Alizzz @ Sala Cool (14-01-2022)


Nadie sabe a ciencia cierta cuál es la tecla que hay que tocar para que un artista lo rompa y sea la nueva estrella del panorama musical. Una fórmula secreta que cambia cada dos por tres y en la que, pese a mezclar los mismos elementos, en algunos casos resulta y en otros no. Pero el azar no suele venir solo. Sí se tienen indicios, y a ello se dedican sin descanso en cualquier gran discográfica desde que la música existe como industria. Ese ha sido siempre el gran reto para una parte muy mayoritaria de sellos y bandas. Tipos como Alizzz, con un gusto musical y un olfato dignos del mejor de los rastreadores, han perseguido esta meta y han encontrado el premio.
No siempre fue así para Cristian Quirante, quien antes de transformarse en Alizzz se pasó décadas currando en la música desde otro lugar, ya fuese con sus propios proyectos y canciones o, en los últimos años, produciendo para algunos de los grupos y cantantes más sonados del pop nacional. Todo ello hasta dar con un sonido tremendamente personal en las mezclas, abierto sin tabúes y en busca de una actitud pop que conecta con un público masivo. La cosa viene de lejos, fraguada a fuego lento, y no es casualidad leer entrevistas de hace varios años, donde ya ofrecía esta visión, compartida con personajes como C. Tangana y en ocasiones entendida como casi un juego. Ya todos conocemos que ha pasado este año con esta dupla (juntos y por separado), convirtiéndose posiblemente en los dos grandes triunfadores de 2021.
Independientemente de sesgos estilísticos, nadie que tenga un mínimo de sentido musical puede negar el talento para facturar hits de Alizzz. Ya lo hizo con otros artistas pero con su disco de «debut» (bajo el nombre de Alizzz) se superaba una vez más firmando una de las mejores producciones que he escuchado este año. Su sentido de la melodía es absolutamente abrumador, siendo capaz de hilvanar distintos géneros como el funk o la electrónica atravesando con maestría tendencias actuales y sonidos clásicos, a los que pega un lavado de cara para conectar con la inmediatez de la que están hechos los grandes himnos. Puede presumir de tener unos cuantos y así lo ha recibido un público que desataba el fenómeno fan más histérico, agotando dos pases en tiempo record en su presentación en directo en Madrid.
Con estas premisas llegábamos a un día señalado en nuestras agendas, con la ilusión especial que siempre hace ser testigo directo de algo que nace en plena ebullición. Euforia a raudales para recibir al músico, que con su característico mimo por el sonido trasladaba a las distancias cortas toda la magia del disco, gracias también a una banda que le seguía la trazada a la perfección en todos sus giros estilísticos. Un concierto que se abría con el groove funky de ‘Fatal’, convirtiendo desde la primera frase toda la sala en un karaoke colectivo que duraría hasta el final. Eso sí, en ocasiones resultando un tanto excesivo e hiperhormonado, restando protagonismo a unas voces perfectamente ajustadas y con un magnetismo dignas de ser escuchadas en mejores condiciones. A cambio, un fervor y un sentimiento de comunión que estallaba en cada canción y encontraba su punto álgido cuando saltaba al escenario Amaia para cantar junto Alizzz. Primero la genial ‘Antes de Morirme’, donde se dieron cita hace años Tangana, Rosalía y Alizzz, y justo después ‘El Encuentro’, otra joya firmada por Quirante.
Al sabor de la juventud más imperiosa, se une toda una generación que nos sentimos identificados con unos sonidos y, sobre todo, con unas letras que entroncan con un momento vital muy concreto en ese limbo entre los 30 y los 40 años. Ahí apunta directamente un imaginario tremendamente nostálgico y crudo que se esconde detrás de algunos de los mejores himnos de pop que nos dejará esta década. No creo exagerar en este órdago cuando hablamos de cortes tan brutales y emocionantes como ‘Salir’, ‘Todo Me Sabe A Poco’, ‘Ya No Siento Nada’, ‘Amanecer’ o esa ‘Disimulao’ que contiene bucles, capas de sonido y unas texturas finales en las que dejarse llevar y repasar la melancolía a pecho descubierto. Una auténtica maravilla que se quedaba algo corta en cuanto a duración, con un setlist basado en las canciones del único álbum editado en esta nuevo renacer. Me quedo con ganas de más. Ojalá con el fenómeno fan un poco más saciado, pudiendo disfrutar también de esa otra faceta que se esconde tras el hit. Nos volveremos a ver en el Tomavistas.
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