Baton Rouge @ CSA La Rampa (Barcelona) 21-11-2015


Hace poco más de un mes nos llegó una de esas noticias que no gusta a ningún seguidor de una banda: Baton Rouge anunciaba que la gira que la semana pasada les trajo a nuestro país sería la última. Los de Lyon hicieron parada en Zaragoza, Madrid y el sábado en el CSA La Rampa de Barcelona, adonde acudimos sin pensárnoslo dos veces. Fue el penúltimo concierto de la banda antes de poner el punto final en su ciudad natal. Estuvieron acompañados de Torino (también grupo de Gwen, bajista y cantante de Baton Rouge) y de los catalanes Tröpical Ice Land.
En 2011 cuatro de los cinco componentes de Daïtro, una de las bandas referente del screamo y post-hardcore europeos, decidieron bajar el tempo y coquetear con sonidos más melódicos creando Baton Rouge. Su primer LP, «Fragments D’Eux-Mêmes», es un disco que se disfruta del tirón y, aunque la mayoría de sus temas son bastante directos, ya dejó entrever lo que un par de años después escuchamos en su continuación, «Totem», con sonidos más atmosféricos y crudos.
Con algo de retraso respecto al horario previsto (seguramente esperando a que terminara «el clásico»), los tres componentes de Torino se subían al escenario de la planta más profunda de un garaje, convertida en sala de conciertos. Con un sonido impecable y un punk rock nada pretencioso, guitarra, bajo y batería nos presentaron su reciente split con Zero Gain. La escasa media hora de su actuación supo a poco a quienes no se despegaron de la primera fila contagiados por la energía y entrega del trío. Se despidieron anunciando que tras ellos venía el plato fuerte de la noche, al parecer debido a que no todos los componentes de Tröpical Ice Land habían podido llegar a tiempo.
Había cierto nerviosismo entre los seguidores de Baton Rouge. Era la última oportunidad de verles en directo y no dudaron en agolparse a escasos centímetros del escenario cuando la banda tomó posiciones. Con los primeros acordes de ‘Train de Nuit’ el nerviosismo se transformó en un estado de excitación que se mantuvo hasta el final. Hubo momentos de calma en los que dejarse llevar, pero las emociones estaban a flor de piel y no fueron pocos los gritos del público para desfogar.
La crudeza se alternó con la melodía de las guitarras de Samuel y Julien, perfectos de principio a fin. La voz de este último no estaba al 100% (él mismo lo confirmó antes de terminar de destrozársela en ‘Côte du Py’), y el setlist se centró en los temas en los que canta Gwen. El bajista y cantante lideró a la banda acompañado de un tremendo Benoit a la batería, capaz de romper el ambiente con cada golpe para después suavizarlo con un tacto y un detallismo magistral.
‘Des Chemins Balisés’, de su primer disco, sirvió de paréntesis entre las canciones de «Totem», que prácticamente monopolizaron el concierto, y se despidieron con otra de su debut, una colosal ‘Sur Un Banc’. Baton Rouge dejaban los instrumentos en el suelo y nos decían adiós. Ninguna despedida es cómoda pero al menos quedó el consuelo de haber disfrutado de ellos una última vez.
PD. Teníamos muchas ganas de ver a Tröpical Ice Land, pero tuvimos que marcharnos sin poder disfrutar de ellos. Queda pendiente contaros en otra ocasión de lo que son capaces los de Torelló en directo.