Now Reading
Foo Fighters – «Medicine at Midnight» (2021)
Dark Light

Foo Fighters – «Medicine at Midnight» (2021)

foo fighters medicine at midnight critica nuevo disco

medicine at midnight nuevo disco foo fighters criticaAntes de escribir estas líneas me ha dado por repasar lo que comentaba en estas páginas sobre los anteriores discos de Foo Fighters. Sigo pensando que “Sonic Highways” tenía algunas cosas interesantes pero no estaba a la altura. También que la cosa no fue a mejor sino a peor con “Concrete and Gold”. Con estos antecedentes, cuatro años después me enfrento a “Medicine at Midnight” y me vuelve a invadir esa sensación de que estamos ante un grupo con el piloto automático puesto, con algunos ticks que les siguen funcionando pero con demasiados patinazos cuando se alejan de ellos. Y mira que ‘Shame Shame’, aquel primer adelanto que dejaba un poco descolocado, me hizo cierta gracia. Esos ritmos cortantes, el por momentos vacío sonoro y que no estuviera todo supeditado a las guitarras me llevó a recordar ‘Dance of the Clairvoyants’, también primer adelanto del último disco de Pearl Jam. Como aquel, este “Medicine at Midnight” que prometía romper moldes termina por no hacerlo y mostrarnos a los Foo Fighters de siempre. O mejor dicho, a los Foo de sus últimos dos discos, porque creo que todos coincidimos en que “Wasting Light” fue un oasis de magia en este desierto sonoro.

Por buscarle el lado positivo a la historia, en ‘Waiting on a War’ explotan esa fórmula que llevaron a la perfección hace tiempo: arrancan con guitarras acústicas, mucha melodía y unos bonitos arreglos que arropan una letra emotiva y evocadora y poco a poco van subiendo de intensidad hasta llegar a un final épico y explosivo. En esto siguen siendo unos maestros. En ‘No Son of Mine’ dicen rendir homenaje a Lemmy de Motorhead y la influencia que en ellos ha ejercido queda demostrada, para bien. ‘Holding Poison’ es lo suficientemente imprevisible como para mantenernos en vilo y darnos alguna sorpresa en forma de punteo guitarrero. Y, por último, en el tema que da nombre al disco muestran las tan anunciada influencia del ‘Let’s Dance’ de Bowie creando una canción bastante resultona, con mucho groove y que les saca de su zona de confort. Por lo demás, me encuentro unas canciones en general bastante anodinas e insustanciales, no entiendo los coros femeninos que van apareciendo a lo largo de todo el disco y creo que la producción tampoco ayuda. Repiten en esta ocasión con Greg Kurstin, que tal vez es el ideal para artistas como Adele pero que parece provocar aquí que todo suene bastante plano y falta de garra y que nos preguntemos qué andará haciendo Butch Vig.

View Comments (0)

Leave a Reply

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll To Top