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[Archivo] Chucho – «Tejido De Felicidad» (1999)
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[Archivo] Chucho – «Tejido De Felicidad» (1999)

chucho fernando alfaro

chucho tejido de felicidad reseña discoLa última primavera del siglo pasado trajo consigo los cielos más azules y despejados que yo recuerde y uno de los mejores discos de Fernando Alfaro, aquí ya reencarnado en Chucho tras la separación de los imprescindibles Surfin Bichos.

Si la vida se mide por la cantidad de recuerdos agradables acumulados, y si estos básicamente se han concentrado en los meses más soleados, siempre se tiende a recordar si este verano lo pasamos mejor que aquel y cual fue nuestro verano mágico. Es más, la memoria suele filtrar los datos según un código personalizado que en el caso de muchas personas, como yo, es la música. En mi primer verano mágico el disco que me acompaño fue «Tejido De Felicidad» y desde entonces cada vez que vuelvo a él traspaso la barrera del espacio y el tiempo y regreso siempre a un momento en el que ser feliz era cuestión de querer. Ligado eternamente a mi juventud, al amor y sobre todo a la amistad, en este caso la que me unía a mi compañero inagotable en la búsqueda de sonidos y frases arrebatadoras, para mi este disco es Edu, el sol y parafraseando al artista en ‘Magic’, esa sensación que te agarra el estómago y te lleva directo al cielo cuando canta que «lo mejor de nuestra vida está aún por ocurrir«.

“Tejido De Felicidad” es mucho más que el reverso luminoso de su anterior referencia, «78». Con algunas sombras en su interior, como las que proyectan ‘Aguacero Al Infinito’ o ‘Mi Vida Con Fiebre’, creadas a partir de samplers de la banda sonara de Abre los ojos, estas no hacen sino enriquecer más el tremendo contraste entre el presente y el pasado de la banda.

Ante el milagro de la vida, Alfaro parece vislumbrar un resquicio de felicidad y esperanza al ver nacer a su primera hija, algo que se traduce en agradecimientos al amor y la existencia en contrapunto al abismo existencial que fue «78». La luminosidad y el optimismo con el que arranca en esta ocasión llega a ser sorprendente, como sorprendente fue un single como ‘Magic’, puro optimismo acompañado de una música que no esperabas ni, en un principio, comprendías, y que, como el mismo dice, da lugar a la canción más punk de Chucho. ¿Quién se podía imaginar a Alfaro cantando sobre un sampler que parece sacado de una clase de aerobic y un texto que, a pesar de abordar el tema de la muerte, es toda una celebración de la vida?

Producido y arreglado por el gran Kaki Arkarazo arranca esta obra mayor con una base de drum and bass que lanza de forma trepidante la inicial ‘Cirujano Patafisico’, donde el protagonista le promete toda una vida feliz a su amor a cambio de que ella se deje. Continúa con la bestia de amor imparable que es ‘Hamorambre’, con ataque de risa en un entierro incluido, y a partir de aquí las cuerdas y las palabras se dan la mano en una explosión de belleza única. Tras la celebración de ‘Magic’ llega ese momento de felicidad absoluto que es ‘El Mundo En Un Segundo’ al son de una composición del autor clásico Samuel Barber, que acompaña versos tan hermosos como esos de «un milagro, vivir, dormir contigo al raso y ver el mundo en un segundo«, donde la aterciopelada voz de Isabel León redondea aún más tanto esta como el resto de las composiciones.

Las fases del amor y su profundo camino interno son el reflejo del texto de ‘Revolución’, el segundo y potente single, que transmite unas sensaciones que te agarran el estómago. Peligros crudos desembocan en el mar revuelto de ‘Mare Nostrum’, mostrando el lado más peligroso y visceral de las relaciones («porque si te quiero tanto, te hago tanto daño, acabaremos algún día envenenaos«). El odio y el deseo es totalmente voluntario en la salvaje y punk ‘Erección Del Alma’, que se da la mano con el rock casi satánico de ‘Alicia Rompecuellos’, antesala de los momentos más oscuros del disco con ‘Aguacero Al Infinito’ y ‘Mi Vida Con Fiebre’, donde parece que el optimismo que venía siendo temática acaba desmoronándose. A pesar de ello, justo después llega el momento de mirar atrás con dulzura y surgen las dudas en la bellísima «Una F-Foto Tuya», con guiños a Twin Peaks en el texto y en la entrada musical al estribillo. Aquí todo vuelve a su cauce para seguir tejiendo colores de felicidad («un papelote suelto con algo escrito con tu letra importa más que el mundo para mi«). Tras esta, ‘Una Nueva Vida’ celebra la existencia y la emoción de ser padre, para acabar huyendo hacia delante con ‘Perruzo’, urgente declaración de principios acerca de los instintos primarios y que cierra este grandioso disco sacándole ansiosamente todo el jugo a la vida.

Envuelto en una preciosa portada, este álbum de fotos del «perro feliz» nos hizo en su momento a todos un poco más felices y hoy, quince años después, sigue sonando intacto como el primer día y sigue siendo ese carrusel de emociones al que cada vez que uno vuelve se acerca a esos cielos tan despejados y esos sentimientos realmente puros y sin domesticar. A la espera del nuevo álbum de Alfaro, que verá la luz en estos próximos días, déjense arrebatar de nuevo por este clásico o descúbranlo si aún no lo han hecho.

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