Apartamentos Acapulco @ Sala Independance Club (Madrid) 07-03-2020


Trabajando desde la independencia más indie (la de verdad), Apartamentos Acapulco llegaban a nuestras vidas con una serie de EPs autoeditados. Canciones en las que mostraban a tumba abierta quienes eran sus deidades musicales junto a unas letras tan cotidianas como universales. Estirando la sombra de la melodía y el ruido, tras un primer debut en larga duración, la banda granadina se plantaba en 2019 con el sobresaliente «El Resto del Mundo». Una colección de canciones con las que elevaban su propuesta, se colaban en numerosas listas de lo mejor del año y les servía además para salir de gira a Argentina y México. Una gira de presentación que sigue dejando conciertos y que regresaba a Madrid el pasado sábado tras haber agotado entradas en sus anteriores visitas a la capital.
Apostando por un recinto de mayor aforo como la Sala Independance, y de la mano del ciclo de conciertos Gures is on Tour, Apartamentos Acapulco nos atendía antes del bolo en una entrevista que publicaremos aquí en los próximos días. Con los nervios a flor de piel, el cuarteto subía a las tablas para empezar con la suavidad inicial de ‘Algo que Aplastar o Pisotear’ y ‘Juan Sin Miedo’, dos temas que parten desde la calma más atmosférica para terminar en una madeja de ruido incontestable. Ismael mostraba de nuevo sus referencias vistiendo con orgullo una camiseta de uno de los heroicos nombres de todo esto: Galaxie 500. Alternándose en lo vocal, Angelina llevaba la voz cantante en ‘Deseo’ y ‘Regional Preferente’ y clavaba las melodías de piano en temazos como ‘Estrella de los Mares’. Aunque para hit abrasador ninguno mejor que ‘La Mujer y el Monstruo’, ese corte de estribillo tan demoledor como pegadizo.
Volcando el énfasis en su disco «Nuevos Testamentos», caían del tirón ‘Romance de Verano’, ‘Qué Quieres de Mí’ y ‘Scarlett’. Un ritmo sosegado que a menudo se alteraba con el noise y que encontraba sus puntos más bailables en ‘Hola y Adiós’, donde la batería de Jorge y las líneas de bajo de Mariano sostenían la cadencia de graves, y como no, en la celebrada ‘Camino de Ronda’, donde era Angelina quien prendía la mecha a golpe de sintetizadores. Para el final quedaba la densidad más ruidosa de una ‘Nueva Esferas’ que se extendía en directo con la distorsión guitarrera de Ismael. Pese a que el sonido de la sala no terminó de estar a la altura, Apartamentos Acapulco dieron otra demostración de que este grupo tiene cancha para rato.
Merecen también mención los jovencísimos Dharmacide, que acompañados de su séquito de amistades abrían la noche para terminar convenciendo no solo a los propios sino también a los extraños. Con un puñado de canciones y reminiscencias a grupos como Ride, Joy Division y The Pains of Being Pure at Heart, aprovecharon y mucho la media hora que estuvieron sobre el escenario. Veremos en los próximos tiempos si su propuesta se termina por madurar. Las ganas las tienen.