Ángel Stanich @ La Riviera (Madrid) 20-01-2023


Bajo la premisa «Comunal y turgente», como es habitual en él, reservando el misterio hasta el final, Ángel Stanich anunciaba este concierto con visos de noche especial. De vuelta a La Riviera, a la que el artista cántabro y los suyos ya tienen bien cogidas las medidas, se destilarían dos horas de recital repasando su discografía sin atajos, de principio a fin, sobrevolando por todas sus etapas. Lo harían además acompañados de numerosas colaboraciones de renombre que, además de imprimir un carácter épico al show, daban fe del respeto y cariño que profesa su figura entre colegas de oficio. Así comenzaba todo con una metafórica ‘El Volver’, donde saltaba a escena Don Quique González echando bien de pólvora al cañón.
De esa pólvora nacía precisamente su último «Polvo de Battiato», añadiendo más elementos a la formula secreta para hacer explotar todo aquello. Un genio chiflado que destilaba temazos como ‘Nazario’, ‘La Historia es Fácil’ o una descomunal ‘Rey Idiota’ para la que contaba con Víctor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro, de Rufus T. Firefly, firmando uno de los puntos álgidos de la noche. Antes de esto, subían a escena Javier Vielba, de Corizonas, y Lichis para dar empaque a un «primer acto» que partiría en tres esta experiencia con breves interludios.
El segundo acto se plagaba de peripecias con la colaboración de Ricky Falkner en una ‘Miss Trueno 89’ que sonaba más cavernosa y magnética que nunca. Todo ello con el buen hacer instrumental de una banda pluscuamperfecta, desde la base rítmica o los teclados a la impronta de un Víctor L. Pescador que parecía poseído por el espíritu de Mick Tylor, trabajando en la sombra de la fama pero aportando la clase stoniana en las seis cuerdas. También llegaba aquí la bailonga ‘Hula Hula’ en la que se sumaban a la troupe Joe Crepúsculo y Aaron Rux.
Convertida la pista desde hacía tiempo en una nube de manos al aire y un karaoke, efectivamente, comunal y turgente, se encaraba una recta final que prometía sudor. ‘Galicia Calidade’ caía acompañada de Rafa Val de Viva Suecia, ‘Motel Consuelo’ sonaba con toda su ternura en voz de Annie B Sweet, mientras que Mikel Erentxun aportaba experiencia y elegancia en la hipercoreada ‘Carbura’. Mención especial para la visceral ‘Escupe Fuego’, interpretación que ponían patas arriba la sala.
Aunque si hubo un momento que pasará el recuerdo de todos los presentes es cuando Jorge Ilegal (de Ilegales, claro), salía a primera línea declarando con contundencia; «Esta noche no hay un loco en el escenario, ¡hay dos!», mientras las guitarras y la energía de puro rockandrolla de este tío nos traían la imparable ‘Metralleta Joe’. Un gran círculo se abría en medio de La Riviera para volver a juntarse poco después en uno de esos pogos llenos de éxtasis y caras de felicidad.
El clímax, la traca final, la desencadenaba ‘Mátame Camión’, himno que describe a la perfección el universo de acidez creativa de este loco, que el pasado viernes celebraba el culmen de su sueño hecho realidad. Con todos los músicos partícipes de ello sobre el escenario, se despedían con la maravillosa ‘Centro di Gravità Permanente’ sonando de fondo en homenaje al eterno maestro Franco Battiato. ¿Se puede pedir más?