Pájaro @ Sala El Sol (Madrid) 07-05-2016


Un buen puñado de años le ha costado a Andrés Herrera dejar de ser secundario de lujo para situarse al frente de la película, una que tuvo su primera entrega en 2012 con “Santa Leone” y que cuenta ya con secuela, el continuista “He Matada al Ángel”. Con él parece haber dado cierto salto, al menos en cuanto a la cantidad de público dispuesta a recibir su brillante propuesta. Si hace un año la sala El Sol lo recibía a medio gas en esta ocasión, y respaldados por SON Estrella Galicia, rozaban el llenazo, tanto abajo de las tablas como encima, donde hasta once músicos llegaron a compartir escenario.
Pájaro llegó con todo a Madrid. A la diestra su inseparable Raúl Fernández y al otro lado una banda que no teme dar un paso al frente, siempre dirigidos con mano firme por Herrera, que guiaba en intensidad y rapidez alzando y plegando alas a su antojo. Además de la formación clásica se rodeó en esta ocasión de amigos y mientras Julián Maeso engordaba versos a las teclas, Los Saxos del Averno salieron de la cueva para llenar de vientos las aventuras líricas del sevillano. Con ellos nos hizo bailar la ‘Danza del Fuego’ llevando Nueva Orleans al sur de la Península y deslizándonos por el delta del Guadalquivir como también lo hacían los ágiles dedos por los mástiles de las guitarras. Pero no todo son riffs, punteos nerviosos y derroches de brillantez instrumental en los recitales de Pájaro. Elegante en el atuendo y divertido y canalla en sus monólogos, Herrera rozó la perfección a las voces. Estuvo deliciosamente meloso en ‘Las Criaturas’ y ‘Perchè’, macarra en el épico western de ‘Luces Rojas’ y conquistador en ‘Guarda Che Luna’ pero no debió dejar la road movie musical que es ‘Dogo’s Walk’ en manos de Chencho Fernández, que balbuceó una letra que no parecía tener hueco en su mente. Único lunar en un show tan natural como milimetrado y que puso en convivencia el spaguetti western de Sergio Leone con la Semana Santa sevillana, el blues fronterizo con Manuel de Falla y el surf de Dick Dale con la tradición de los Corleone. Así son las canciones de un Pájaro al que la experiencia y tantos años de música a su espalda han convertido en un ave omnívora, que fagocita estilos haciéndolos suyos y engrandeciéndolos con humildad y genialidad. Que sea por muchos años.