Arlo Parks @ La Riviera (Madrid) 30/11/2021


A la segunda fue la vencida. Arlo Parks era una de las primeras artistas internacionales en mover fichas dentro de un panorama de directos defendido, casi en exclusiva durante este 2021, por bandas nacionales con poca infraestructura detrás. No conviene olvidar quienes han estado ahí dando el callo en esta etapa tan oscura para la música. Se agradecen los esfuerzos de la británica por venir cuando pocas bandas de fuera se atrevían a hacerlo. Por fin, Arlo Parks llegaba anoche a Madrid y solo un día antes a Barcelona, presentando uno de los debuts más laureados de este año; «Collapsed In Sunbeams». Un disco que me maravillaba desde la primera escucha y del que ya hablé por aquí hace unos meses. En aquel entonces escribía que me parecía uno de los álbumes llamados a conquistar este extraño año. Esta vez las predicciones se cumplieron y Parks llegaba a estos conciertos con un Mercury Prize bajo el brazo y ampliando aforos a salas más grandes que, en el caso de Barcelona agotaba, pero en Madrid se quedaba a medio gas. Normal por otra parte si tenemos en cuenta que se trata de una artista de 21 años con solo un disco en el mercado. Es buenísima, pero no forcemos la máquina, tiempo al tiempo.
Y precisamente el tiempo fue una de las cosas que llamó la atención. Por debajo de la hora de actuación, Arlo Parks defendía su debut dejándose algún tema en el tintero pero, sobre todo, echando tal vez de menos esos devaneos instrumentales propios del jazz o el soul que llevasen el recital a otro nivel más de directo. En cualquier caso, esa pequeña pega se compensaba con el carisma de una frontman total, moviéndose libre por el escenario y haciendo inmensos temas como ‘Hope’ o ‘Eugene’. Todo ello sonando perfecta, tanto ella como una banda que resultaba precisa y sugerente, añadiendo para la ocasión unas trompetas que engrandecieron temas como ‘Caroline’ o ‘Green Eyes’. Maravillosa también ‘Portra400’ y sus reminiscencia al gran Nujabes en esas melodías y baterías marca de la casa. Pero mención especial merece una de sus canciones más antiguas (de hace solo dos añitos), ‘Super Sad Generation’, que con tintes tristemente premonitores retrata toda una generación que, poco después, veía como parte de su adolescencia y su juventud más imperiosa era puesta en stand by. Ella es cronista de todo esto y una de las voces del momento. Fue genial poder escucharla en las distancias cortas. ¡Hasta la próxima!
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