The Districts @ Sala Independance (Madrid) 23-06-2015


En medio de la repentina tormenta que tiró abajo el cielo madrileño el pasado martes nos acercamos al céntrico Independance para disfrutar de la visita a nuestro país de The Districts, quienes lo que no dejaron en pie fue el escenario.
Procedentes de Lititz, pequeña ciudad de Pennsylvania, el grupo se formó en 2009 y, tras varios EPs, este año han terminado de dar el salto con la publicación de “A Flourish And A Spoil”, un primer larga duración que suena fresco y que bebe tanto del rock garajero que popularizaron hace años The Strokes como del sonido más crudo y guitarrero de los 90. Con un debut tan prometedor solo nos quedaba verles las costuras en vivo, donde su propuesta podía quedarse en una más o hacerles destacar y, sin duda, se acercaron a lo segundo.
A pesar de no tener enfrente demasiado público, los norteamericanos salieron a matar desde el primer momento con una ‘Bold’ que fue creciendo en intensidad y que hizo que la gorra durara en la cabeza de su cantante y guitarrista Rob Grote poco más de tres guitarrazos. Con su constante movimiento y una voz que nos dejó tremendamente sorprendidos, Grote se metió en el bolsillo al público gracias a un carisma innato y una actitud que ya quisieran para sí grandes del rock que parecen tocar con el piloto automático. Junto a él se corearon temas como ‘Long Distance’ o ‘Lyla’ e hizo suyo el escenario cantando en solitario ‘Suburban Smell’, en la que dotó de una rabia sobrehumana a cada palabra que escupía a gritos o susurraba con delicadeza.
Apoyado en todo momento por los coros del guitarrista Pat Cassidy y algunos puntuales del batería Braden Lawrence, rozaron la perfección a nivel vocal y la alcanzaron en los desarrollos instrumentales con los que presentaban canciones o daban nueva vida a los temas en su parte intermedia. Jugando con sus pedales, Cassidy aportó a la guitarra un sonido casi setentero que llevaba las canciones a un nuevo nivel mientras el impasible Connor Jacobus las apuntalaba desde el bajo.
Y totalmente agradecidos por la calurosa respuesta del público se marcharon tras cerca de la hora y media de concierto con una despedida instrumental a la altura de la noche, con sus amplificadores retro por el suelo, las guitarras en constante acople y el rizado pelo de Grote chorreando sudor.
The Districts tienen la urgencia de los primeros Arctic Monkeys, la pausa de los mejores Strokes y una actitud sobre el escenario que a día de hoy ambos deberían envidiar. Además les queda mucho camino por delante así que nosotros no pensamos perderles la pista. Tú tampoco deberías.
Texto: Iván Díaz
Fotografías: Luis Arteaga