Rolling Blackouts Coastal Fever – «Sideways to New Italy» (2020)


En tan solo cuatro años, Rolling Blackouts Coastal Fever han pasado de maravillarnos con sus primeros EPs a figurar entre los nombres más destacados de grandes festivales de música como Tomavistas o Primavera Sound. Precisamente estos eventos se antojaban como escenarios perfectos para presentar este «Sideways to New Italy». No pudo ser pero será; el año que viene. Y hasta entonces podemos zambullirnos de nuevo en esta refrescante colección.
Retomando las mejores esencias de siempre, convertidas ya en marca de la casa, encontramos canciones tan veraniegas como ‘She’s There’. Un temazo donde vuelven los recuerdos de amores estivales, tan efervescentes y salvajes como la espuma del mar. Riffs de guitarras llenos de luz que marcan el camino directo con ‘Cars in Space’, otra de esas canciones que reúne la mejor versión de Rolling Blackouts CF. Más de lo mismo en la inicial ‘The Second of the First’, donde las voces terminan por soterrarse en las guitarras y en las reverbs hasta resultar ininteligibles. Un pop luminoso y nostálgico que mira al rock and roll a la cara con ‘Beautiful Steven’, ‘The Cool Change’ o el ritmazo de ‘Not Tonight’, un corte que podrían firmar en algunas partes los Dream Syndicate más poperos. Un acelerador que pisan a fondo con la gran ‘Cameo’, llena de éxtasis, velocidad y frenazos.
Una exaltación de la melancolía que surca la aguas de la romántica ‘Falling Thunder’. Un romanticismo no solo entendido en el amor, sino también en la admiración de la naturaleza en todo su esplendor. Tal y como lo hacían los grandes pintores románticos. Aquí los australianos juegan la carta del brit-pop y la ensoñación melódica de los siempre seminales The Smiths. Con más calma pero siguiendo la pista de lo onírico, dejan ‘Sunglasses at the Weeding’, lo más cercano que tienen a una balada. Y para quienes acusen a Rolling Blackouts de explotar la misma fórmula siempre, ahí está ‘The Only One’, curioso experimento con sintetizadores entre el pop bailable, la psicodelia y el western.
Habiendo surcando en sus anteriores trabajos la cresta de la ola, tal vez no será este su mejor álbum. Ni falta que hace. El quinteto de Melbourne vuelve a salir victorioso en su personal envite a la melodía más guitarrera.