre para hacer sonar lo que hiciera falta.

Lo mejor que posee un artista de mundo como Xoel es precisamente él mismo. Se le nota que disfruta y le arrebata hacer música y desde luego eso es lo que transmite a la gente. Sin haber encontrado todavía el momento de profundizar en «Paramales», su nuevo álbum, lo descubrí en directo y no sé si porque andaba más sensible de la cuenta pero me desarmó y me hizo vivir una experiencia muy, muy intensa. ‘Patagonia’ o ‘A Serea e o Mariñeiro’ sonaron muy poderosas y de repente soltó esa bofetada en la cara que es ‘Todo Lo Que Merezcas’, un recoge lo que siembras pero sin ningún tipo de rabia en la voz («y que te falte el aire, y que te ahogue el silencio y llores todos los días, como me hiciste llorar a mí«).

Todo un remedio musical lleno de esperanza y que nos dejó a todos con una sonrisa en la cara que ya no se borró en todo el festival.

David Doinel

Grupo De Expertos Solynieve @ Escenario La Masía

La puesta de sol del viernes, además de ser clara y meridiana, fue también el mejor telón de fondo para que Grupo de Expertos Solynieve alternaran sus cantes, anticipados como de costumbre por la sintonía de Curro Jiménez. Atardece, el cielo se pone rojizo, algunos ojos también y empieza a sonar ese mantra de timbales que anuncia ‘La Nueva Reconquista de Graná’, con los típicos comentarios de la gente: «la voz de J no se escucha«. En mi conciencia sí, alta y fuerte.

Sucedieron y alternaron sus clásicos en el primer bloque del repertorio con ‘Alegato Meridional’ y su aire country de siesta andaluza o un ‘Dime’ con el que metieron al público de lleno en su historia. Se marcaron un ‘Tú, Misionero De Dios’ que ni una parejita de capillitas lo podría superar, con ese final orgásmico donde Víctor Lapido se lleva la canción a otra dimensión. Convirtieron ‘Déjame Vivir Con Alegría’ en el himno del festival con guiño a Varoufakis, el ultimo romántico de la democracia, y a partir de ahí comenzaron a tejer sin dar ni un solo mal pespunte.

Los momentos más especiales, con su nuevo repertorio a la cabeza, fueron los que nos brindaron ‘Fandango De La Libertad’, la bandolera ‘Colinas Bermejas’ o una ‘Estoy Vivo De Milagro’ en la que desplegaron toda la esencia de su discurso y reivindicaron la libertad en todos sus contextos. Eso sí, en clave alegría sureña y con una pizca de veneno.

Y para el final se dejaron lo que se echaba en falta pero nadie se atrevía a concretar. Así, los primeros acordes de la absurda y poderosa ‘La Reina De Inglaterra’ nos dejaba a todos preguntándonos cómo se irá a Talavera de la Reina.

David Doinel

The War On Drugs @ Escenario Estrella Damm

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The War On Drugs era el primero de los grandes reclamos que nos encontramos en el festival. Tras su más que triunfal paso por el Primavera Sound en 2014 llegaban de nuevo a nuestro país con el orgullo de haber llevado su último disco, “Lost In The Dream”, a la cabeza de un buen puñado de listas de lo mejor del pasado año. Y no es para menos. En su cuarto trabajo de estudio, los de Philadelphia supieron darle a su sonido el punto perfecto de modernidad bañada de rock clásico. Como si Springsteen siguiera sacando buenos discos, vamos.

Y en directo, al igual que en el caso de “the boss” y su banda, The War On Drugs sigue el compás que marca la figura de Adam Granduciel. El cantante y guitarrista acapara todas las miradas mientras va soltando las frases que dan vida a sus canciones con fina precisión vocal y las llena de luminosidad con esos punteos que esperabamos en cada tema como agua de mayo. Por detrás, una banda con un exceso de teclados que clava los matices de unas canciones que suenan en directo tan precisas como en sus versiones de estudio y que, acompañadas de un juego de luces de lo más efectista, te envuelven en un placentero trance musical.

Hay quienes se quejan de que todas las canciones de The War On Drugs son iguales, y aunque bien es cierto que el ritmo trotón del concierto se aceleraba o pausaba en escasos momentos no se me ocurre algo mejor que hacer que dejarse llevar por la mística del momento, con la luz de una enorme luna llena sobrevolando nuestras cabezas. Algo menos zen estuvo Granduciel, con algún cambio de guitarra medio forzado y alguna mirada acusadora a sus técnicos de escenario a pesar de dedicarnos al público palabras cordiales.

En cuanto a las canciones, no faltaron recuerdos a sus anteriores discos, pero las más coreadas fueron siempre las pertenecientes a su último trabajo, demostrando lo que comentábamos antes, que estamos ante su mejor disco. Temas como ‘Under The Pressure’, ‘Red Eyes’ o ‘An Ocean In Between The Waves’ se elevaron en la mágica noche de Vilanova hasta tocar (y hacernos tocar) el cielo.

Iván Díaz

Nueva Vulcano @ Escenario La Masía

Una vez más Nueva Vulcano se cruzaban en nuestro camino y una vez más no pudimos pasar de largo. Ubicados en el segundo de los escenarios en cuanto a tamaño, los de Barcelona jugaban cerca de casa y aunque comenzaron con un sonido un tanto dubitativo no tardaron en hacerse con él en ese arreón inicial dedicado a su “Novelería”. ‘El Mirlo’, ‘80% Agua’, ‘Pop y Espiritualidad’ o ‘Hasta La Boya y Volver’ se han convertido ya por derecho en clásicos del grupo aunque volvió a ser la imparable unión de ‘Dulce y Ácida’ con ‘Te Debo Un Baile’ la que aumentó la excitación de unas primeras filas que se rindieron al pogo a pesar de la polvareda que el seco suelo levantaba. También muy celebradas entre su militante público fueron ‘Esto No Es París’, con la que nos acercaron su “Juego Entrópico”, y ‘Mogollón’, con esa conversación entre el bajista Wences y el cantante Artur con la que siempre la introducen.

Otros que se encuentran en su mejor momento, con una frenética actividad en directo y con un nuevo disco que les ha dado definitivamente la posibilidad de formar un set list sin fisuras y a prueba de bombas. A pesar de no ser está la ocasión en la que más en forma les hemos visto sobre el escenario sus directos siempre invitan a pasarlo bien.

Iván Díaz

Super Furry Animals @ Escenario Estrella Damm

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Tras unos Nueva Vulcano algo menos dulces y ácidos que otras veces, un extraño magnetismo nos atrajo hacia el escenario Estrella Damm para abducirnos. En este, y a modo de encuentros en la tercera fase, la iluminación nos anticipaba un viaje sideral de la mano de unos Super Furry Animals de los que parece que ya nadie quiere acordarse. Despertados de su larga hibernación, el tiempo, el cual son especialistas en parar, parecía no haber pasado para ellos y pudieron demostrar por qué siguen siendo únicos e imprescindibles.

La historia comenzó como un guateque espacial, como la cantina de Star Wars llena de ácido, y el grupo, ataviado con sus monos de protección bacteriológica fueron lanzando un puñado de clásicos que tuvieron su mejor momento en temas como ‘Rings Around The World’ o ‘Golden Retriever’. Estas dieron paso a su onírica marea de medios tiempos psicodélicos y galácticos, que culminaron en una orgia de felicidad al ritmo de esas vacaciones en el mar a las que pone banda sonora ‘Juxtapozed Whit U’ mientras en el espacio flotaban melodías, besos y una luna tan llena como una botella de vino.

David Doinel

Nacho Vegas @ Escenario El Vaixell

Nacho Vegas puede afectar (y mucho) si uno no está lo suficientemente distanciado de sus emociones. Además, en un entorno tan bello y natural y acompañándose de su mejor complemento (que no era el ukelele sino el maestro Abraham Boba) la cosa dio para pensar, sonreír y cantar a la vida alegre, como si todas las putadas de ella fueran una broma tan grande como ese final que se marcó para cerrar un concierto al que no le faltó de nada.

La tarde fue sobre ruedas desde el épico inicio, con ‘La Vida Manca’, pasando por ‘Polvorado’ y hasta estrenando material de su próximo mini-álbum previsto para septiembre. Brillante también el comentario de Nacho acerca de cuándo le llamaron para tocar en el Vida y pensó que era algún tinglado antiabortista. Grata sorpresa se llevó al descubrir que no, que en esto había desembocado una programación con tanto criterio como la del antiguo Faraday.

David Doinel

Father John Misty @ Escenario Estrella Damm

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Father John Misty es, por encima de todas las cosas, Joshua Tillman. El que fuera miembro de bandas como Fleet Foxes comenzó en 2012 una carrera en solitario bajo este pseudónimo en la que cuenta con dos discos, el más reciente de ellos publicado este mismo año. Y aunque es cierto que a su disco no le habíamos prestado la atención que se merecía, fue ver saltar a Tillman al escenario para comprobar que daba igual, que él es, ante todo, un animal de directo y venía al Vida a demostrarlo.

Arrancando con su ‘I Love You, Honeybear’, tema que abre y da nombre a su último trabajo, se movió por todo el escenario como poseído por el espíritu de un Jim Morrison al que Brett Anderson de Suede le hubiera enseñado a contonearse. Tillman se subió a la batería, hizo malabares con la guitarra, se arrastró por los suelos y conquistó y sedujo a todos los presentes con su acaramelada voz, cercana a la de un crooner moderno. Lo hizo además respaldado por una solvente banda al servicio del espectáculo.

Para muchos fue el concierto del festival, para otros la mejor manera de pasar un rato divertido y bailar sin pretensiones. De una manera o de otra, un show de lo más disfrutable.

Iván Díaz

Woods @ Escenario La Masía

Sin duda si había un concierto que esperaba con ganas de esta edición del Vida era el de Woods. Programados entre dos colosos como Father John Misty y Primal Scream el concierto de los de Brooklyn no atrajo a tanto público como debería, algo que no pareció preocupar a una banda que ha ido creciendo pasito a pasito hasta consolidarse con sus dos últimos trabajos. “With Light And With Love” está entre lo mejorcito que el 2014 dio dentro del rock internacional y quedaba comprobar como defienden esas canciones en las que parecen haber abrazado definitivamente la psicodelia más guitarrera.

El grupo se presentó muy cercano, ocupando tan solo una pequeña parte del escenario pero con la energía y el atrevimiento de quienes se saben sobrados de calidad y con la peculiar (y personal) voz de Jeremy Earl por bandera abrieron con temas como ‘Shepherd’ o ‘Cali In A Cup’, en los que parecen rendir homenaje a The Band. Amables en los temas en los que el cantante se colgaba al cuello la acústica, la banda se transformaba cuando agarraba la eléctrica y encaraba canciones como ‘Bend Beyond’ o una descomunal ‘With Light And With Love’, tema con el que cerraron el concierto y cuyos casi diez minutos nos llevaron a un éxtasis de psicotrópicas guitarras y subidas y bajadas de intensidad. La combinación con las seis cuerdas de Jarvis Taveniere no puede ser más perfecta y desde los teclados John Andrews pone la puntilla mágica a las canciones.

Tal vez en el escenario principal (con un sonido más potente durante todo el festival) sus canciones habrían lucido más todavía pero nos despedimos de ellos con ganas de más y la sensación de que este sí que había sido uno de los conciertos del fin de semana.

Iván Díaz

Primal Scream @ Escenario Estrella Damm

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Unos minutos antes de la hora de los vampiros una pantalla gigante emitió y confirmó la presencia de The Divine Comedy para la próxima edición del Vida. Mientras, entre bastidores, los mayores vampiros del rock and roll se preparaban para arrasar cual huracán a su paso con todo el respetable al ritmo de su repertorio, heredero de unos Rolling Stones que ya están más que superados y de los mejores viajes ácidos de los 90. La banda subió al escenario como un torbellino, sin Mani y con el recuerdo a la memoria del fallecido Throb, miembros de una formación con la que siempre les había visto durante la segunda mitad de la década anterior.

No obstante bastó con la sola presencia de Bobby Gillespie para poner patas arriba el recinto. Pálido, delgado e igual de melenudo y fiestero que siempre parecía pasear cierto halo de inmortalidad mientras gritaba verdades revolucionarias como las que proclaman ‘Kill All Hippies’ o ‘Accelerator’. Y así es señores, ustedes tienen el dinero pero ellos tienen el sonido, un arma infinitamente más poderosa que cualquier chequera.

Con una recta final de vértigo se despidieron lanzando una detrás de otra su mejor artillería. Temas como ‘Swastika Eyes’, ‘Country Girl’, ‘Loaded’, ‘Movin’ On Up’ y ‘Rocks’ hicieron bailar hasta a los relajados y simpáticos camareros.

David Doinel

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Además de todos estos conciertos (los cuales disfrutamos de principio a fin) entre viajes a la barra, visitas a los puestos de comida, momentos de descanso y charlas con los amigos también nos dejamos caer por La Cabana Jägermusic, pequeño escenario pero con mucho encanto. Por allí pasaron bandas como las jóvenes Mourn, cuyo enérgico rock noventero escuchamos a lo lejos, unos The Saurs que atrajeron a bastante público con su divertido y frenético punk rock garagero o Los Mambo Jambo, quienes a ritmo de rockabilly jambofónico pusieron a bailar a todo el que se acercó por allí tras el concierto de Primal Scream.

Mención especial merece también La Daurada, recinto en el que tuvo lugar la jornada del domingo y situado junto a la playa de Vilanova. Allí nos rendimos ante una preciosa puesta de sol mientras descansábamos en sus tumbonas, con música de fondo y constantes visitas a su escenario. Por él pasaron grupos como Les Sueques, que dejaron muy buenas impresiones con unas canciones que se mueven entre el indie más rockero y el post punk, Le Petit Ramón o Modelo De Respuesta Polar, a quienes ya disfrutamos en una de las fiestas de presentación del festival.

Creo que no hay duda. El año que viene volveremos a visitar Vilanova I La Geltrú. ¡Larga vida al Vida!

Fotografías: Mika Hirsi (Vida Festival)

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