15 años de (lo:muêso) y el adiós de una banda única


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«(lo:muêso) se escribe en minúsculas y entre paréntesis«. Así lo afirma el grupo en el libreto de «(next:matêria)», nombre que se escribe de la misma manera y que da título al segundo disco de la banda, publicado en el ya lejano 2005. Fue con sus canciones con las que me acerqué a ellos por primera vez y fue a través de Nothink como llegué hasta el cuarteto de Premiá de Mar. La banda madrileña a quién seguía desde sus primeros pasos publicaba casi al mismo tiempo su «Bipolar Age» con un sello hasta entonces desconocido para mí, Aloud Music, en el que a su vez me encontraba entre sus primeras referencias el «!?» de Peluze, banda de mi Fuenlabrada natal, un lugar donde rara vez pasa algo musicalmente hablando. El caso es que investigando entre los nombres, para mí desconocidos, del por entonces breve catálogo del sello me encontraba con joyas como el «Two Conversations» de The Appleseed Cats y, sobre todo, este «(next:matêria)».
El sonido del grupo por aquel entonces me pareció tan excitante y difícil de definir como conseguir encontrar su nombre bien escrito. Ahora, echando la vista atrás y con mucha más música a mis espaldas me atrevo a soltar que tenían la contundencia de Drive Like Jehu, la soltura del post-hardcore noventero y la mágica capacidad para sorprendernos instrumentalmente de cualquiera de esos grupos de post rock que tanto gustan ahora. Ya en su segundo disco eran capaces de pasar de la aplastante ‘Bambi Motorhêad’, repleta de rugosas guitarras y gritonas voces, a ‘3l 3er G3m3l0’, que muestra una marcada sensibilidad melódica apoyada en una jazzistica trompeta. Y de ahí volver de nuevo al frenetismo punk rockero de ‘Pseudoshot Polaroide’. Por aquel entonces comprar un disco implicaba repasarlo una y otra vez de cabo a rabo y un álbum como «(next:matêria)» suponía siempre un excitante viaje. Aún a día de hoy sigo sorprendiéndome y descubriendo cosas en los intrincados recodos de canciones como ‘L’Smolarêk Firmamento’, ‘Trist & Sad’ o ‘Dancin’ Like Robots’, como de igual manera me pasa al rescatar una y otra vez su primera referencia, un «mutê» algo menos maduro pero con unos buenos mimbres ya asentándose.
Tras este segundo disco llegaba, precedido del compartido con Father of Boon, «Giant Catarzêe», publicado en 2008 por Aloud Music una vez más. Un nuevo disco que ya desde el artwork presenta un universo mucho más oscuro, que queda reflejado a la perfección con la inicial ‘An ê-Way to Cernical.li’, canción que abre con una densidad sonora que se mastica y que va acelerando el ritmo con sus histriónicas guitarras como protagonistas. La música de (lo:muêso) nunca ha sido de fácil digestión y sus nuevas canciones no eran una excepción. ‘Flaco Favor’ te pasaba por encima sin contemplaciones, ‘Rhapsodian Broken Meniscos’ era una carrera sin frenos que traía a la mente a los aplastantes Hot Snakes, y ‘Diasporic Catastrophê’ te arañaba a base de guitarrazos hasta hacerte sangrar. Tan solo un respiro, el de ‘Combinado Magyar’ y sus siete minutos de juguetones riffs, se tomaban los de Premiá en el que ha sido sin duda su disco más contundente. Y, por qué no decirlo, también el favorito del que escribe estas palabras.
Con este álbum como estandarte vi al grupo en dos ocasiones en directo. La primera en 2009, compartiendo el escenario del Moby Dick Club con los instrumentales Emerge, y un año después en la desaparecida Ritmo & Compás con otra banda que prescinde de cantante y que también publicaba, por aquel entonces, sus discos con Aloud Music, los madrileños Toundra. Tal vez por llegar con su disco más oscuro y cabrón bajo el brazo me quedó en ambas noches esa sensación de que (lo:muêso) en directo era una apisonadora que explotaba su lado más hardcore sin contemplaciones y muy pocas concesiones. Nada que objetar por mi parte.
Y llegamos así al fin de la historia, con el grupo cumpliendo 15 años en este 2016 y anunciando su retirada tras publicar disco hace algo menos de doce meses. «Hoidên Limother Petity Vefuckêr» es su cuarta referencia en largo, después de que en 2010 publicaran el EP «Palindromê», y ésta se ha hecho bastante de rogar, tal vez anticipando ya que se podría tratar de un ¿definitivo? canto de cisne. Y aquí me toca entonar el mea culpa. Aunque me acerqué a este nuevo disco rápidamente, ávido de sus nuevas composiciones, no he conseguido todavía asimilarlas o encontrar el momento adecuando para hacerlo. No tengo duda de que en algún momento lo haré y desde la estantería me observan sin descanso las inquietantes caras que ilustran su portada impidiendo que me olvide de ellos.
De cualquier manera, y volviendo al principio de la historia y al libreto del «(next:matêria), siempre creeré en el «(lo:muêsismo)», y «de una manera u otra ayudaré a perpetuarlo». Aunque sea con pequeños textos como este.