Muere Tom Petty, el gran inconformista del rock


Los rumores sobre la muerte de Tom Petty comenzaban a propagarse anoche en un sinfín de comunicados confusos que terminaban por confirmar los peores indicios de madrugada, cuando tras intentar reanimarlo por todos los medios en un hospital de Los Ángeles, el músico norteamericano perdía la vida a los 66 años de edad a causa de un infarto. De manera inesperada y después de haber actuado tres noches en el Hollywood Bowl junto a Lucinda Williams (la última de ellas la pasada semana), se terminaba prematuramente la historia de uno de los grandes artífices del rock americano.
Nacido en Florida en 1950, y cumpliendo con el canon de las grandes leyendas de la música, Petty se sobrepuso a una infancia difícil marcada por los maltratos y desprecios de su padre, que le llevaron a buscar refugio en la música, a la que más tarde devolvería todo lo dado a través de sus magnéticas canciones. Un camino que comenzaría siendo tan solo un adolescente al frente de Mudcrutch, banda que se disolvió en su primera etapa con la deuda pendiente de grabar un disco juntos. Espina que finalmente se sacarían en 2008, 32 años después, y que encontraba su continuación el pasado año con la publicación de «2», álbum que figurará para siempre como la última reseña firmada por Tom Petty.
Su incansable inquietud musical le llevó también a formar uno de los mayores supergrupos de la historia de la música, reuniendo a colosos de la talla de Bob Dylan, George Harrison, Jeff Lynne, Roy Orbison y él mismo bajo el nombre de Traveling Wilburys, con quienes editaría otros dos álbumes a finales de los 90′. No obstante, pese a sus diferentes proyectos y desarrollar en paralelo su carrera en solitario, el grupo con el que pasaría a la historia serían sus inseparables The Heartbreakers, con quienes llegó a ser reconocido como una de las grandes estrellas del rock en medio mundo.
En permanente disputa con las discográficas, Petty se caracterizó por su carácter impredecible e indómito, que le llevó a batirse en numerosos pleitos contra la industria y a tener un cartel irregular fuera de Estados Unidos y Reino Unido. Sus supuestas fobias a volar le convirtieron en uno de los grandes anhelos del público español, país en el que nunca jamás llegó a actuar. Junto a la magia del idilio platónico de verle alguna vez en directo, siempre nos quedará su inmenso legado musical. ¡Hasta siempre maestro!