Recuerdo cuando a finales del pasado año nos mandaban desde Limbo Starr las primeras canciones de un grupo emergente llamado Biela. Me bastó media pista para entrar de lleno en esas melodías de guitarra y esas baterías de alma emo y carcasa pop. Fraseos por momentos cercanos al rap y una frescura salvaje, capaz de girar los temas en cuestión de segundos, cambiando la sutileza instrumental y vocal por guitarrazos y alaridos. Una auténtica maravilla que se culminaba en formato EP con «Otoño». Ilusionante arranque del que poco a poco íbamos conociendo más canciones gracias a sus directos. Siempre es emocionante ver nacer a un banda con la que conectas inmediatamente.
En este tramo final de 2021, Biela editan su debut en largo, «Un Día Más», uno de mis discos favoritos que dejará este año tan raro. Y eso es mucho decir para una banda recién estrenada. Con un componente postadolescente que impregna todas sus canciones, este es un álbum lleno de nostalgia y de dudas. Las propias de esa etapa donde el tiempo deja de ser infinito y responsabilidades de todo tipo llaman a tu puerta. Con la urgencia de la juventud, empiezan con energía con ‘Un Día Más’, donde las baterías cambiantes de Alex de las Heras y las líneas de graves de David Marín sujetan un ritmo aplastante sobre el que la voz de Alberto de Lara vuelve a virar de registro, dejándose la garganta o calmando a las fieras. Un corte que me recuerda a los siempre intensos Cala Vento. Con ese ansia vital, ‘Mil Ganas’ sigue hablando de la morriña del paso del tiempo, desde la niñez hasta ayer mismo. Aquí conectan también la generacional ’16s’ y sus latigazos power pop o la inmensa ‘Tobogán’. Seguramente la mejor canción de la colección, un himno inmediato que gritar puño en alto. Sensacionales esas líneas casi rapeadas por de Lara y la forma en la que las guitarras se enrabietan para acabar pasándonos por encima con otra letra tremenda.
Reflejando aún más estos cambios de vida, el emo se apodera de la cruda ‘Si Quieres’, mientras que el autotune y las bases procesadas conquistan el inicio de ‘Siento Si’. Ejemplo perfecto de que las influencias de Biela son permeables a la actualidad musical sin sonar impostados y, por qué no, del gran trabajo de producción de Santi García, dando forma a todo esto desde Ultramarinos Costabrava. A pecho descubierto, el romanticismo más pasteloso se vuelve sincero a más no poder bajo la pegada de ‘<3’ o ‘El Final’. Aunque para el remate definitivo me dejo ‘TFG’, otra intro descomunal que da fe de la calidad musical del trío y una letra generacional que resume a la perfección el tedio de enfrentarse a las tareas ingratas de la vida adulta. Hace algunos años ya que dejé atrás esa etapa de transición, pero escuchando a Biela aún me acuerdo nítidamente de los sentimientos que describen sus letras. Son, por mucho que cambien las cifras en el calendario, emociones universales.