The Jon Spencer Blues Explosion @ Sala Joy Eslava (Madrid) 7-11-2015


Actuaciones como la vivida el pasado sábado en la madrileña sala Joy Eslava son dificiles de olvidar por diferentes motivos: actitud, sonido, experiencia y, sobre todo, por representar el genuino rock and roll, libre de artificios.
Al parecer, la mayoría del público desconocía que había artista invitado así pues la apertura de puertas alcanzó a Gemma Ray (invitada de lujo) con una decena de personas ante la magnitud del antiguo teatro Eslava. La artista británica afincada en Berlín nos regaló un fantástico recital que en ocasiones parecía convertirse en una ensoñación de película de David Lynch. Acompañada únicamente de un batería, su guitarra y su cuchillo la actuación se convirtió en el secreto mejor guardado de la noche para los pocos que tuvimos la suerte de llegar puntuales.
Tras ella la Jon Spencer Blues Explosion salió, como es habitual, a machete, agitando a un público que no necesitaba mucha más motivación que los poderos riff de guitarra que disparaban desde el escenario. En lo alto encadenaban unos temas con otros, centrando el comienzo en su nuevo y sorprendente álbum “Freedom Tower – No Wave Dance Party 2015”, en el que añaden tintes de funk o incluso de hip hop a su particular blues-punk en temas como la desbordante ‘Do the Get Down’, la elegante ‘Tales of Old New York: The Rock Box’ o la trasnochada ‘Wax Dummy’.
Y tras la representación de su más reciente repertorio fueron atronando y lanzando hits en su explosivo formato power trio, en el que las labores de un bajista no se echan de menos en absoluto y son reemplazadas por los salvajes golpes de bombo de Simins y toda la tormenta que sale de los amplificadores de Jon y el hermético Bauer, que merece mención aparte. Aquejado de una enfermedad que les ha llevado a suspender recientemente conciertos y que les impediría actuar un día después en Barcelona, realizó en Madrid un magnífico show. El destino quiso que fuéramos afortunados y pudiéramos disfrutar de sus clásicos instantáneos a golpe de la pegadiza tralla con la que lanzan ‘Chicken Dog’ o la acelerada ‘Black Mold’. Con Jon recordándonos a cada instante que esto era la JSBX consumieron sus dos pases e incendiaron todo el repertorio que nos habían preparado para, tras un previsible “The End”, echar abajo un telón que desprendía humedad del sudor que se concentró encima y debajo de este escenario que tantas veces ha acogido al grupo.
No debe ser tarea fácil seguir manteniendo tan alta tensión con el paso del tiempo y dadas las circunstancias dieron forma a un grandioso concierto, en el que público y artistas se empaparon del rock más salvaje en perfecta comunión.