Entrevista con Enric Montefusco: «Buscaba que la autoría quedara en segundo plano, que el autor fuera casi lo de menos»


«Yo juego con una guitarra como puedo jugar con un boli, con un foco o cualquier otra cosa; especulo y ordeno pensamientos para transmitir ideas y cosas que necesito explicar» (Enric Montefusco)
La semana pasada Enric Montefusco publicaba «Coros de Medianoche», un EP que se convierte en la segunda referencia a su nombre tras toda una carrera con Standstill y en el que paradójicamente invita a cinco artistas diferentes a poner voz a sus canciones. Casi simultáneamente llegaba a las librerías «Carne de Cañón», obra literaria que recoge sus letras así como breves relatos autobiográficos que nos ayudan a poner en perspectiva una trayectoria llena de personalidad y valentía.
Aunque suene a tópico, realmente creo que Montefusco se encuentran en el mejor momento de su carrera. Sigue sorprendiéndonos y ofreciéndonos interesantes propuesta a cada paso y charlar con él siempre es un placer. Lo hicimos en su día para hablar de «Meridiana», su debut en solitario, y volvimos a hacerlo el pasado viernes para rebuscar en los entresijos de sus dos nuevas referencias. Aquí os dejamos el resultado.
Con tan solo un disco y un EP has conseguido crear un sonido propio muy reconocible. A pesar de que a estas canciones le ponen voz artistas con muchísima personalidad es muy claro que son composiciones tuyas.
Bueno es que la música es mía completamente. Esa parte no la hemos compartido y por eso es lógico que suene a mí y también que recuerde a “Meridiana”, porque sigo en esa onda. He contado casi con los mismos músicos y es esta sonoridad la que me interesa actualmente.
¿Nacen ya estas canciones pensadas para ser cantadas por otras voces?
Cuando las componía, la mayoría de ellas sabía que las cantaría otro artista, porque ya tenía la idea del EP en la cabeza, pero no sabía quién. A medida que se iban concretando ya me iban diciendo ellas mismas quién podría encajar. Y luego hay un punto en el que, como quería compartir la composición de la letra, ya lo dejé abierto para que participaran de forma más directa.
Por lo que veo en los créditos en tres de ellas, las que cantan Niño de Elche, Albert Pla y Nacho Vegas, compartís autoría en la letra. No sé si habías hecho esto antes en alguna ocasión.
Nunca.
¿Y cómo ha sido este proceso? ¿Te ha costado compartir algo tan personal como es una letra?
Bueno, ha sido un ejercicio muy interesante. Solo sentarte delante de alguien a quien respetas, tanto por su trabajo como a él como persona, e intentar encontrar un lugar común, ver similitudes, diferencias, intereses… Todo eso es muy enriquecedor, ya directamente como persona. Al final el resultado ha sido muy diferente a como sería si lo hubiera firmado yo y también buscaba algo así, que la autoría quedara en segundo plano, que se trataran temas pero que el autor fuera casi lo de menos.
¿Cómo lo trabajasteis? ¿Planteabas un tema como idea o ibas ya con un boceto algo definido?
Iba más bien con una idea y a partir de ahí a jugar y ver qué proyectaba cada uno sobre esa idea. ‘La Casa Museo’ es un buen ejemplo de esto, porque yo llevé una idea y Albert Pla la llevó mucho más lejos de donde yo la habría llevado.
Seguramente sea este el tema que más se lleva el “colaborador” a su terreno. Es tan personal todo lo que hace Albert Pla que tal vez es inevitable.
Sí, es que tiene un carácter tan fuerte… Pero al final para mí lo más interesante es cómo ha conseguido llevarlo a su terreno a partir de un concepto y una idea que no era suya. Se involucró mucho, ha sido muy exigente y eso supongo que también se ha notado a la hora de dejar huella.
Vais a ofrecer un concierto de presentación en el Teatre Grec de Barcelona el 25 de julio en el que van a participar todos los colaboradores. Conociéndote imagino que habréis preparado algo especial para esa noche en cuanto a escenografía y demás.
Sí, estoy en ello. Justo ahora estamos preparándolo y será especial en todos los sentidos. Obviamente porque están ellos, y eso será irrepetible literalmente, pero también por el repertorio, porque no será un concierto mío con ellos apareciendo puntualmente, sino que haremos unas canciones específicas juntos. Además el marco es fantástico.
Imagino que repetir esto en alguna otra ciudad será muy complicado pero no sé si tienes intención de girar con estas canciones o el EP será una transición entre discos.
Algunos temas imagino que los añadiremos al repertorio en un futuro pero en principio este disco no va a tener una gira de presentación.
Con “Meridiana” al final habéis girado mucho, ya hace casi dos años de su publicación y no habéis parado.
Sí, y creo que después de verano haremos alguna cosa más.
Siguiendo con “Meridiana”, cuando hablamos en su día, justo antes de la publicación del disco, se te notaba muy expectante por ver cómo funcionaba tu primer trabajo en solitario. Ahora, con perspectiva, la sensación desde fuera es que ha funcionado bien. No sé cómo lo has vivido desde dentro y si crees que has tenido que hacerte hueco en algún circuito diferente o ante un público distinto al que conocías de tu carrera con Standstill.
Al final para bien y para mal los circuitos son los que son. Está el de festivales, que es uno que necesito para llegar a la gente, y por ahí siempre he intentado ir, tanto con Standstill como en solitario. Y sí, aquí ha encajado muy bien. Una de las cosas que más me ha gustado de esta gira es ver como la puesta en escena musical tenía mucha caña y encajaba tanto en formatos y lugares más íntimos como en otros más grandes, porque cuando nos ponemos rítmicos y cañeros damos tanta caña o más que con Standstill, aunque de otra manera. En ese sentido el registro de esta gira ha sido muy polivalente. Por otra parte también hemos hecho teatros, salas… todo lo que hemos podido. Es un momento éste de tocar mucho, y tengo la sensación de que cada vez que toco delante de un público está funcionando, y sea un público nuevo o no, quiero que me vea cuanta más gente mejor.
¿Tienes la sensación de que se ha unido mucha gente nueva a este proyecto además de los seguidores que ya arrastrabas de Standstill?
Sí. Creo que ya el disco tenía una vocación de apertura, de quitarse prejuicios y de querer llegar a todo el mundo, venga de donde venga. La sensación es que hay una parte del público nueva, algo que ya ocurría también con cada disco de Standstill, pero en esta ocasión creo que hay un perfil más abierto, de gente que no necesariamente viene de donde yo vengo, y eso es una cosa positiva para mí.
Volviendo al EP, tengo que decirte que mi favorita es ‘Toda la Fuerza’, la canción con Niño de Elche. Cuéntanos cómo llegaste a él y si fue alguno de sus proyectos en particular el que te conquistó, porque también es un músico que ha tocado muchos palos diferentes. Nosotros le vimos hace poco con Exquirla en directo y fue impresionante.
Ya me llamó la atención hace muchos años su apertura de mente y luego descubrí su talento artístico y musical. Pero lo primero que me sorprendió fue su capacidad para ver la música y el arte desde una distancia que le permite jugar con ella de una manera privilegiada y siempre unos pasos por delante. Creo que se necesita gente así.
Luego ‘Tonada Negra’ y ‘El Baile’, los temas con Los Hermanos Cubero y María Arnal, me da la sensación que entroncan muy directamente con ese universo que iniciaste en “Meridiana”, esa relación con la tradición musical y la canción popular.
No es muy intencionado pero bueno, es que ellos ya marcan un carácter.
‘El Baile’ es además otra de mis favoritas, con esa instrumentación tan cuidada.
Seguramente en cuanto a instrumentación sea el tema más completo. ‘Toda la Fuerza’, por ejemplo, es un tema muy desnudo, pero en éste el vestido era muy importante. La aportación de los violines y el acordeón de Aleix Puig se notan.
Y el tema con Nacho Vegas, ‘Contra los Románticos’, es seguramente el más oscuro y diferente, a pesar de que es en el que más escuchamos tu voz.
Sí, creo que es el único en el que canto una parte solo. Me gustó el contraste entre su voz y la mía, él con un registro muy grave, que le pega a la letra y la canción, y luego aparezco yo más agudo y más melódico, como contraste.
Además es una canción que cierra muy bien el EP, que por otra parte se abre de esa manera tan potente con Niño de Elche.
Tengo la sensación de que hay varias capas de lectura y cada canción va abriendo un poco el espectro, por eso creo que cuando acabas el EP tienes ganas de volverlo a empezar habiendo visto ya todo lo que contiene. Me gusta que cada tema sea un mundo, pero creo que todos suman algo.
También queda muy bien reflejada la idea de disco coral en su portada.
También estoy muy contento con eso porque era dificil intentar representar iconograficamente esa intención, tanto de la presencia de varias voces como del tono mismo de las canciones, y ahí se me ocurrió recurrir a Goya, que siempre me ha gustado mucho, especialmente las pinturas negras y especialmente ésta, que cuando la vi aquí en El Prado me impactó mucho. Creo que realmente refleja el espíritu que hay detrás del EP. Ahí hay un trabajo del diseñador muy importante, porque yo puedo tener una idea y en este caso imagínate la locura que le propuse… Pero lo ha hecho muy bien, he quedado muy contento.
La semana pasada publicabas también el libro “Carne de Cañón”, que recoge algunos relatos breves y gran parte de tus letras. ¿Cómo surgió esta idea? Es un formato bastante original y no sé si te inspiraste en algún otro libro similar.
La verdad es que no. Yo estaba muy condicionado en el sentido de que no iba a escribir un libro entero, porque ni era el momento ni creo tampoco que esa sea mi función, escribir una novela o algo así. Lo que me interesó cuando la editorial me propuso sacar un libro fue juntar todo lo que he llegado a escribir en el formato que sea: canciones, pensamientos, reflexiones, muchas cosas autobiográficas… Y creí que para la gente que me sigue podría tener interés que tratara los temas por separado, no tanto por discos sino por temáticas, y de esa manera dar algo de luz a algunos temas que he tocado pero que pueden ser más ambiguos. También me permitió trabajar un formato que nunca había probado, que es el de relato corto, y en el cual me he sentido muy cómodo. He hecho uno para cada capítulo y con ellos introduzco cada temática.
Me ha gustado precisamente eso, que no haya sido una mera recopilación de letras en orden cronológico sino que estén agrupadas por temáticas, a veces siendo canciones muy distantes en el tiempo unas de otras dentro del mismo grupo. Eso hace ver que hay temas que has tratado siempre.
Claro, y también es interesante hacer la lectura de que hay evolución dentro de cada tema. Han pasado cosas y, por ejemplo, no veía el amor igual a los veinte años que a los cuarenta, y eso se ve reflejado.
Me llama mucho la atención el relato en el que cuentas que estás con un vecino en el ascensor, diría que en la etapa del “Vivalaguerra”, y te pregunta a qué te dedicas. Eres incapaz de considerarte músico en ese momento, no sé si lo haces ahora, después de tantos años de carrera.
Sigo sin considerarme músico. Por mi profesión estoy en contacto con muchos músicos y sé cuando uno lo es. Es alguien que ama su instrumento, que toca su instrumento, que tiene una técnica con su instrumento. Yo no soy eso. Yo juego con una guitarra como puedo jugar con un boli, con un foco o cualquier otra cosa; especulo y ordeno pensamientos para transmitir ideas y cosas que necesito explicar. Igual soy músico pero un poco por azar. Es la primera herramienta que se me puso delante para expresarme, pero cuando se pone a mi lado un músico está claro quién lo es y quién no (risas). No es ese mi lugar.
También me resulta muy bonito leer ahora ese capítulo en el que hablas de la frustración que sentías por tu trabajo antes de dedicarte a esto, una frustración a la que nos vemos muchos abocados día a día. Ver dónde estás ahora lleva a pensar que siempre es posible hacer las cosas de otra manera y es todo un canto a la esperanza.
Por un lado creo que en el libro animo a la gente constantemente a que sea valiente, a que se escuche a sí mismo y tome las decisiones que tenga que tomar para no abandonarse. Eso es un tema de fondo que está en mi vida y en el libro. Y por otro lado, evidentemente, el libro refleja también las dificultades, muy importantes, que uno se encuentra cuando toma esa vía. Cuando el camino no está asfaltado es una dificultad detrás de otra y creo que el libro también refleja eso. Yo, por lo menos, siempre he intentando ser muy honesto y de eso hacer mi obra precisamente, de la vida real, de no vender lo que no es, que por desgracia es algo que se hace bastante.
¿Tú crees? Es verdad que hace un tiempo surgió cierta polémica, por esas bandas que parecen vender un éxito que en el fondo no es real.
Es que por defecto el pop, el rock, el hip hop… son músicas que nacieron con la cultura de masas, y en su ADN está el pretender que la gente sueñe con la vida que tienen sus ídolos. Es muy difícil deshacerse de eso. A mí es algo que siempre me ha molestado de esto y creo que es gracias a que vengo del hardcore y del punk, que para nada entienden la música de esta manera, por lo que estoy curado de la mitomanía y de querer ser nadie que no soy ni vender a los demás otra imagen de mí. Eso no tiene nada que ver con mi manera de entender la música.
Otra historia muy interesante, cuando os movéis por este terreno, el del punk, es la de este chico en una casa okupa de Italia que tras un concierto pretendía no pagar por uno de vuestros discos.
Bueno, fue un caso muy puntual, pero sí que refleja las primeras decepciones o los primeros batacazos de un joven idealista como era yo en ese momento. Y como ese episodio hubo muchos otros, pero ese es muy representativo.
Justo ayer escribes un tweet pidiendo al nuevo presidente, Pedro Sánchez, que te explique qué entiende él por cultura. Es curioso lo que ha ocurrido, de pronto recuperamos un ministerio de cultura que se había perdido pero lo ponen en manos de alguien que no entendemos muy bien.
Yo intento no tener prejuicios y ser cauto pero ayer se me escaparon los dedos (risas). Es que si de alguna manera se nota que se están poniendo unos ministros como para dar señales, intentar ser efectista y demostrar cosas, no sé qué se demuestra con este perfil en cultura. Tampoco conozco mucho la obra de este señor pero a priori no lo identifico con lo que a mi me gustaría que se entendiera por cultura.
Creo que es algo que nos pasa a todos.
¿Sí verdad? Con la de gente que hay por ahí…
Texto: Iván Díaz
Fotografías: Luis Arteaga