Everlong Live Sessions – Biela


En una escena especialmente repetitiva que oscila a merced de las modas, Biela se desmarcaban desde sus inicios siguiendo su propia intuición, demostrando un gusto musical muy particular, capaz de aunar diferentes influencias sin perder de vista el presente y la frescura de la juventud. Armonías y dejes que viajan en trenes de ida y vuelta, conectando desde el emo al pop-rock, pasando de puntillas por el rap o la música urbana. Unas canciones que nos llegaban a finales de 2020 en un sobresaliente EP, y que cristalizaban en un debut en larga duración el pasado año.
Al poco de echar a rodar, hacían frente a un cambio de formación, pasando de dos guitarras a una. “El EP fue un rollo diferente por el hecho de tener una guitarra más. Yo creo que eso se notó mucho. Te venían otras influencias como lo que puedes decir; del emo americano de los 90s y los 2000. Pero creo que sí mantuvimos la esencia del EP en el disco, con temas como ‘Siento Si’, con ese principio sintetizado y ese fraseo más urbano”, comenta Alberto de Lara. Unas inquietudes que surgían de manera natural y que, tal y como ellos mismos afirman, están sujetas al cambio permanente: “No hay una búsqueda de nada concreto, es lo que sale. La idea era hacer un álbum con un sonido que te guste, con el que estés cómodo y que lo disfrutes. A medida que vas tocando, muchas veces cambias, porque te apetece probar otras cosas”, puntualiza Álex de las Heras.
Instrumentalmente, el grupo adereza sus composiciones con destreza, demostrando un bagaje en bandas anteriores que, pese a no estar reflejado en su trayectoria pública, es extenso y termina por consolidar su propuesta en unos directos arrolladores y llenos de matices. “Yo vengo de Conservatorio, pero vamos, que al fin y al cabo eso te da una base musical, pero yo donde me he curtido y he aprendido esto ha sido tocando. Y luego inquietudes; yo tocaba la trompeta en el Conservatorio y lo que me gustaba era el rock y la guitarra, así que me puse con ello”, dice entre risas David Marín, oficialmente bajista en Biela pero auténtico multiusos de la música. Pero por encima de cualquier ego refuerzan la idea de grupo: “Todos somos gente muy musical, pero aparte de eso hemos hecho muy buenas sinergias. El ego se cura tocando con gente. Porque hay mucha gente que toca sola, toca superbien pero luego vas con alguien y dices, vale: cuándo tengo que tocar y cuándo tengo que callar, porque lo que cuesta realmente es callar. ¿Cuándo estás aportando y cuándo estás molestando? Y eso es lo que, tal vez, hemos aprendido los tres de bandas anteriores, al margen de saber moverte un poco por el circuito y tal”.
En las letras, Biela muestran al mundo un imaginario que conecta con esa edad bisagra, situada entre la adolescencia y el mundo adulto, cuando la vida te empuja a tomar decisiones y todo tu mundo cambia para siempre. Una melancolía que el trío madrileño hacía extensiva a ámbitos que van mucho más allá del romanticismo. El dilema de hacerse mayor, tener más responsabilidades y un tiempo cada vez más finito, empapa cortes como ‘Siento Si’ o ‘Mil Ganas’, dedicados a la amistad más pura. “Casi todo el disco es una mirada atrás. Siempre lo hemos dicho, que el disco era como cerrar un ciclo. Esa edad entre los 24-25 años, que seguimos ahí en una burbuja que no sabemos muy bien qué hacer y que sientes que vas perdiendo un poco todo lo bueno que has vivido atrás”.
Esos flashbacks recorren el desamor, que se cruza también con la inocencia de ’16’s’ o las discusiones de ‘Si Quieres’, mostrando también el anhelo del pasado incluso en los momentos felices de pareja de ‘<3’, con ese imaginario universitario que se repite con maestría en ‘TFG’. “Al final es eso, hay temas que hablan de familiares, de amor, de amistad… Sobre todo es un disco que habla mucho de relaciones y de personas”.
De todas estas miradas por el retrovisor, especialmente emotiva y universal resultaba la planteada en ‘Tobogán’, recordando la niñez más electrizante y despreocupada con un nudo en el corazón. Precisamente con esta canción siento que se cierra un circulo personal con Biela. La primera vez que escuché este tema fue en este mismo salón donde se realizaron estas Everlong Live Sessions, en la casa familiar de David López y Carmen S. Ulla, mientras elaborábamos el especial aniversario de Limbo Starr. Recuerdo con especial emoción ese día en el que David López me ponía entusiasmado en su tocadiscos la maqueta de ‘Tobogán’. Meses después, volvía a sonar en el mismo escenario, en esta ocasión en vivo y en directo con sus protagonistas.
Antes de dejaros con esta nueva entrega de las Everlong Live Sessions, os recordamos que este mismo jueves, 3o de junio, Biela estarán tocando en la sala Moby Dick de Madrid. Uno de esos bolos que recomendamos encarecidamente. Para abrir boca, valgan como excusa las interpretaciones en rigoroso acústico que nos regalaban de la ya mencionada ‘Tobogán’, y la especialmente cruda, ‘El Final’. ¡Esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros!