Entrevista con Berri Txarrak: «En este disco están casi todos los sonidos que hay en nuestro ADN»


«Venimos de un disco especial que hizo nuevos fans y ahora nuestra reacción a todo eso ha sido intentar recluirnos y hacer canciones sin darle demasiadas vueltas» (Gorka Urbizu, Berri Txarrak)
El 3 de marzo Berri Txarrak ponían fin a la gira de su proyecto más ambicioso con un rotundo sold out en la sala La Riviera de Madrid. «Denbora da Poligrafo Bakarra» celebraba el veinte aniversario del grupo de la mejor manera posible: con canciones. Tras aquel disco triple y lejos de acomodarse o tomarse un descanso, los de Lekunberri han seguido adelante y casi por sorpresa este verano nos encontramos con que habían vuelto a Estados Unidos para trabajar de nuevo junto a Bill Stevenson, batería de Descendents y Black Flag y afamado productor dentro de la escena punk y hardcore norteamericana.
El resultado podemos escucharlo desde hoy mismo. «Infrasoinuak», noveno larga duración de Berri Txarrak, ya está en las calles y qué mejor manera de celebrarlo que compartir con vosotros la extensa charla que mantuvimos hace unos días con Gorka Urbizu, voz, guitarra y miembro fundador de la formación.
Hablamos en marzo de este mismo año, cuando estabais terminando la gira de “Denbora da Poligrafo Bakarra” y parecía que después de aquello ibais a tomaros con calma el siguiente paso, pero estamos en noviembre y ya tenéis listo vuestro nuevo disco.
Bueno, todo comenzó a finales del año pasado. Estábamos de gira por sudamérica con Descendents, Bill Stevenson nos dijo que ahora estaba produciendo solo dos o tres discos al año, que quería que fueran discos que le motivaran y que le gustaría volver a trabajar con nosotros. Claro, que Bill te diga eso te pone las pilas, y fue entonces cuando empezamos a trabajar en ello, pero es verdad que antes del concierto en La Riviera pocas canciones tendríamos. Luego ya atamos lo que fue la fecha de grabación y a partir de ahí ha sido un verano muy intenso. En medio además salió el single para el Record Store Day y estuvimos compaginando los festivales de verano con la preparación del disco. La verdad es que no ha sido un disco fácil de componer, por toda la actividad y porque veníamos de un LP especial, que lo mismo nos ha puesto algo de autopresión. Fue más fluido el disco anterior que este.
¿Tras “Denbora” sentisteis que pasabais por algún tipo de punto de inflexión? No sé si por el disco, si por los 20 años de carrera, por llegar a llenar un sitio como la Riviera en Madrid…
Sí. Igual todavía necesitamos un poco más de perspectiva pero cuando un día analicemos toda la discografía del grupo creo que “Denbora” tendrá un lugar preferente. Es un disco especial por su propio planteamiento y ahora somos conscientes de que el nuevo disco todo dios lo va a comparar con el anterior, pero creo que no es justo, porque ese disco es un poco especial y muy concreto. Hay que tomarse éste como el siguiente álbum convencional de Berri (risas). Si lo comparas con “Denbora”, la primera impresión puede ser de disco menor y para mí no lo es. Lo que hemos hecho es reaccionar a toda esta época de tres años de planteamiento del disco y su posterior gira encerrándonos en el local y dedicándonos a escribir canciones.
También en su época el “Jaio.Musika.Hil” descolocó a más de uno e hicimos nuevos fans con aquel disco y con canciones como ‘Oreka’. Después hubo muchas expectativas cuando dijimos que el siguiente lo íbamos a grabar con Steve Albini y nuestra respuesta a todo ello fue como “bueno, cierra el local, echa la llave y vamos a tocar”. Algo de eso veo aquí, que venimos de un disco especial que hizo nuevos fans y ahora nuestra reacción a todo eso ha sido intentar recluirnos y hacer canciones sin darle demasiadas vueltas.
Bueno, en este caso, a nivel estilístico, creo que a quién le gusto “Denbora” le debería gustar “Infrasoinuak”.
Sí, no es un disco rupturista para nada. “Payola” tenía una producción muy marcada. Este me encanta como suena pero igual es más estándar su sonido.
Mencionabas antes también el single que grabasteis para el Record Store Day. Lo hicisteis con otro productor, como es Santi Garcia, con el que casi también parecía raro que no hubierais trabajado antes.
Bueno hicimos en su día una canción para unos recopilatorios de Rockzone, una versión de Thrice. La verdad es que es un poco la asignatura pendiente, hacer un disco con él, porque somos muy fans de lo que hace. Alguna vez llegará. Al final acabas grabando fuera, ya no por sonido, sino por la experiencia que te llevas y también, por qué no decirlo, por el punto ese mitómano de estar grabando con Bill Stevenson (risas).
Veniais de grabar con él uno de los discos del “Denbora”, ¿ha sido muy diferente la grabación?
Esta vez lo hemos hecho a su manera, porque la vez anterior marcamos nosotros las pautas. Queríamos hacerlo todos a la vez, en pocos días. No queríamos una superproducción porque era el disco punk del proyecto y él lo aceptó, pero un poco a regañadientes, porque no es su forma de trabajar. Esta vez lo hicimos a su manera y la verdad que ha sido increíble porque estaba todo el estudio volcado en el disco.
En los mensajes sobre la grabación que ibais compartiendo en Facebook comentabas que te tirabas horas grabando las voces. La verdad es que pensando en el tipo de grupos que producen, casi todo bandas de punk y de hardcore, tiendo a imaginármelos grabando todos juntos y a toda velocidad.
Pues es todo lo contrario. Lo de las voces fue así, y personalmente creo que han quedado muy bien. También los coros y segundas voces, que las hemos trabajado mucho. Él estaba muy emocionado con esto, es como un chico grande que se emociona muchísimo con la música. Con los coros teníamos la coña de Alice in Chains y los Beach Boys, que eran como nuestras dos referencias a la hora de meter un tipo de coros u otros, pero él además lo decía en castellano: “Alicia en Cadenas” y los “Chicos de la Playa” (risas).
Al final ha habido más Chicos de la Playa en el disco ¿no?
Sí, la verdad que sí (risas).
¿Cuando os planteasteis el disco pensasteis en trabajar con alguien más o al ser Bill el que se ofreció no hubo otra opción?
Bueno fue un poco un cúmulo de circunstancias. Teníamos algunas ideas pero no eran factibles y lo que nos dijo Bill fue muy importante para nosotros. El hecho de que no estuvieran grabando muchos discos ahora pero que los que grabara fueran para él como retos nos llevó a pensar que se iba a volcar al máximo.
Yo pensé que tal vez repetíais con Ricky Falkner. El disco dentro de “Denbora” que grabasteis con él me gustó mucho y mostraba otra cara del grupo que igual pensaba que ibais a explotar más.
También estuvo en la quiniela y él mismo nos dijo que por qué no hacíamos otro pero bueno… yo por un momento pensé que bien a gusto hacía otro triple (risas). Estuvo guay lo de separar por estilos. Acotar eso vino bien. Tampoco queríamos caer en lo obvio, porque mucha gente creo que pensó que después de ese disco ya seríamos un grupo de pop y creo que somos un grupo de pop pero al que todavía le gusta la distorsión (risas). Por esto también al elegir el single de adelanto no sacamos ‘Spoiler’ primero, que es un tema que nos encanta pero que puede recordar a esa parte más pop. Creemos que la esencia del grupo tiene más cosas y en este disco están casi todos los sonidos que hay en nuestro ADN.
¿Cómo fue recibida ‘Spoiler’ en el estudio?
Estaban encantados. Nosotros íbamos igual con el miedo de pensar que las producciones de Bill son un poco estandar y que son muy buenos haciendo punk rock melódico pero que nosotros tenemos más sonoridades. Pues al final temas como ‘Spoiler’ eran los que más le ponían a él. Ésta o la última del disco son las que más le emocionaban. Bill toca lo que toca pero tiene un bagaje musical enorme, es una enciclopedia, en cualquier momento te puede hablar de una melodía de un disco de Chet Baker que le recuerda a algo que estás haciendo.
Volviendo al disco, lo habéis titulado “Infrasoinuak” y en la nota de prensa se hace hincapié en estos “infrasonidos”. Aunque está claro que no es un disco conceptual no sé en qué medida esta idea articula todo el álbum.
No es conceptual pero tiene portada de disco de grupo progresivo conceptual (risas). Siempre hay una idea que sobrevuela las canciones, en este caso esos “infrasonidos”, eso que está ahí y no le prestamos atención, el tema de “infra”, de estar por debajo y todo lo que implica, con un montón de colectivos que tienen que hacer muchísimo ruido. También es una reflexión de la propia cultura del rock; somos un grupo muy metamusical, que siempre hace sus reflexiones sobre la escena y el rock no deja de ser un infrasonido. También el propio euskera, esa visión de estar abajo y tener que pelear la tenemos muy presente.
Abrís el disco con un cañonazo como es ‘Dardararen Bat’. También lo comentabais en Facebook, que no teníais claro el orden de las canciones pero sabíais cual abría y cual cerraba el disco.
Sí. El otro día lo analizábamos y los primeros temas de los discos de Berri nunca son el hit sino la pasarela para entrar en él. Inconscientemente planteamos los discos así pero bueno, por ejemplo Bill decía que los singles del disco eran ‘Infrasoinuak’, ‘Zuri’ y ‘Spoiler’ pero que sus preferidas eran la primera y la última, y yo de alguna manera coincidía con eso. La verdad es que coincidiamos mucho con el equipo del estudio porque cuando estábamos de vuelta y teníamos que pasarles el orden para que masterizaran el disco estábamos dándole vueltas, y de pronto Jason Livermore nos mandó el master ya hecho con su orden y coincidía con lo que nosotros teníamos ya preparado para enviarle, salvo una canción. Ha habido mucha conexión.
Otra de mis favoritas es ‘Zaldi Zauritua’. Tiene una línea de bajo brutal, unos coros muy cuidados, un puente guitarrero que va para arriba…
Sí, a nosotros también nos gusta mucho. Es la primera canción que salió del disco.
En ‘Beude’ hacéis un bonito homenaje a todas esas salas y lugares de Euskal Herria que imagino os vieron crecer como grupo.
Sí. Al final es reivindicar sitios en los que la prioridad no sea lo económico y que al final son la realidad del día a día del rock y donde surgen las bandas. Los festivales están bien pero no solo de festivales vive el ser humano (risas).
¿Cómo veis esos sitios a día de hoy? ¿Sigue funcionando ese circuito?
Bueno, algunos sí, tienen su solera y su público fiel, pero en general si les preguntas a ellos seguramente te digan que no. Creo que nos hemos vuelto muy conservadores a la hora de escuchar música; eso de tener todo a mano nos ha acomodado demasiado y contrariamente a lo que podría haber pasado nos hemos convertido en unos “segurolas” que no arriesgamos nuestro dinero. La gente no está dispuesta a pagar cinco euros por un grupo que no conoce y así nos va. Tampoco es que la educación musical aquí sea para tirar cohetes pero bueno, es lo que hay. También que vivimos muy deprisa, todo es muy superficial y lo queremos todo ya. “Everything Now”, como dicen los Arcade Fire (risas).
Igual es algo que está afectando sobre todo al rock. Mirando los carteles de festivales o los conciertos más multitudinarios nos encontramos con los nombres de siempre pero en cambio sí que surgen cosas nuevas relacionadas con el rap o la electrónica que se convierten en grandes reclamos y tienen mucho público.
Sí, sí, se va regenerando. Yo siempre he dicho, ojalá venga un grupo y nos dé la patada. Creo que debería llegar esa ola. Nosotros ya llevamos veintipico años, pues bueno, es normal que llegue gente nueva. Hay que matar a tus padres, como se dice metafóricamente. Al final tiene que haber un poco de ruptura y de odio a lo que está sonando para que surgan nuevas cosas, siempre ha sido así. Pero bueno, yo no veo todavía ese relevo tan fuerte, aunque igual sí van pasando cosas y ahí el rock no está en primera línea.
Volviendo al disco, otra cosa que me ha gustado es la unión de ‘Hozkia’ con ‘Sed Lex’, seguramente los dos temas más hardcore y más cañeros y que suenan seguidos.
Sí, nos gustó ponerlos como una dupla que le hace pillar mucha fuerza otra vez al disco en ese momento. Son canciones super directas y en las que a nivel de letras, que siempre estoy intentando no caer en la obviedad, me rendí y lo solté todo. Había que dar caña y gritarle a lo que no te gusta.
Apuntan a sonar seguidas en directo.
Sí, sí (risas). Es cómo ‘Folklore’ y ‘Gure Dekadentziaren Onena’ del “Payola”, que siempre las tocamos juntas y ya no las entiendes por separado. Puede pasar.
Lo que he notado en este disco es que los temas más optimistas o “desenfadados” en cuanto a letras transmiten también esa luminosidad en la música. Antes, por ejemplo en el disco con Ricky Falkner, las canciones más pop seguían teniendo un tono muy oscuro.
Somos muy del “sí, pero” o “no, pero” (risas). Con el disco de Ricky era como “vamos a hacer un disco más abierto, con menos distorsión, pero diciendo cosas en las letras”, y es verdad que había un contraste entre el sonido y lo que cantaba. En este igual ha sido un poco diferente. Yo siempre hago la letra después de tener la música y es la que me lleva a elegir un tema del que hablar. Aquí igual he sido más “obvio”.
Todavía no tenéis fechas confirmadas pero me intriga que vais a hacer ahora después de haber llenado una Riviera en Madrid.
Pues en Madrid vamos a intentar Riviera otra vez. Para mí aquello fue muy emocionante y muy importante y ojalá ocurra de nuevo, aunque no va a ser fácil. Vamos a arrancar la gira en Asia, luego vamos a Australia, que tenemos unas fechas con Rise Against, y luego volvemos a Asia para tocar en Japón. En marzo es cuando aterrizamos aquí de nuevo y vamos a hacer tres conciertos de presentación especiales que van a ser Razzmatazz en Barcelona, La Riviera en Madrid y el BEC! en Bilbao, que es toda una apuesta. En Euskal Herria los últimos siete años ha sido sold out todo lo que hemos hecho y la gente se enfadaba porque no tocábamos en sitios más grandes. Ahora se van a enfadar porque solo es un día y tienes que venir ese día (risas). Bueno, luego haremos muchas más cosas pero los tres conciertos de presentación del disco como tal son esos. Van a ser conciertos diferentes a todo lo que venga después.