Qverno + Niña Coyote eta Chico Tornado @ El Sol (Madrid) 16-01-2020


Había ya mono de que volviese la música a las salas de la capital. Después de la temporada de festejos navideños, el underground se calentaba con el concierto doble de Qverno y Niña Coyote eta Chico Tornado. Ración doble de stoner para comenzar la temporada por todo lo alto en una Sala El Sol llena hasta los topes.
Abriendo la noche subían al escenario Qverno, ese supergrupo articulado por Alain Martínez con miembros de bandas como Minor Empires, Trono de Sangre y Dinero. Faltó Ekain Elorza por compromisos con su otra banda, Morgan, pero la pegada estaba más que cubierta con Julen Arbiol a las baquetas. Continuando con la presentación de su disco de debut, Qverno metían la directa desde el principio con ‘El Camino’, un pelotazo de intensidad del que no se bajarían hasta el final. Los delirios guitarreros de Alain Martínez y el frenético Fernando Moreira protagonizaban los mejores momentos con temas como ‘Vampiros de Neón’, ‘Convulsiones’, ‘1%’ y ‘Automático’. Una densidad negruzca que se encargaba de intensificar desde el bajo Javier Seisdedos, sosteniendo con sus líneas la base de todo aquello. Había ganas de verles en las las distancias cortas y no defraudaron, ganando en directo varios puntos respecto al ya de por sí buen disco con el que se presentaban el pasado año.
Tocaba entonces dar el relevo sobre el escenario a Niña Coyote eta Chico Tornado, dúo de ritmo demoledor que a golpe de cañonazos se colaba el pasado año en nuestra lista de los mejores discos estatales. Después de haberles disfrutado también en el festival Tomavistas, llegaba el momento de escucharles en la intimidad de una sala. Lo suyo es crudo y directo a la yugular, aquí no hay sorpresas. Siempre en el tono sombrío, brillaron con la explosión instrumental de ‘Jungle Tornado’ y la maravillosa apisonadora comandada por la cadencia de Úrsula, que nos pasaba por encima con cortes más pretéritos como ‘Zauririk Ek’, ‘Hotsa’, ‘Txaman’ o ‘Ulehertu’. No faltaban las pedradas de ‘Metl’, ‘Cabezacubo’ y la descomunal ‘Azeri eta Herio’, donde, como el acero y el hierro se compenetraban sobre las tablas con esa sonrisa que se dibuja en la cara de quienes están en pleno éxtasis. Sin duda, una gran noche para comenzar con fuerza otro año que esperemos llegue cargado de conciertazos como este.