Panda Bear & Sonic Boom @ Teatro Eslava (Madrid) 08-02-2023


Todavía recuerdo cuando nos cayó como un jarro de agua fría la noticia del cierre de la sala Joy Eslava. Por suerte, finalmente fue solo una falsa alarma y ésta volvía a abrir meses después rebautizada como Teatro Eslava. Desde entonces no habíamos vuelto por ella así que con bastante expectación llegué anoche bien prontito al céntrico recinto para no perderme a Magia Bruta, banda encargada de abrir la noche. Lo que me encontré fue una sala bastante parecida a la que ya conocía, con un lavado de cara pero con su impecable sonido de siempre. También con un buen puñado de gente dispuesta a recibir con atención las canciones de Isa Fernández, aka Aries, y Aida Torres.
Algo tan básico como es el respeto por parte del público a lo que está pasando sobre el escenario (por mucho que lo que ocurra allí no haya sido el principal motivo por el que has pagado una entrada) debería ser lógico pero muchas veces no puede darse por hecho. En esta ocasión, por suerte, sí fue así. Tal vez porque la propuesta estuvo bien elegida o tal vez porque Magia Bruta no dieron pie a la duda, interpretando las canciones de su debut en largo, “Un Día Nuevo”, con un sonido apabullante. Batería electrónica, programaciones, una Rickenbacker bien filtrada y unos fantásticos juegos de voces, con Isa brillando a lo grande y Aida respaldandola certera, hicieron que cada silencio entre canciones se llenara de aplausos desde abajo y agradecimientos desde arriba.
Tras ellas, y con la sala ya abarrotada, tomaban posiciones en el escenario Noah Lennox y Peter Kember. O, lo que es lo mismo, Panda Bear y Sonic Boom. El primero, de pie, no dejó de contonearse durante todo el concierto mientras que el segundo, sentado, estuvo mucho más comedido, aunque fue el encargado de dirigir algunos discretos agradecimientos al público. Tomadas posiciones, encararon la inicial ‘Gettin’ to the Point’, tema que abre “Reset”, su primer disco conjunto tras años de colaboraciones, y con un sonido atronador fueron enlazando todas las canciones del disco en el mismo orden que ya habíamos podido escuchar en la versión de estudio. Todas ellas entrelazadas, además, con algunos efectos sonoros o las voces del propio Lennox, convirtiendo el espectáculo en una suerte de sesión continua en la que no faltaron palmas, silbatos y algunos instrumentos de percusión que se sumaban, discretamente, a los sonidos expulsados por sus maquinitas.
A sus espaldas, unas coloridas y psicodélicas proyecciones terminaban de dar forma a un show aparentemente muy medido y sin mucho pie a la improvisación que hipnotizó a un público receptivo pero sorprendentemente inmóvil durante toda la noche. Tampoco es que sus canciones sean para romperse la cadera bailando pero tan solo algunos intrépidos en las primeras filas parecieron menearse al son de una potente ‘Whirlpool’, o con los aires latinos de ‘Livin’ in the After’. Sin duda lo de Lennox y Kember es más bien un recital de electrónica pop contemplativa, y si bien sus canciones nacen de los samples que Sonic Boom extrajo de su colección de discos de los 50 (Eddie Cochran, The Troggs, etc) son las melodías psicodélicas sesenteras de los Beach Boys las que inundan temas como ‘Go On’ o una ‘Edge of the Edge’ en la que demostraron que la labor de Lennox en lo vocal estaba siendo impecable, y que su agudo tono casa a la perfección con los graves de Kember.
Una vez presentado el disco interpretaron lo que podría considerarse un bis, pero sin llegar a salir del escenario. ‘Just a Little Piece of Me’, del último trabajo en solitario de Sonic Boom, y ‘Tropic of Cancer’, del álbum que Panda Bear publicó en 2015, les sirvieron para cerrar la noche dejando de lado los ritmos más joviales de “Reset” y sumiéndose en la electrónica más densa, aunque no carente de melodías, de sus proyectos personales.