C.W.Stoneking @ Sala La Boite (Madrid) 11-06-2015


C.W. Stoneking viene de Australia aunque parezca sacado de una fiesta en la que corre el alcohol de contrabando durante la ley seca norteamericana, o de un garito de la pantanosa Louisiana donde se entrecruzan el blues, el calypso y el vudú. C.W. Stoneking viste elegantemente, con pajarita y de impoluto blanco, pero sus manos dejan asomar unos tatuajes que muestran la piel del lobo bajo el manto del cordero. Y C. W. Stoneking toca y canta como si no fuera con él la cosa, con un gesto serio que se torna en agradecida sonrisa cuando los aplausos le llegan de todas partes y que usa un micrófono casi por obligación pero que no parece necesitarlo gracias a una voz totalmente privilegiada.
Toca las canciones de su “Gon’ Boogalo” (ese disco que le ha costado seis años publicar) arañando su Fender como si fuera una extensión de sus manos y presenta a sus acompañantes por cuarta o quinta vez sabedor de que parte de los aplausos también les pertenecen. Especialmente a sus dos menudas coritas, que con elegante traje no solo aumentan el listón a nivel vocal sino también visual, con las constantes escenificaciones de sus canciones. También al bajista-contrabajista-corista al que nadie arranca media sonrisa. “Y ni falta que hace”, parece pensar enfundado en su traje negro.
La gente no baila demasiado en los primeros compases, los que marcan canciones como ‘How Long’, ‘The Zombie’, ‘Get On The Floor’ o una ‘Mama Got The Blues’ que suena dolorosa. Más bien se muestran hipnotizados por lo que la banda ofrece, y así lo demuestran los vítores y aplausos que brindan al grupo al término de cada canción. También en esas peticiones de silencio a los despistados (que no entienden que en un concierto lo importante es la música) cuando el grupo arranca con baladas como ‘On A Desert Island’, en la que Stoneking muta en crooner de anuncio y nos hace añicos con su voz.
Pero al final la gente se rinde a lo evidente y cuando en los compases finales suenan ‘We Gon’ Boogaloo’ o ‘Yield Not To Tempation’ La Boite se convierte en una gran pista de baile para dar la despedida que se merece a un músico que te traslada a otra época. Así de poderosas son sus canciones.