Geoff Farina + Isasa @ Costello (Madrid) 11-05-2016


Al poco de arrancar con esta aventura que bautizamos como Everlong Magazine una casualidad me llevaba a entrevistar a uno de los músicos que más admiro. Un mail de promo de un sello para mí desconocido hasta el momento, Damnably, nos ofrecía el disco de Exit Verse, una formación que tampoco había escuchado antes pero que rápidamente llamó mi atención al ver que se trataba del nuevo proyecto de Geoff Farina, músico al que llegué por sus imprescindibles discos con Karate. A partir de ahí dimos forma a una entrevista y el simple hecho de cruzar unos correos con él ya me servía para compensar todo el esfuerzo que, para los que nos dedicamos a esto de manera no profesional pero con mucha seriedad, supone llevar al día un portal musical (un saludo a todos esos que a lo largo de mi vida me han dicho “ay, que morro, yo también quiero ir gratis a conciertos”). Pasado el tiempo y con el ciclo del disco de Exit Verse finalizado Farina anunciaba que iba a girar una vez más por nuestro país, en este caso en solitario, y la cita se convirtió para mí en imprescindible ya que nunca hasta ahora había podido ver al norteamericano en el escenario.
Su paso por Madrid tuvo lugar el pasado miércoles y se trataba de la primera fecha de una gira de varios días por nuestro país que se está llevando a cabo ahora mismo y que finalizará el próximo martes en Barcelona. En Costello estuvo acompañado además por Conrado Isasa, con quien Farina ya compartió escenario hace tiempo por aquí, cuando él formaba parte de Karate e Isasa era el guitarrista de A Room With a View. Y así comenzó una noche mágica.
Isasa debutaba en solitario el pasado año con “Las Cosas”, un álbum instrumental que transportó al escenario de manera asombrosa. Sentado y cegado por los focos silenció desde el primer segundo a una sala respetuosamente atenta durante toda la noche, que miraba anonadada como los dedos de Conrado acariciaban esa desvencijada guitarra acústica. Lo que hace con su mano derecha sobre las cuerdas es realmente bello y sus canciones comenzaron como en una luminosa mañana primaveral para ir después acercándose a una noche oscura, a la que nos transportó con ese amargo y crepuscular slide con el que ponía fin a su actuación. Realmente increíble.
Tras él, un menos tímido y más comunicativo Farina tomaba la misma posición que Isasa en el escenario para, entre anécdotas sobre el día y sus anteriores viajes a Madrid, su niñez, unos discos que no han llegado a tiempo o los problemas para afinar su guitarra iba ofreciendo temas nuevos, versiones y algún breve recuerdo a sus discos en solitario. También él sometía a una sala que casi abordaba el escenario, con gente sentada directamente en el suelo en la primera fila escuchando atentos las aventuras del de Chicago, que casi sin necesidad de micrófono nos mecía con su personal y preciosa voz. Tal vez fueron demasiadas las canciones instrumentales y echamos de menos algún recuerdo a Karate, esa ‘Some Sinatra’ de sus Secret Stars que se escuchó pedir desde el público o, por qué no, alguno de los más recientes temas de Exit Verse, pero aun así la sensación final fue la de volver a haber presenciado algo mágico.