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The Parson Red Heads + Doug Paisley @ Moby Dick Club (Madrid) 10-10-2015
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The Parson Red Heads + Doug Paisley @ Moby Dick Club (Madrid) 10-10-2015

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En un sábado otoñal y con cierto temor al ver que la organización del concierto corría a cargo de una promotora fantasmagórica con la que fue imposible contactar, la oportunidad de ver en directo a The Parson Red Heads en una de salas con mejor reputación de sonido de la capital me llevó irremisiblemente a ser engullido por la Moby Dick. Ya una vez en sus tripas, mis ojos se encontraban con un público que escaseaba pero que poco a poco fue llegando hasta dejar el estómago bien lleno, seguramente todos ellos atraídos por el llamamiento de ese cachalote gigante apodado Radio 3, que al parecer respaldó el concierto en Madrid a última hora y le dio difusión ante la pasividad y la desidia promocional de los organizadores, hecho que llevó a que la gira de la banda de Portland por nuestras fronteras pasase totalmente desapercibida para la gran mayoría de medios y portales musicales. Tal vez todos los asistentes eran lectores de Everlong, quién sabe, soñar es gratis y más en noches así.

Una noche que abría el canadiense Doug Paisley, del cual para ser honestos no había escuchado en profundidad su repertorio, por lo que se presentaba ante mi una gran ocasión para acercarme a su música en las distancias cortas del directo. Acompañado únicamente de su guitarra acústica y en su primera visita a Madrid, Paisley empezaba con ‘Song My Love Can Sing’, un tema que le valía para dejarnos a todos atónitos y en el silencio más perpetuo al tiempo que modulaba su gran voz al cobijo de los acordes de su guitarra. Pronto volvía a dirigirse a la audiencia antes de interpretar ‘We Weather’, otra de esas canciones que valían el precio de una entrada y que se unía a la perfección con ‘Wide Open Plain’ y con la aclamadísima ‘Radio Girl’. Tras ellas y con la Moby Dick degustando con ansia todo su sabor, Paisley no paraba y nos regalaba esa joya titulada ‘Strong Feelings’, en la que con la fuerza de una gran letra, le bastó simplemente con acariciar las cuerdas de su guitarra para que, unido a la resonancia del interior de la ballena, esas notas nítidas y suaves nos pusiesen definitvamente la piel de gallina.

Para despedirse, Doug Paisley cerraba con dos canciones en las que se subían al escenario The Parson Red Heads para darle más ritmo al recital al tiempo que el de Toronto cantaba: «picked your self up for the ones that you call your best friends…». Tras esto ponía el punto y final a un concierto en que a buen recaudo conquistó a más de un nuevo seguidor.

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Llegados al segundo plato subían al escenario The Parson Red Heads y no tardaban en entrar en acción la electricidad y los pedales. A sabiendas de que no tenían mucho tiempo, y que en poco más de una hora debían destilar sus mejores esencias, entraban directamente al grano y ya al segundo tema un potente «one, two, three, four» de Evan Way anunciaba la llegaba ‘Hazy Dream’, una de sus mejores y más conocidas canciones. Poco después caían ‘Every Mile’ y ‘Peace in the Valley’, donde los fraseos oníricos de la guitarra de Sam Flowles nos hacían levitar por encima de ese estribillo que acabó coreando muy tímidamente parte del público, aún eclipsados ante tanta sutileza de buen dreampop.

Llegaba el ecuador de su actuación y Evan y los suyos nos regalaban un tema nuevo llamado ‘Time After Time’, con otro de esos estribillos y una melodía marca de la casa, de esos que atrapan desde la primera escucha. Una sensación que aumentaba al ver por fin entrar en acción, y de manera brillante, a Robbie Augspurger, bajista de la formación y que hasta entonces había permanecido arrinconado en la sombra más oscura. Junto a él la batería de Brette Marie Way también aumentaba en intensidad mientras las líneas de bajo percutían en la introducción de ‘To the Sky’, un tema que hicieron aún más grande con la magia del directo, con la guitarra de Flowles llevándonos de nuevo al cielo con precisos y preciosos punteos que encontraban su replica con los sonidos más estridentes pero igualmente magistrales que desprendía la guitarra del Evan May. Un momento mágico en el que la instrumentación se perdió en una nebulosa de tiempo y que a más de uno nos trajo a la mente el sonido de los siempre seminales Luna.

Momento para coger un poco de aire y desviar un poco de protagonismo ya de paso a Sam Flowles, que después de llevar todo el concierto dando unos perfectos coros a May, ahora tomaba las riendas, cambiaban los papeles y se marcaba ese ‘I Was Only’ que ya les hubiese gustado firmar a los mismísimos Simon & Garfunkel. Tras esta calma absoluta volvían a las aguas del dream pop y la melodía pura con ‘Seven Years’ y ‘Punctual As Usual’. Se presagiaba el final y el líder de la banda así lo confirmaba al anunciar que tan solo quedaba espacio para dos más. La primera de ellas, ‘I Miss Your Smile’, que creció y creció en un final instrumental que arrancaba el aplauso unánime de la Moby Dick. Un rugido gutural desde las entrañas del cetáceo que asustaba de nuevo al bajista, quien abandonada a toda prisa el escenario, y que por contra animó a la baterista, que cogía el micro y se ponía al frente de la banda para rematar con una magistral versión del ‘Surfer Girl’  de los Beach Boys, y cerrar así una digestión perfecta, sin ningún reproche pero en la que los ajustes de horarios nos dejaron a todos los asistentes con mucha hambre de más.

Texto y fotografías: Luis Arteaga

The Parson Red Heads + Doug Paisley

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