[Actualidad] El Último Vecino – “Voces” (2016)

Transcurridos ya varios meses desde la publicación de este segundo álbum de estudio de El Último Vecino, «Voces» sigue generando críticas radicalmente opuestas. En un lado los que no dudan en describir el disco como una de las mejoras odas a ese sonido onírico de la burbuja electrónica de los 80. En el otro extremo los que ven en este un trabajo continuista e incluso un plagio a los grandes referentes de aquellos años.

No cabe duda desde la primera escucha que las reminiscencias a grupos como The Drums, New Order o The Smiths son cuanto menos deliberadas. Prueba inapelable de ello es la melodía de ‘La Noche Interminable’, segundo corte del LP en el que se puede oír casi nota por nota el ‘Some Girls Are Bigger Than Others’ que acuñaron las entrañas de Morrissey dentro de su tan imprescindible como inalcanzable «The Queen Is Dead». Un homenaje que lejos de ser un lastre supone una de las mejores canciones del disco, y es que si bien las aguas melódicas de las que beben Gerard Alegre y los suyos se distinguen ya desde el primer sorbo, las «voces» atrapadas en ellas requieren de una escucha más pausada y profunda, donde las letras acaban dotando de una personalidad propia incontestable a este mejunje de pop electrónico.

El hecho de haberles visto en directo en su paso por el Festival Tomavistas de Madrid acrecenta aún más mi seguridad al afirmar que las canciones de Gerard Alegre no resultan postizas, sino más bien el resultado de la fascinación de un niño que creció inhalando la esencia de aquellos años gloriosos en los que los sintetizadores dieron un nuevo punto de giro a esto de la música. Entre sus aplastantes letras encontramos joyas como ‘Antes de Conocerme’, ‘Mi Escriba’ o la genial ‘La Entera Mitad’, tal vez la mejor canción de este segundo trabajo discográfico. Incluso en sus temas más bailables como ‘Una Especie de Costumbre’ o ‘Mi Amiga Salvaje’ quedan los posos melancólicos marca de la casa Alegre, que acaban por dar forma un disco que pese a no inventar nada nuevo consigue emocionarnos con creces y supone un indudable paso hacia adelante del cuarteto catalán.