Tachenko @ Sala El Sol (Madrid) 09-10-2015


¡Tachenko somos todos! aunque algunos más que otros. No se me ocurre mejor definición para los recitales de la banda zaragozana que la que ellos mismos utilizan. ¿Quién no ha sido alguna vez amable con las jóvenes? ¿Quién no ha sido tanto, tan listo y después ha acabado siendo tonto perdido? o ¿quién no hay días que va hacia el huracán? “El Comportamiento Privado”, su última y brillante entrega, se convirtió por derecho propio en el principal protagonista de la noche del viernes, y teniendo en cuenta que Tachenko es un grupo de canciones y no de poses ni de conceptos, sus autores supieron darle toda la fuerza sexy de la que son capaces (y más) a este nuevo repertorio con el que, citándolos de nuevo, estuvieron, como siempre, por encima de sus posibilidades.
Con un lleno de justicia en la sala El Sol y tras unos revolucionados Alborotador Gomasio comenzó a sonar, con cierta puntualidad, el sampler que abre y sostiene ‘Los Festivales de la Fe’, tema que en directo crece tanto como lo ha hecho su público en los últimos años. La composición con la que abren es el mejor ejemplo de lo que es la banda en la actualidad, una fábrica de diamantes pop que parecen surgir en el tránsito de lo clásico a lo moderno. Seguros de sí mismos y de lo que venían a presentar fueron soltando un tema tras otro de los contenidos en su fantástica última entrega, la que ha sido grabada y mezclada por el genial Rafa Domínguez, miembro de pleno derecho en la actualidad del grupo y uno de los músicos más solventes de este y otros países.
Nos acercaron a ‘Las Claves’, hicieron gala de su ‘Estilo Internacional’ y se vinieron arriba con ‘Mentes Maravillosas’ y ‘Declaración Universal’, canciones que ya pertenecían al público desde el primer acorde. Pero el que en mi opinión fue el mejor momento de la noche tuvo lugar con una impecable interpretación de ‘Otras Vidas’, con ese imprevisible cambio hacia el salvaje final. «Mantén la calma, es un inicio, esto es un juicio y al final nadie se salva. Asómate al precipicio y luego pon las cosas en su sitio”. Célebres palabras que en la voz del carismático Sergio Vinade suenan más que poderosas, como poderosa sonó también ‘Fuego’ y su pura nostalgia arrebatadora. Y para poner punto y aparte al setlist, ‘Más madera’ cerraba una primera parte que se centró en defender en público su «comportamiento privado».
A partir de aquí empezaron a soltar melodías a todo gas para echar todos los clásicos a la pista. Uno detrás de otro y sin enredar la espera sonaron ‘Tírame a un Volcán’ y ‘Suerte y Relámpago’, con la que reinventan el “no pasarán» agregándole esa fuerza sexy que lo actualiza y le vuelve a dar sentido. Tras éstas, ‘Amable’ se convirtió por derecho propio en otro de los puntos álgidos de la noche y es que esta maravilla, con su precioso estribillo, debe entenderse a estas alturas como una de las cumbres del pop español con mayúsculas.
Pero el estallido colectivo llegó con ‘Escapatoria’, hacia el final del concierto. Son ésta y ‘Dame una Pista,’ con la que finalmente cerraron, las piezas clave con las que conectaron con el público y es aquí donde más discrepo con el respetable, ya que en mi opinión son demasiado evidentes en comparación con el 98% del resto de su cancionero. Entre ese alto porcentaje sí que se encuentran, y fue maravillosamente emocionante escucharlas, ‘El Coche Real’, ‘Levántate’ o ‘La Resistencia’.
Fotografía: Gustaff Choos