Crudo Pimento + Trepàt @ Moby Dick Club (Madrid) 28-03-2015


Arrancaba este fin de semana en Murcia la gira de presentación de “Fania Helvete”, el nuevo artefacto sonoro perpetrado por Crudo Pimento, un disco al que difícilmente podemos hacer honor con palabras y cuya mejor explicación entra por los oídos. Una sensación que tuvimos también la noche del sábado al terminar su concierto en el Moby Dick Club de Madrid y a pesar de la cual intentaremos utilizar algunas de ellas para acercaros mínimamente a su extrema propuesta.
Pero no podemos entrar en faena sin mencionar antes a Trepàt. Los de Granada no solo comparten sello (nuestro querido Miel de Moscas) con los murcianos sino también esa actitud de crecerse en el escenario. Con una propuesta que atrapa en lo visual, nos ofrecieron lo mejor del pop y el punk patrio más oscuro y ochentero, al que añadieron un muro de sonido más propio del shoegaze y el noise, con las guitarras siempre al frente. Sus canciones cobran nueva vida sobre el escenario y el constante contoneo de Juan Luis al frente del micro casa a la perfección con los arreglos disparados por la guitarra de Miriam y los teclados y voces de apariencia naif de Mari Carmen. Aprovecharon para presentar un nuevo tema y repasar los más significativos de “La Fiesta Oscura”, su disco publicado el pasado año y al que parece que darán una continuación que apunta alto.
Tras ellos aparecieron en escena Raúl e Inma y, jugando al despiste, arrancaron con una escalofriante versión de ‘La Hija de Juan Simón’ sentados al frente del escenario. Lo que podía parecer que iba a ser un concierto “al uso” (si de alguna manera se puede relacionar esa expresión con lo que estos dos terroristas musicales han ideado) rápidamente viró hacia el extremo en lo musical y hacia un rincón del escenario en lo físico (si es que estas dos no son la misma cosa).
¿Es posible hacer black metal con un instrumento creado a partir del palo de una escoba? ¿Hay alguna manera de hacer que dos personas suenen como si tuvieran detrás a una banda completa sin necesidad de llenar el escenario de aparatos digitales? ¿Se puede mezclar a los Burzum que Raúl lucía en su camiseta con la música tradicional de vete a saber que tribu andina y poner a la gente a la bailar? Pues sí amigos. Esas y algunas cosas más fueron las que hicieron retumbar nuestro pecho con un sonido atronador procedente de aquel rincón del escenario de Moby Dick Club. Un rincón que nunca volveré a mirar de la misma forma.
Acercaos a ver a Crudo Pimento. Tal vez salgáis corriendo después de la segunda canción o tal vez viváis el concierto de vuestras vidas, pero acercaos.
Fotografías: Eva Jimenez