Entrevista con La Paloma: «Entendemos que un disco se ve completado cuando adquiere el formato físico»


«The next big thing». Como término en sí da un poco de cosica pero, seamos sinceros, define a la perfección en el ámbito de la música a ese nuevo grupo que arranca su carrera pisando fuerte y cuya proyección se antoja ascendente como la trayectoria de un cohete. Así que como el que redacta esto soy yo y a mí el término me gusta lo voy a utilizar para hablar de La Paloma. También porque creo, sinceramente, que son «the next big thing» de la escena madrileña, que no es poco en un país tan dado al centralismo como el nuestro. Afincados en el barrio de Tetuán, aunque procedentes de distintos lugares de nuestra geografía (España no es solo una, por mucho que les pese a algunos) la banda iniciaba su trayectoria en plena pandemia, ese momento en el que, ya que el mundo entró en pausa, se pudo aprovechar para fraguar algunos proyectos tan interesantes como este. “Nosotros le dimos forma al grupo en pleno confinamiento. Nos dio margen para pensar, desarrollar y tener claro en que dirección queríamos que fuese la banda en todos los sentidos. Nos pusimos en marcha a principios del 2021 y desde ese momento la verdad que todo ha ido rodado, sin retrasos y sin demasiadas complicaciones más allá de las que nos ha traído a todos la pandemia”, nos cuenta el propio grupo.
Lo primero que escuchábamos de ellos era ‘Ya Está’, tema que aparecía sobre el mes de agosto y con el que nos conquistaban a base de una rítmica machacona, distorsión en las guitarras y una melodía de voz que, sin necesidad de recurrir a un estribillo pegadizo, se nos incrustaba en la cabeza. El primer nombre que me vino a la mente al escucharlos fue Sugar, aquella banda con la que Bob Mould nos demostró que había vida más allá de Hüsker Dü a principios de los 90. En aquella década parecen encontrarse las referencias de una banda que huye de encasillamientos. “La cantidad de influencias que tenemos es una lista larguísima de todo lo que nos gusta. No entendemos La Paloma como una “banda de estilo”, nos sentimos más cómodos pensando que somos un grupo que quiere evolucionar y seguir haciendo canciones que nos gusten”. De la misma manera, se muestran tan integrados como al margen de una escena, la madrileña, que en los últimos años ha dado frutos tan suculentos como los de Carolina Durante o Camellos, a rebufo de otras bandas ya más que consolidadas como Hinds o The Parrots. “Formamos parte de ese grupo de gente que tiene una banda de música. Tocando coincides con muchos artistas y al final acabas estableciendo relaciones de amistad y profesionales pero no sabemos si pertenecemos a una escena en particular”, afirma la banda.
Continuando con la cronología de los hechos, el siguiente pildorazo que escuchábamos de la banda era ‘Siempre Así’, un tema más acelerado, de puro power pop, con la línea de bajo por bandera y unas melodías, ahora sí, para levantar el puño y echarlo todo abajo proclamando bien alto esa frase que dice “que no vendrán tiempos mejores, pero estamos mejor que antes”. Puro hedonismo celebrativo. Y tras ella llegó ‘Bravo Murillo’, en la que nos mostraron que un buen colchoncito de acústicas también encaja bien entre la distorsión predominante de su sonido. En ella se acercan a The Replacements mientras unen el amor romántico con lo puramente cotidiano. “Nos planteamos nuestras letras como un reflejo de situaciones y reflexiones personales. Puede ser que tengan un enfoque directo y realista, pero no es nada premeditado. Valoramos la sinceridad y no somos demasiado pretenciosos a la hora de decir lo que pensamos. Lucas tiene su estilo y Nico el suyo, y creemos que las dos propuestas de letras en conjunto reflejan todo sobre lo que queremos hablar”. No se complican demasiado la vida en ese sentido en ‘Palos’, tema que cierra el EP y que repite en bucle la frase “quiero que me vuelvas a explicar lo que ha pasado” mientras guitarras, bajo y baterías van apareciendo y ocultándose hasta terminar en una explosión celebrativa. Un tema que me tiene realmente fascinado desde su épica sencillez y de cuyo origen me he visto casi obligado a preguntarles. “Lucas vino un día al local con la frase en la cabeza después de haber vivido una situación particular. En cuanto llegó se puso a cantarla en bucle y entre todos fuimos dándole forma, con la línea de bajo y las guitarras. Sin darnos casi cuenta teníamos una canción y no volvimos a tocar nada de estructura ni acordes. Se quedó tal cual salió”. Y así es como nacen las mejores canciones.
Estas cuatro canciones, junto con la inicial ‘Un Momento Oportuno’, forman “Una Idea, Pero es Triste”, un debut corto pero que anticipa cosas grandes y que ha llegado respaldado por un sello siempre fiable, como es La Castanya. También les preguntamos por ellos y por la posibilidad de haber recurrido a la autoedición en un panorama discográfico tan complejo como el que vivimos. “La autoedición siempre es algo a barajar cuando empiezas un proyecto. En nuestro caso contactamos con La Castanya cuando tuvimos los primeros temas y ellos nos apoyaron desde el minuto uno. Estamos muy contentos de currar con gente que disfruta la música tanto como nosotros”. Y con un sello tan romántico en cuanto al formato físico detrás no podían dejar pasar la oportunidad de recopilar estos temas en un precioso vinilo. “Le damos mucha importancia a todo el imaginario y la identidad que rodea a la banda, por lo que nos parece imprescindible darle una forma tangible. Materializar en vinilo es algo que nos gustaría seguir haciendo siempre. Nosotros seguimos comprando vinilos y seguimos disfrutando de las portadas y las ediciones bien curradas. No creemos que sea algo nostálgico, más bien entendemos que un disco se ve completado cuando adquiere su formato físico”, afirma orgulloso el propio grupo.
Mirando al futuro, 2022 debería ser su año. Podremos escuchar nuevas canciones, aunque la banda se encuentra centrada “en tocar todo lo que podamos y seguir trabajando en el proyecto. Nosotros hemos tenido la suerte de haber tocado en festivales y salas siendo un grupo recién nacido, así que esperamos que todo siga así y vaya a más”. Sound Isidro, el Brillante o Monkey Week son algunos de los festivales que ya han conquistado. Seguro que llegarán muchos otros y, mientras tanto, toca asaltar las salas, como ya hicieron el pasado sábado en El Sol de Madrid. Rotundo sold out y un pogo constante para celebrar unas canciones que parecen hechas por y para el directo. “Es increíble ver como poco a poco los conciertos se van llenando, estamos muy contentos. Al final lo que más disfrutamos es tocar en directo, para eso nos montamos una banda”, afirman llenos de ilusión. La próxima parada, en un par de días en Barcelona. Allí actuarán este viernes 17 de diciembre, en la sala VOL junto a Shangai Baby. Lo sentimos mucho, pero ya no quedan entradas. “The Next Big Thing”, ya os lo dijimos.
Fotografía: Paula Yubero