Mad Cool Festival 2017 @ Caja Mágica (Madrid)


Después de haber alcanzado el beneplácito mayoritario de público y crítica en su debut, y con la difícil tarea por delante de confeccionar un cartel a la altura de las expectativas generadas el año anterior, lo cierto es que la segunda edición del Mad Cool Festival ya se presagiaba maldita desde su primera jornada. Un diluvio con tintes de castigo bíblico desbordaba todas las previsiones meteorológicas y se establecía en pleno mes de julio, en todo lo largo y ancho de Madrid, extendiéndose según los expertos justo durante los tres días que duraba el festival. Se equivocaron casi en todo. Mientras que se pronosticaban lluvias leves y moderadas durante prácticamente toda la programación, finalmente todo el agua que debía haber caído de manera equitativa a lo largo de las jornadas se precipitó con fuerza monzónica en las primeras horas de la tarde del jueves, tras lo cual resultaba poco menos que milagroso ver tormentas eléctricas en todos los puntos del horizonte mientras que el cielo sobre el recinto se abría poco a poco, trayendo de nuevo algo de calma, no exenta de la sospecha permanente de que volviese el temporal en cualquier momento.
No obstante si por algo pasará a la historia esta edición del Mad Cool Festival, tristemente no será en absoluto por las inclemencias del tiempo ni tampoco por su música. Justo antes de la actuación más esperada de la noche del viernes, el acróbata Pedro Aunión fallecía al caer desde una altura de 30 metros mientras realizaba una danza aérea al lado del escenario principal. Las noticias de la tragedia se extendían al instante por el terreno siempre pantanoso y cínico de las redes sociales, que clamaban coléricas la suspensión del evento ante el contraste que suponía ver el recinto más lleno que nunca para ver el concierto de Green Day. Sin entrar a valorar cuestiones éticas y morales, que posiblemente deberían ser cuestionadas por cada uno de manera individual sin cargarle la responsabilidad a otros, la organización del festival en coordinación con los operativos de seguridad y emergencias decidían continuar con el evento alegando posibles problemas de seguridad. A la espera de que las autoridades competentes resuelvan las múltiples incógnitas derivadas del siniestro, nosotros solo podemos mandar un abrazo afectuoso al entorno del artista y hablar de una de las pocas cosas que tenemos seguras, y es que en la Caja Mágica hubo tres días de actuaciones y música, que sin ser lo más importante en la vida, es lo que nos ocupa en estas páginas y lo único que nos atrevemos a juzgar de manera tajante, siempre según nuestro humilde criterio subjetivo.
The Lumineers @ Escenario Mad Cool (06-07-2017)
Seguramente uno de los grupos que más sufrieron las inclemencias meteorológicas fueron ellos. Con algo menos de una hora programada en mitad de la tormenta, The Lumineers solo se atrevieron a salir a escena cuando el cielo se despejó para lo que restaba de jornada. Sin un segundo más que perder, el grupo norteamericano tuvo que ajustar su setlist a la mínima expresión, dejando únicamente espacio para seis temas en los que fueron al grano con sus mejores éxitos. ‘Flowers in Your Hair’ abría el concierto seguido de una coreada ‘Ho Hey’. Turno entonces para los nombres propios de mujer con la ristra conformada por ‘Cleopatra’, ‘Angela’ y esa ‘Ophelia’ algo premonitoria: “Oh, Ophelia, you’ve been on my mind girl since the flood”. Altas dosis de melancolía y folk que se humedecieron tras la lluvia y pese a la calidad de su sonido resultaron insuficientes para terminar de conectar con su directo. Esperamos poder verles en otra ocasión con mejores condiciones.
Texto: Luis Arteaga
Quique González & Los Detectives @ Escenario Radio Station (06-07-2017)
Quique González es una apuesta segura en cualquier formato. Convertido en un asiduo de nuestras páginas, hemos disfrutado de su música en todas las versiones posibles, saliendo a hombros en solitario o escoltado por todos sus Detectives. Precisamente junto a ellos llegaba al festival para ofrecer un concierto en la Estación de Radio, escenario idóneo para grabar un CD-DVD en directo, que pesé a algunos fallos puntuales de sonido, se contó por victoria después de haber sorteado el diluvio torrencial que azotaba en el recinto apenas una hora antes.
Empezando por lo más reciente, González repasó al detalle su último trabajo discográfico, del que sonaron enérgicas ‘Sangre en el Marcador’, ‘Orquídeas’, ‘No Es Lo Que Habíamos Hablado’ o la siempre conmovedora ‘La Casa de Mis Padres’. Como ya viene siendo habitual, en voz de Nina sonó también esa joya titulada ‘Charo’ y una ‘De Haberlo Sabido’ que languideció un poco el ambiente pese a tratarse de una obra maestra. Por supuesto no faltaron himnos imprescindibles como ‘Salitre’, ‘Dallas Memphis’ o ‘Vidas Cruzadas’, a los que añadieron algunos menos comunes en sus bolos pero igualmente abrasivos como por ejemplo ‘Conserjes de Noche’. Hay cosas que no cambiarán nunca, y por muchas veces que hayamos visto a Quique Gonzalez en directo, con canciones así siempre será un placer volver a acercarse a sus conciertos para emocionarse de nuevo.
Texto: Luis Arteaga
Foo Fighters @ Escenario Mad Cool (06-07-2017)
El regreso de Foo Fighters a nuestro país es uno de esos que casi justifican la existencia de un festival y les garantiza el éxito absoluto, al menos para el día en el que encabezan su cartel. Tras su rotundo sold out en el Palacio de los Deportes de Madrid y la frustrante cancelación de su concierto en Barcelona unos años después, las ganas de ver a la banda en directo de nuevo eran muy grandes, y en un caso de auténtica justicia poética el vendaval dio paso a una noche despejada y de preciosa luna llena. Así se encargó de remarcarlo un Dave Grohl que salió tan enchufado como siempre y que llevó en volandas durante toda la noche al público gracias a esa facilidad innata para conectar con la audiencia de la que siempre ha hecho gala.
A pesar de un sonido algo falto de decibelios en los primeros compases, arrancar el repaso a una carrera con un tema como ‘Everlong’ hace que todo fluya cuesta abajo. Sin un disco nuevo que presentar y con la vista puesta en el futuro solamente para ofrecernos una ‘Run’ que fue coreada como si de un clásico se tratara, la banda se permitió el lujo de ofrecer un grandes éxitos de manual. Y es precisamente de eso, de hits, de lo que los Foo van sobrados. ‘Monkey Wrench’, ‘Learn to Fly’, ‘The Pretender’ o una edulcorada versión de ‘Big Me’ con mecheros en alto copaban la primera parte del concierto. La épica y siempre ascendente ‘Walk’ seguida de una ‘Cold Day in the Sun’ en la que el batería Taylor Hawkings tomaba el protagonismo vocal daban paso a otro tridente letal formado por ‘All My Life’, ‘Times Like These’ y ‘My Hero’. Y ya en la parte final enlazaban una ‘White Limo’ en la que invocan la potencia de los Queens of the Stone Age con las efectistas ‘Arlandria’ y ‘Rope’, dejando claro que con “Wasting Light” el grupo recuperó en 2011 cierto mojo perdido. Tras ellas, viaje desde el final hasta el principio enlazando ‘Run’ con ‘This is a Call’, tema que abría el debut homónimo del grupo, y despedida final, sin bises y con Grohl prometiéndonos que no pasaría demasiado tiempo hasta su próxima visita y lanzando desde las entrañas las frases iniciales de la hipercoreada ‘Best of You’.
Tal vez no sean unos virtuosos de sus instrumentos, tal vez esos “solos” que se marcaron Pat Smear, Nate Mendel o Chris Shiflett en sus presentaciones fueran más entrañables que otra cosa, tal vez para muchos nunca dejen de ser “el grupo del batería de Nirvana” pero lo que es innegable es lo fácil que es disfrutar de un concierto de Foo Fighters, lo fácil que es para ellos facturar singles imperecederos y lo cómodos que se sienten conectando con audiencias masivas. Una de las últimas grandes bandas de rock que nos quedan.
Texto: Iván Díaz
Kurt Vile & The Violators @ Escenario Koko UK (07-07-2017)
«Gracias a los Foo Fighters por abrir para nosotros». Con este simpático chascarrillo iniciaba su actuación Kurt Vile, sabedor de la dificultad de enfrentarse a un público que acababa de presenciar el que para muchos era el motivo principal de su paso por el Mad Cool. Kurt Vile y su maravillosa banda The Violators no se arrugaron y consiguieron ofrecer tal vez uno de los mejores sonidos de todo el festival. Sin duda su propuesta pide a gritos el cobijo de una sala más que un macro concierto, pero de igual modo despacharon unas melodías folk que han sabido traer mejor que nadie hasta la modernidad. De esa mezcla nacieron temas como ‘Dust Bunnies’, ‘Pretty Pimpin’ o la ensoñadora ‘Wakin on a Pretty Day’, pieza tan deliciosa que resultan cortos sus casi diez minutos de duración. No faltaron cortes a golpe de banjo como ‘I’m an Outlaw’, en el que Vile desafiaba nuevamente las convenciones musicales demostrando que está en un lugar fronterizo donde ahí el que pone las normas es él. Cierre perfecto para irnos a recuperar fuerzas para el próximo día.
Texto: Luis Arteaga
Rancid @ Escenario Mad Cool (07-07-2017)
En 1995 se publicaba “…And Out Comes the Wolves”, seguramente la obra cumbre de Rancid. Con su 20 aniversario llegaron las reediciones y a tenor de lo visto a su paso por el Mad Cool parece que la celebración sigue vigente dos años después. Bandera de fondo con la portada del disco en el escenario principal y set list centrado en un álbum con el que ponían en comunión el punk rock más elegante con las melodías más tabernarias. Temas como ‘The 11th Hour’, ‘Roots Radical’, la rockera ‘Ruby Soho’ o la festiva ‘Journey to the End of the East Bay’ mostraban la mejor cara de la banda liderada a cuatro manos por Tim Armstrong y Lars Frederiksen. Con sus pintas de hoolingans peligrosos, los dos cantantes y guitarristas se reparten el protagonismo en lo instrumental y también en lo visual. Infalibles en todas sus facetas, cumplieron con creces con la tarea de preceder a Green Day en el escenario principal del festival, como vienen haciendo en toda su gira europea. Y a pesar de tener un disco recién publicado, “Trouble Maker”, no sonaron de éste más de cuatro canciones, centrando su show en unos años 90 que definieron a la banda y sus posteriores pasos musicales. Además del repaso al ya mencionado “…And Out Comes the Wolves”, temas como ‘Something in the World Today’ o ‘Bloodcot’, del “Life Won’t Wait”, o ‘Salvation’ y ‘Radio’, de su “Let’s Go”, contentaron a un público joven que parecía no haber tenido problema en interiorizar el sonido de hace dos décadas.
Texto: Iván Díaz
Ryan Adams @ Escenario Radio Station (07-07-2017)
Son incontables las veces que hemos escuchado hablar sobre cómo internet ha matado a la música. Ya no se venden millones de discos y ya no surgen nuevos nombres que llenen estadios o tomen el relevo generacional de grandes intocables de la música como The Rolling Stones o Bruce Springsteen. No es el momento de entrar en dicho debate pero no puedo dejar de pensar que si alguien debería estar ahí, no en los próximos años, sino ya mismo, ese es Ryan Adams. Debo ser de los pocos que lo piensan, viendo como en Madrid quedaba relegado a uno de los escenarios pequeños del festival y seguramente ni siquiera él mismo lo crea, a tenor de cómo ha gestionado una carrera musical sin concesiones comerciales (¿cuántos artistas de éxito se permitirían publicar por sorpresa un disco de puro hardcore y años después versionar al completo un álbum de Taylor Swift?). Todo ello no hace más que engrandecer su figura y hacer que sintamos sus canciones como algo real, que te abraza y acompaña de por vida.
Poco dado a visitar nuestro país, su paso por el Mad Cool era para marcarlo en rojo en el calendario y a pesar de las altas expectativas su concierto no defraudó. Desde el comienzo, con ‘Do You Still Love Me?’ y su aparición en el escenario dando saltos como un adolescente, tanto el propio Ryan como su banda rayaron la excelencia. ‘To Be Young (Is to Be Sad, Is to Be High)’ fue el segundo pildorazo, con el que nos hizo viajar hacía el elegante country de su primera etapa para devolvernos rápidamente a la actualidad y presentar algunas de las canciones de su reciente “Prisoner”, como esa ‘Doomsday’ de afilada armónica, o una ‘Outbound Train’ por la que el desangelado Springsteen actual suspiraría.
Brillantes también ‘Gimme Something Good’ y ‘Stay With Me’, a las que dio una pequeña vuelta en lo vocal manteniéndolas vivas y, tras conseguir movilizar con ‘New York, New York’ a un público hasta ahora algo parado, nos regaló el que seguramente fue el momento más mágico de todo el festival. Escalofriante versión de ‘When The Stars Go Blue’ que encaró en solitario para ir añadiendo poco a poco al resto de su banda, alcanzando así el más placentero clímax instrumental entre las palmas del público. Con un setlist centrado en su parte más rockera y acelerada, fueron precisamente esos momentos en los que levantó el pie del acelerador cuando degustamos todos los matices de un sonido que te atraviesa el pecho y se aloja en tu corazón. ‘Come Pick Me Up’ es el máximo exponente de ello y como tal fue celebrada. Por otra parte, canciones como ‘Fix It’ y su riff inicial repleto de groove, la acelerada y rocanrolera ‘Shakedown on 9th Street’ o una excelsa ‘Cold Roses’ permitieron a Ryan mostrar su clase a la guitarra, en ésta última erigiéndose incluso como todo un guitar hero desde el borde del escenario en una ampliada jam instrumental que por momentos nos hizo viajar un año atrás y recordar al bueno de Neil Young. Precisamente no cuesta imaginar a Adams dentro de unos años como esa figura imponente, de inquietud musical y extravagancia constante y siempre, hasta el fin de sus días, trascendente. Ojalá lo veamos.
Texto: Iván Díaz
Green Day @ Escenario Mad Cool (07-07-2017)
El concierto de Green Day en el Mad Cool será siempre recordado por los acontecimientos relatados al inicio de esta crónica. Según informó la banda norteamericana, desconocían el suceso cuando salieron al escenario principal a ofrecer su recital y no fue hasta terminado el concierto cuando fueron informados. Solo así podría entenderse que siguiesen con su show sin ninguna concesión, un espectáculo que abría un conejo rosa dando saltos por el escenario. Número que forma parte de todos y cada uno de sus directos pero que en ese momento resultó especialmente grotesco y de mal gusto. Nunca sabremos con certeza si los componentes de Green Day sabían de antemano lo acontecido, lo que es seguro es que en mitad de toda aquella confusión, con poco ánimo y después de haber reflexionado lo que nos tocaba, decidimos quedarnos con todas las consecuencias.
Enfrente Billie Joe Armstrong aplicaba su fórmula magistral de rock de estadio: fuegos artificiales, subir a gente del púbico al escenario, solos guitarreros en la pasarela y un sinfín de trucos milimétricamente probados más de mil veces. En cualquier caso no sería justo decir que Green Day son solamente eso. Con un sonido que se mantiene inalterable desde que empezasen su carrera musical en los 90, la banda sacó a relucir algunas de sus canciones más actuales como ‘Revolution Radio’ o ‘Still Breathing’, aunque como no podía ser de otra forma los puntos álgidos de su actuación coincidieron cuando bombardearon con todo su arsenal de éxitos. Un camino que abrían ‘Holiday’ y ‘Boulevard of Broken Dreams’ para pasar a épocas más pretéritas con ‘Minority’ y retroceder aún más, llevándonos de golpe a nuestra adolescencia más exultante de la mano de «Dookie», álbum de 1994 que aún sigue siendo lo mejor que han hecho jamás. Difícil superar el nivel de ‘When I Come Around’, ‘Welcome to Paradise’, ‘She’ o ‘Basket Case’, temas que le pese a quien le pese marcaron una época y siguen sonando con la misma energía de entonces.
Ya un los bises no quisieron dejarse en el tintero ‘American Idiot’, ‘Jesus of Suburbia’, ’21 Guns’ y la melancólica ‘Good Riddance (Time of Your Life)’ en acústico que conseguía estrecharnos aún más el corazón y con la que se despedían a sus camerinos.
Texto: Luis Arteaga
Wilco @ Escenario Mad Cool (08-07-2017)
A pesar de que sus últimos trabajos de estudio hayan resultado cuanto menos mediocres, Wilco tienen un directo tan impecable como lo son sus sobrenaturales habilidades musicales. Una sensibilidad especial para facturar canciones llenas de matices que van mucho más allá del ramalazo folk que imprime Jeff Tweedy en sus trabajos en solitario. Manejando los siempre arduos compases de la distorsión y el ruido, el recital de Wilco combinó a partes iguales música de raíces con las atmósferas más espaciales. De este curioso matrimonio surgen canciones tan sobresalientes y llenas de tonalidades como ‘Via Chicago’, himno por antonomasia de la banda y que reúne gran parte de los incontables sonidos que conforman el universo de Wilco.
En su faceta más eléctrica y aplastante, ‘Art of Almost’ evidenciaba el enorme poder que tienen cuando Glenn Kotche se pone a aporrear la batería como si llegase el fin del mundo acompañado de los acordes más estridentes de la guitarra de Nels Cline, quien nos dejó boquiabiertos con el solo interminable de ‘Impossible Germany’. Un Cline que tampoco se quedaba corto con el pedal steel de una ‘California Stars’ que nos hacía flotar de nuevo por las nubes de Madrid. Y ampliando sus capacidades también a las melodías más vitales y luminosas, nos regalaban ‘Box Full of Letters’, ‘I’m Always in Love’ y una ‘I’m the Man Who Loves You’ que adornaron con bien de ruido y con la que empezábamos a alejarnos del escenario para no perdernos el espectáculo de Savages. Desde la distancia escuchamos el cierre con ‘I’m a Wheel’, que terminó por confirmar a Wilco como uno de los mejores grupos que pasaron este año por el Mad Cool.
Texto: Luis Arteaga
Savages @ Escenario Radio Station (08-07-2017)
El sábado, mientras las masas se arremolinaban en los escenarios principales para disfrutar de propuestas como las de Manic Street Preachers o Kings of Leon, nosotros buscamos cobijo en la explanada de los dos escenarios secundarios para comprobar una vez más que es allí, lejos de los grandes espacios, donde, generalmente, ocurren las mejores cosas de los festivales. Tal vez no sea políticamente correcto decirlo, pero el de Savages fue para mí el concierto (en mayúsculas) de este Mad Cool.
Tras un retraso en su actuación que empezaba a poner nerviosas a las primeras filas, Savages saltaron al escenario para callar cualquier boca con un sonido aplastante, oscuro y tan denso como nítido. No se me ocurre un grupo en la actualidad que sea capaz de domesticar el ruido y convertirlo en algo tan bello y tan lleno de rabia a la vez. Jehnny Beth hace suyo el escenario de una manera hipnótica y es imposible no sacar todo el fuego que llevas dentro cuando cruzas tu mirada con ella. Es así como incendió totalmente a un público que empezó moviendo el cuello y acabó entregado al pogo más salvaje, con la propia Beth cantando y volando sobre nuestras cabezas.
Sus canciones están siempre al borde de la catarsis, como a punto de explotar pero sin terminar de hacerlo, y es precisamente por eso por lo que te mantienen en vilo constantemente. Con una base rítmica aplastante y el bajo de la aparentemente inocente Ayse Hassan arrojándonos toneladas de distorsión, Gemma Thompson puede centrarse en arañar su guitarra, estrujándola y llevándola hasta el límite del ruido.
Una banda irrepetible. Cuatro puros animales de escenario que arrasaron todo a su paso y que se despidieron con sonrisa pícara mientras nos indicaban explícitamente cuál debía ser nuestro siguiente paso señalando el escenario Matusalem, donde Lou Barlow asentía con rotundidad ante el espectáculo que acababa de presenciar.
Texto: Iván Díaz
Dinosaur Jr. @ Escenario Matusalen (08-07-2017)
Mientras terminaban de tirar abajo el escenario de al lado Savages, J.Mascis miraba impaciente desde la distancia con una pose que cualquiera hubiese dicho que acababa de levantarse de la siesta. No pasa nada, él es así y nosotros le queremos como es. Ver a los Dinosaur Jr. en directo por primera vez era un sueño convertido en realidad. Un idilio que se truncó a las primeras de cambio cuando empezaron a tocar y la voz de Mascis resultaba inaudible para cualquier ser humano. Con diferencia tuvieron el peor sonido de todos los grupos que pasaron por allí, aunque por fortuna y ante la insistencia del público, mejoraron a medida que avanzó el directo y por fin pudimos escuchar algo de esa voz melosa que resulta parte fundamental del estilo de la banda. No obstante si alguien es capaz de trasmitir emociones arañando las seis cuerdas de una guitarra (incluso con cinco, cuando rompió una de ellas con sus violentos rasgueos) ese es sin duda Mascis. Nadie mejor que él sabe sacar esas melodías afiladas que bien podrían justificar todo tipo de alardes sobre las tablas y que en cambio declina con su aparente pasividad en directo. El pintoresco contrapunto lo ponía un Lou Barlow convertido en una bestia incontrolable al bajo, golpeando con violencia el mástil o cortando los ritmos más punzantes junto a la siempre contundente batería de Murph, auténticos pulmones de Dinosaur Jr.
Pero si ellos son los que dan aire al grupo, el corazón lo pone de nuevo Mascis. Fruto de sus visceras nos regaló su ya clásica versión del ‘Just Like Heaven’ de The Cure, que comenzaba a desatar la locura entre el respetable. Chute de adrenalina que alcanzaría el éxtasis colectivo con ‘Feel the Pain’, donde más de uno sentimos de nuevo la irrefrenable llamada de la juventud y casi sin saber cómo acabamos en medio de un pogo bañados en sudor. Igualmente rejuvenecedores sonaron ‘Start Choppin’ y ‘Freak Scene’.
Parando en mitad de la actuación para rendir un sentido homenaje al artista Pedro Aunión, a quien se le dedicó un minuto de silencio en todos los escenarios, Dinosaur Jr. terminaron su recital dejando sin repasar temas imprescindibles de su discografía más reciente como ‘Watch the Corners’, ‘Pieces’ o ‘I Want You to Know’, por citar solo algunas de las obras maestras que esconden el penúltimo y antepenúltimo disco de la banda norteamericana. Después de todo lo vivido durante estos tres días era lo de menos y con ellos cerramos nuestra particular experiencia de un festival extraño que nunca olvidaremos.
Texto: Luis Arteaga