Entrevista con L’Hereu Escampa: «Teníamos ganas de experimentar, derribar las canciones y montarlas con recursos nuevos, como podían ser el bajo y el sintetizador»


«Futur Ancestral» es lo nuevo de L’Hereu Escampa. Un tercer largo que llega unos cuantos años después del anterior y cuando algunos pensábamos ya que el proyecto igual no seguía adelante. No solo lo hace, sino que se rodea de un nuevo empaque sonoro en el caben elementos como bajos y teclados, dando a sus canciones una vida que va más allá del punk más crudo y directo al que nos tenían acostumbrados. Con sus canciones ya bien interiorizadas y teniendo claro que es uno de los discos que más vamos a escuchar este año, contactamos con el dúo catalán para lanzarle algunas preguntas sobre esta nueva etapa. A la espera de que pasen por Madrid y podamos continuar esto en persona, Carles Generó nos cuenta por mail unas cuantas cosas sobre «Futur Ancestral» y el momento dulce por el que pasa el grupo que completa Guillem Colomer y al que se ha unido ahora para los directos Pilar, de Luces Negras.
Han pasado cinco años desde la publicación de vuestro anterior disco, «Pren la Matinada». Es bastante tiempo, pero es verdad que entre aquel y vuestro debut también pasaron cuatro. ¿Es simplemente vuestra manera de afrontar el proceso de creación o esta vez ha habido otros factores que han alargado los tiempos?
¡Parece una eternidad ya! Entre «Llamp de Déu» y «Pren la Matinada» nos sacamos la espina con el EP de «Esclafit», pero esta vez han sido cinco años de silencio en los que hemos desconectado, relajado y retomado el proyecto. En estos años ha habido muchos factores, tanto personales como sociales obvios, que han alargado el proceso. Necesitábamos recuperar energías y motivación para meternos al lío otra vez. Y lo conseguimos llevar adelante.
¿En algún momento, durante estos últimos cinco años, habéis pensado que tal vez no volveríais a publicar un disco como L’Hereu Escampa?
Los dos primeros años fueron de reposo, de desconectar del proyecto y de esperar a ver si nos encontrábamos otra vez Guillem y yo y ver si se encendía la chispa. Se había enfriado la motivación y estábamos cansados, perdidos y desorientados. Ya no tenía sentido forzar la situación, así que decidimos tomar una pausa y ver qué pasaba. En ese momento creo que los dos teníamos la duda de que igual se había acabado. Eran muchos años de tocar, de dar conciertos y de ser solo dos personas en un proyecto muy intenso. Pero al final nos dimos cuenta de que nos echábamos de menos. Fuimos a comer y empezamos a quedar y a hacer canciones. Sentíamos de nuevo la motivación y la emoción. Poco a poco recuperamos la complicidad musical y esto nos unió de nuevo. Al final, pues aquí estamos, presentando «Futur Ancestral», nuestro tercer largo.
En estos últimos años quienes se han quedado por el camino han sido el sello Famèlic, con quienes publicasteis vuestros dos anteriores trabajos. ¿Cómo ha sido el acercamiento y desembarco en Beauty Fool Records y Hidden Track, coeditores del nuevo disco?
Pues al final ha sido como el proceso natural y sincero de todo. Hidden Track estaban apoyando a Famèlic en algunos aspectos, así que ya nos conocíamos y nos gustaba la forma de trabajar que tenían. Con Beauty Fool Records pues nada, al final yo formo parte del sello y Dani y Edu son colegas de hace tiempo, así que todo adelante con la máxima confianza. Todo queda en familia. Nos gusta la confianza y profesionalidad que muestran Hidden y cómo se han ganado una posición cabezal en la escena catalana, currando mucho y con mucho esfuerzo. Y creo que lo están demostrando día a día. Por otro lado, con Beauty hay esa complicidad y afinidad en cuanto a gustos y forma de entender, más «do it yourself». Nos gustaba poder compaginar esas dos formas de trabajar y crear una gran red de apoyo. Por cierto, un abrazo para los grandes de Famèlic. Eternamente agradecidos.
El primer adelanto del álbum fue ‘Perafita’ y tengo que reconocer que me dejó alucinado. Melódicamente es impecable, y muestra una nueva cara del grupo, con las guitarras acústicas y la línea de bajo muy protagonistas. ¿Cómo fue la búsqueda de este sonido? ¿Os propusisteis premeditadamente romper un poco con lo anterior?
Pues teníamos claro que queríamos darle un giro al sonido y a las canciones, buscar una mano externa que interviniera y que le diera a los temas algo extra. Teníamos ganas de experimentar. No sabíamos de qué modo ni con qué fin, pero sí evolucionar, poder jugar con las canciones, derribarlas y montarlas con recursos nuevos para nosotros, como podían ser el bajo y el sintetizador, o más efectos. Sin duda alguna, Ildefons Alonso, de El Petit de Cal Eril, quien nos grabó y produjo el disco, dio en el clavo con el sonido. Mantuvo siempre nuestra esencia, sonando como más simples y básicos a veces pero a la vez con más elementos, que aportan amplitud y dinamismo.
Queríamos meter una línea de bajo a las canciones y al final esta adquirió el protagonismo absoluto. Sin él las canciones ya no son lo mismo. En el final de ‘Perafita’ le da el impulso necesario para esa épica rural. En cuanto a la guitarra acústica, ya aparecía en un par de temas de «Pren la Matinada», aunque más camuflada, eso sí. Aun así, originalmente ‘Perafita’ era en eléctrico, un poco más country, pero al llevarla a la acústica fue como abrir otra dimensión, más cálida y más melancólica. Esta decisión le dio un giro brutal al tema.
Viene además acompañada de un bonito videoclip, que parece una celebración de la amistad más primitiva. También creo que refuerza ese sonido crudo y desnudo, melancólico y rural.
El videoclip le va como anillo al dedo. Tal como dices, es una celebración de la amistad, de un reencuentro, de un volver a empezar. Viene a ser una recreación con “dramatización” de una comida que hicimos el mismo día de componer el tema. Queríamos expresar esa sensación de la manera más fiel posible y Daniel López y su equipo lo vieron perfectamente.
Además de encargarse de la producción, Ildefons toca bajos y teclados en el disco. ¿Qué ha aportado al sonido del grupo? ¿Os ha dado cierto empujón?
Ildefons nos dejó pasmados cuando grabó las líneas de bajo. Nos quedamos flipando y vimos que ya no había vuelta atrás. Teníamos en mente un bajo más lineal, en segundo plano, que simplemente reforzara, pero no fue así. ¡Y mejor! Al aparecer el bajo como un elemento más en juego nos ayudó a enfocar mejor las estructuras y a desencallar algunas partes de las canciones. El bajo lleva el ritmo y la cadencia, aparece en el momento que tiene que aparecer y en su máximo esplendor. No está ahí por estar, es una parte esencial más. Aprendimos otra manera de enfocar la composición y el sonido del disco, trabajando mucho más la parte de postproducción. Ildefons nos abrió los ojos al mundo de los plugins y efectos y no nos escondemos a la hora de explicarlo. Fue muy guay empezar a ensuciar voces, doblarlas y llenarlas de efectos. A distorsionar baterías y octavar guitarras hasta limites insospechables. Fue muy divertido y sugerente, y el resultado final es elegante y fino. Nos aportó la frescura necesaria para no dejarnos indiferentes.
También nos dimos cuenta grabando con él de que menos es más. Hasta el momento grabábamos todo en directo, quedándonos con la mejor toma e intentando llenar todo al máximo. Teníamos como una especie de complejo por ser solo dos instrumentos en juego. En este disco aprendimos a escuchar las canciones, lo que nos pedía cada una.
Es sorprendente la influencia que El Petit parece estar ejerciendo sobre otras bandas en los últimos años, con producciones como esta, o todo el trabajo de Jordi Matas y Joan Pons. ¿Se les está reivindicando lo suficiente?
Si, la verdad es que han creado una estética y una forma muy concreta de trabajar de la que no había referentes próximos. Respetamos mucho esa pureza en la que se basan. Sin duda, han dado un impulso a muchas bandas a buscar nuevos registros y creo que hay un antes y un después desde que empezaron a producir y grabar discos. Crear una marca de sonido que en seguida se asocie a una banda o a un productor creo que es un éxito indudable. Han conseguido hacerse un hueco en el panorama musical consiguiendo un respeto claro.
Además de ‘Perafita’, otro tema que sorprende mucho es el inicial, un ‘Un Altre Día’, en el que os marcáis una parte central con un fraseo muy peculiar, con el bajo de nuevo muy presente y hasta algunos efectos vocales. Una apertura de disco valiente y ¿una declaración de intenciones?
En la parte que comentas no hay guitarra, el protagonismo lo tiene la voz y el fraseo de bajo. Cada elemento aportando sin destacar por encima de ningún otro. Luego era cuestión de aportarle frescor y amplitud y ahí es cuando jugamos con los vocoders y distorsiones en la batería, generando ese efecto. Al final era una canción muy completa, que tenía todos los elementos que van apareciendo en el disco, tanto estilística como emocionalmente. Perfecta para abrir.
En ella cantáis: “el pasado ya se ha acabado, solo queda pensar en el presente. No hay futuro”. ¿Visión pesimista del mundo que habitamos o simplemente intención de disfrutar del presente?
Ya. A veces me suena a eso del carpe diem y todo el rollo y me da vergüenza jaja. Pero no sé, son como las ganas de mirar adelante pero tampoco muy lejos, porque el futuro a largo plazo es super etéreo. Es más bien creer en un futuro inmediato, de ahí que no diga vivir el presente sino “pensar” el presente. Pensar y existir al mismo tiempo.
Por lo general, las letras reflejan una cotidianeidad que parece sencilla de plasmar pero no lo es tanto. ¿Cómo es el proceso de escritura? ¿Tenéis algún referente, cercano o no, en esta manera de hablar de plasmar vivencias o ideas tan cotidianas en canciones?
Hay un poco de todo. Hay letras que escribo que surgen de ideas o sensaciones más oníricas, sin saber de dónde vienen ni que quieren expresar, pero que acaban dando una sensación concreta. Es difícil expresar emociones que igual ni uno mismo entiende. Son letras que crean una imagen en tu cabeza y que relacionarás siempre con esa canción. Véase ‘Un Altre Dia’, ‘Febre i Remeis’ o ‘Corre la Fortuna’. Hay otras que han surgido de querer expresar un momento o un recuerdo concreto y he querido transportarlo a un terreno más metafórico para generar un hilo conductor con las otras las canciones. En este grupo están ‘Setembre’, ‘La Pira’, ‘L’imprevist’ o ‘Pell Daurada’. Otras letras han surgido en el local escupiendo frases entre los dos, hablando sobre algo vivido y con lo que, poco a poco, hemos montado partes a modo de puzzle hasta conseguir la letra final. Ejemplos claros son ‘Perafita’ y ‘Bicicleta i Natació’.
Siguiendo con los referentes, ¿qué os ha llamado la atención musicalmente de estos últimos años? ¿Alguna banda que os haya influenciado recientemente o creáis que os haya podido abrir las miras en cuanto al sonido del grupo?
¡Buf! Difícil, porque hay muchas cosas que nos han llamado la atención. Personalmente te podría decir que Blood Orange y Tony Molina han marcado un antes y un después estos últimos años. Pero para nombrar algunas influencias más directas del disco podría decirte Frankie Cosmos, Dear Nora, Hovvdy y Alex G. Al final, toda la música que escuchamos nos aporta algo, se acerque más o menos al estilo de nuestras canciones. Es lo divertido, que de repente saques influencias de donde no esperas.
El disco se publicó primero en su formato físico, en vinilo, y meses más tarde en formato digital en las diferentes plataformas de streaming. Últimamente, y con los largos procesos de fábrica, es bastante más habitual que ocurra al contrario. Imagino que es una manera de darle valor al formato físico y recompensar, de alguna manera, a esas personas que apuestan por pagar por una edición física. ¿Cómo funcionó la propuesta? ¿Habéis notado más movimiento a partir del lanzamiento digital?
Estamos muy contentos con el resultado. La verdad es que en el momento en que Hidden Track lo propuso nos pareció arriesgado, precisamente por eso, porque siempre se ha hecho al revés. Pero nos pareció una idea muy guay el hecho de premiar el vinilo, el físico, y valorar por delante de todo el objeto más que lo digital. Si quieres escucharlo, tienes que comprarlo. La gente tenía ganas de oírlo y se vendió muy bien. La salida en digital y el comienzo de la gira de presentación ha acabado de darle impulso a la propuesta y está funcionando super bien. Se ha sumado todo. Ha habido gente que también nos ha comentado que no ha escuchado el disco aun y prefiere ver el directo y comprar el LP. Eso siempre está muy guay.
Contadnos algo sobre la portada, en la que combináis fotografía real con una especie de pintura al óleo.
Pues la fotografía es obra de Jordi Daví, fotógrafo y diseñador de Vic, y de su hijo de tres años, Quer, que es el autor de las pinturas. Jordi le deja fotografías suyas y Quer coge las pinturas y pinta encima, consiguiendo resultados muy interesantes. Sin un sentido estético pero con toda la potencia que supone la inocencia de un niño de tres años. Nos pareció tan genial esa interacción entre padre e hijo, creando todo un universo, que en seguida creímos que sería ideal para el disco jugar con ello. A partir de ahí, Quer se entusiasmó y empezó a dibujar y crear motivos que aparecían en las canciones, como la bicicleta, la guitarra, la batería o las montañas, generando un montón de material y de tacas de colores que aparecerían después en el artwork. A partir de todo ese material, Claudia Kidai se encargó de diseñar y montar todo acorde a la propuesta. Al final es la idea de unir pasado y futuro, cada parte aportando su grano de arena. Es el traspaso y la conjetura de generaciones. De transmitir. Es «Futur ancestral».
Habéis anunciado las primeras fechas de presentación del disco y todas ellas, salvo la de Valencia, son dentro de Catalunya. ¿Os resulta complicado salir a girar por el resto de la península? ¿Creéis que el idioma os pone algún límite en este sentido?
Pues hasta el momento hemos dado muchos conciertos fuera de Catalunya, por el sur, el norte, Canarias y unos cuantos en Madrid, y no creemos que el idioma haya sido un problema. No sé, quizá sí que no nos abre las mismas puertas que cantando en inglés o castellano, eso es verdad, pero no hemos tenido problemas en encontrar conciertos en la Península y en las islas. También creo que ahora existe una problema de sobreprogramación postpandemia que ha complicado el tema a la hora de encontrar fechas libres y cuadrar giras. La desaparición y las dificultades con las que se están encontrando algunos espacios autogestionados suponen un punto en contra a la hora de poder salir a la carretera. Pero todo vendrá para el 2023. De momento no queremos saturarnos y estar cada finde en la carretera. Compaginar trabajo y conciertos es algo agotador, así que poc a poc.
Como vimos en el vídeo de ‘Perafita’ grabado en la Vol, sois tres en el escenario, acompañados por una bajista. ¿Es la primera vez que incorporáis a alguien más en vivo? ¿Se va a convertir en una constante durante la gira?
Sí, es la primera vez que somos tres en el escenario y estamos super contentos de tener a Pilar, de Luces Negras, acompañándonos en directo. Hemos encajado genial los tres y hay una sinergia brutal en los directos. ¡Ya no hay marcha atrás! Igual alguna vez estuvimos convencidos de que l’Hereu Escampa siempre seríamos dos, pero ya antes de grabar «Futur Ancestral» íbamos con la idea de una nueva incorporación para el directo. Después de grabar el disco le propusimos a Pilar aprenderse las canciones con el bajo y teclados y que se incorporara al grupo. La verdad es que se gana mucha dinámica siendo tres. Eso y que, básicamente, las canciones nuevas necesitan el bajo y los teclados, porque si no pierden el sentido. También ha sido increíble ponerle bajo a canciones antiguas, que tocábamos solos los dos, y ver como han ganado en fuerza y potencia.
Fotografía: Jordi Daví