Jorge Martí – «Canción de Amor Definitiva» (2022)


Me encantan las biografías musicales y creo que hay diferentes maneras de encararlas. A pesar de que necesito satisfacer mi voyeurismo sonoro con datos y anécdotas sobre canciones, discos o momentos musicales históricos, lo que realmente me interesa es la parte más humana de esos artistas que a veces idolatramos, otras odiamos y en ocasiones nos causan indiferencia, pero de los que siempre nos sentimos bastante alejados. Es por eso que un libro como “Postales Negras”, de Dean Wareham, me parece una obra maestra, y es también por eso que tanto me ha gustado esta “Canción de Amor Definitiva” que nos dedica (y se dedica a él mismo) Jorge Martí. El cantante y miembro fundador de La Habitación Roja, como hacía el que ha formado parte de bandas como Galaxie 500 o Luna, nos abre aquí las puertas de su vida, de la musical y de la personal, y se deja abrazar por el lector de igual a igual. ¿Quién no ha sufrido esa angustia existencial adolescente? ¿Quién no ha sentido el amor y el desamor como una espada atravesándote? ¿Quién no ha dudado entre encarar su vida hacia un futuro estabulado o arriesgarse a lanzarse por el precipicio de la incertidumbre? Es imposible no sentirse identificado, durante estas más de 400 páginas, con Martí, un joven de provincias con una vida tan aparentemente especial como profundamente normal, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva.
No es necesario ser fan de La Habitación Roja para disfrutar de este libro. Si me apuras, ni siquiera ser un gran fan de la música, aunque ella esté presente en todo momento y en numerosas ocasiones marque el devenir de los acontecimientos. Podría ser la música como cualquiera otra cosa la que ha hecho que Martí termine desdoblándose en esas dos vidas, que tan bien contó el documental “In the Middle of Norway” y en el que se termina de profundizar aquí con serenidad y emotividad. El amor por su mujer, Ingrid, afectada por una enfermedad crónica, y sus dos hijas, le lleva a pasar la mitad del año en Noruega, trabajando de enfermero y siendo un casi total desconocido, y la otra mitad en España, saboreando las mieles de un éxito contenido al frente de su banda.
Decíamos que podría ser la música como podría ser otra cosa, pero casualmente es la música la que sirve de palanca emocional en muchos momentos del relato. Sobre ella, la industria que la rodea y el éxito, el fracaso y las inevitables frustraciones que lleva ligadas tener un grupo definido en un momento del libro como «demasiado mainstream para el indie y demasiado indie para el mainstream» habla largo y tendido en estas páginas, y desfilan por ellas grandes personajes con nombres y apellidos, como Pedro Vizcaíno, de Grabaciones en el Mar, o el productor Steve Albini. Lo hace sin perder esa humanidad que respiran las páginas más personales, en las que la enfermedad y los vaivenes con los que la mera existencia nos va agitando tras cada esquina adquieren el más absoluto protagonismo. Es en ellas en las que, inevitablemente, nos sentimos más cercanos a un personaje que vamos interiorizando cada vez más gracias a una narración ágil y con la que termina agarrándote de la mano rumbo a su recta final. Es por ello que, cuando pasamos la última página y volvemos a su portada, esa mirada de franja roja ha cobrado para nosotros un sentido totalmente diferente.