Band Of Skulls @ Music Hall (Barcelona) 26-02-2015


Estupendísima impresión la que han dejado los ingleses Band of Skulls en su primera visita a Barcelona. Bastante tiempo llevábamos algunos queriéndolos ver en acción (en el Bilbao BBK Live del 2010 cancelaron y hasta un buen tiempo después de la edición de “Himalayan” no se han decidido a girar por España como cabezas de cartel), y desde luego, y como dice el tópico, la espera ha valido mucho la pena.
Con tres discos a sus espaldas y habiendo ejercido de teloneros de un montón de bandas más famosas –de momento- como The Black Keys, con los que comparten unas cuantas coordenadas sonoras, y con un público cada vez más de acuerdo con su sonido (especialmente en Inglaterra, aquí siempre vamos un paso por detrás en materia de rocanrol), los de Southampton empezaron su casi hora y media de concierto con ‘Light Of The Morning’, y desde ese preciso instante los presentes (que éramos unos cuantos en la sala Music Hall, cosa que me alegra, aunque los guiris son demasiado altos para servidor) supimos que íbamos a presenciar un más que buen concierto. Su mezcla de blues e indie rock boogierabioso salpimentado con momentos etéreomelódicos funciona tan bien en directo como en disco, y aunque bajan las revoluciones de sus canciones en vivo (no demasiado, pero se nota), la intensidad y la belleza de sus composiciones golpea con la misma fuerza que en formato físico.
Un trío engrasadísimo en la distancia corta (se nota que se han pateado un montón de escenarios en sus seis años de carrera), con un Russell Marsden como protagonista del asunto, luciendo sus habilidades guitarrísticas y vocales pero sin llegar a ser pajillero, dejando también una buena cuota de estrellato a la base rítmica de Band Of Skulls, por la que muchos grupos pagarían por tener. Y no solamente porque Emma Richardson tenga un rollazo que no veash, es que canta la mar de bien en directo y clava las cimbreantes líneas de bajo de sus canciones. Por no hablar de la potencia del baterista Matt Hayward, un animalico tan preciso como echao palante. Un repaso a sus tres discos con momentos francamente espectaculares (‘I Know What I Am’, ‘Hoochie Coochie’, “I Feel Like Ten Men, Nine Dead and One Dying’ o ‘Sweet Sour’ sonaron a gloria) que dejó al público bien contento y satisfecho. No es que lo sepa a ciencia cierta, pero esos puños en alto siempre suelen ser buena señal…
Texto: Andrés Derrick