Berri Txarrak @ Sala Joy Eslava (Madrid) 06-02-2015


Cuando dije que «Denbora Da Poligrafo Bakarra» era el mejor y más completo disco que Berri Txarrak habían publicado hasta la fecha hubo quien me tachó de exagerado. Tras ver la presentación de éste en vivo no solo me reafirmo, sino que añado que también se encuentran en su mejor momento sobre el escenario. Y no, no es la primera vez que veo al grupo en directo, ni tampoco la segunda. Son muchos años siguiendo la trayectoria de los navarros, por un camino que nunca ha sido fácil en cuanto a su paso por Madrid, donde las constantes zancadillas en forma de censura les han llevado incluso a actuar bajo un seudónimo y sin poder publicitarse. Pero finalmente, todo intento por parte de nuestras queridas clases dirigentes ha sido contrarrestado por un público que siempre les ha respaldado y la evidencia de una sala Joy Eslava hasta los topes así lo reafirma.
Con la gente tan entregada como se esperaba sonaron los primeros acordes de ‘Lanbroan’ que, seguida de ‘Ordaina’, nos brindaba una réplica del inicio de su último disco. Un trabajo que, según nos avisó Gorka rapidamente, iban a tocar enterito, y bien que nos alegramos por ello. Con todo sonando en su sitio, las canciones de los tres EPs, claramente diferenciadas en sus versiones de estudio, se iban entremezclando a un ritmo perfecto. En todas ellas Galder ejecutaba con precisión y sin florituras el tempo que el reloj grabado en su bombo marcaba, David demostraba que es un bajista mayúsculo y que en este «Denbora Da Poligrafo Bakarra» ha grabado las mejores líneas de bajo de la carrera del grupo, y Gorka hacía gala, una vez más, de una sencilla pero imponente presencia escénica. Forman una máquina tan perfecta como visceral, y es que no pudieron resistirse a insertar, entre miradas complices de Gorka y David, una ‘Oihu’ pedida al unísono por toda la sala en mitad de la parte del set list dedicada a su último disco.
Y una vez revisado éste al completo, con las guindas finales que supusieron ‘Lemak, Aingurak’ y el coreado tema que da nombre al álbum, tocaba repasar algunos de los clásicos que han grabado en nuestros oídos durante estos veinte años de carrera. Regresaron de los camerinos para arrancar con ‘Stereo’, segundo recuerdo de la noche a «Eskuak/Ukabilak», para seguir con dos temas de su «Jaio.Musika.Hil», ‘Bueltatzen’ y una ‘Oreka’ en la que el público cantó en absoluta comunión con el grupo, pasando por encima de cualquier barrera territorial y lingüística. Una canción en la que además se dieron el capricho de insertar un fragmento de ‘My Number’ de Foals‘, al grito por parte de Gorka de «¡danzad malditos!«. Y no fue ésta la última versión que sonó en la noche, pues tras despedirse de nuevo con ‘Ikasten’, Gorka volvió al escenario para interpretar en solitario una emotiva ‘Redemption Song’, canción que hizo popular el jamaicano Bob Marley. Tras ella, solo haía una forma de rematar una noche perfecta. Y así fue. Con una ‘Denak Ez Du Balio’ en la que David se encargó de cantar las partes con las que Tim McIlrath de Rise Against nos fusiló el cerebro hace años los navarros se despidieron tan visiblemente emocionados como nosotros.
Son inmensos y no sabemos donde está su límite.