Nick Waterhouse @ Sala But (Madrid) 02-11-2019


La elegancia y el gusto por por el rhythm and blues más soulero han hecho de Nick Waterhouse una marca de referencia dentro de la escena. Con tan solo 33 años a sus espaldas el californiano parece sacado de otra era, y tan solo los arreglos guitarreros más garageros que imprimió como productor en el característico sonido de Allah-Las pueden dar una pista de su verdadera edad. Con un cuidado extremo en los detalles y una banda de acompañamiento soberbia, Nick Waterhouse nos brindaba este mismo año un disco homónimo con el que parecía conectar con sus mejores esencias. Oportunidad perfecta para salir a defender estas canciones en directo con una nueva gira que el sábado hacía parada en Madrid. En medio de uno de esos puentes festivos que suelen asolar la capital, las expectativas por este concierto podían con el calendario y la sala se llenaba para recibir al músico. Parece evidente que Madrid no era una ciudad más en su hoja de ruta. Además de dedicar unas palabras más sentidas de lo habitual al público, los padres del propio Waterhouse se desplazaban con su hijo a este concierto, en lo que sin duda sería una ocasión especial.
En directo la propuesta del norteamericano puede resultar por momentos demasiado sofisticada, perdiendo por el camino algo de la crudeza del soul más puro. No obstante, esto también es parte de su encanto y así lo entendían sus seguidores, que a las primeras de cambio ya bailaban totalmente entregados a su causa. Con la banda con la que volvía a sus orígenes, Waterhouse no dejaba pasar la oportunidad de presentar con honores a sus músicos, cediendo especial protagonismo durante el show a sus dos saxos: Paula Henderson (barítono) y Mando Dorame (tenor). Colocados al frente del escenario, sus notas coloreaban algunos de los pasajes más brillantes de la noche. Mención destacada para la desértica ‘Sing For Winners’ que añadía el punto más modernista a la colección, además de dos clásicos, uno recién horneado como es ‘Wreck the Rod’ y la archiconocida ‘Katchi’, canción con la que ponía su nombre en todas las listas hace ya algunos años. Igualmente vibrante resultaba la versión de The Seeds, ‘Pushing Too Hard’ y la sensacional ‘I Feel an Urge Coming On’, en mi opinión el mejor tema de su última colección, con ese aroma añejo que huele a The Animals y a Allah-Las a partes iguales.
Encarando ya el tramo final, Waterhouse volvía a fardar de estilo R&B con el duelo de saxos de ‘Black Glass’. No faltaban tampoco los acordes polvorientos de ‘Sleeping Pills’ marcando la diferencia, aunque poco después se volvía a retomar el rhythm and blues más académico. Se despedía así finalmente con ‘El Viv’ y la primeriza ‘If You Want Trouble’, que desataba una jam jazzística prolongada en el tiempo para deleite del respetable. Una velada que deja patente dos cosas: la gran acogida que siguen teniendo los sonidos más clásicos y que Nick Waterhouse es el embajador perfecto para seguir llevándolos hasta los tiempos actuales.