[Actualidad] Bob Mould – «Sunshine Rock» (2019)


Bob Mould ha publicado otro disco impecable de punk rock, y con eso casi que se podría acabar este texto. “Sunshine Rock” llega tres años después de su anterior referencia, un “Patch the Sky” del que ya os hablamos en su día por aquí y que era difícil superar. No lo consigue, pero tampoco hace falta. El simple hecho de mantener el nivel en sus nuevas canciones ya hace que el de Bob Mould vaya a ser uno de nuestros discos de cabecera del año. Lejos de domesticar su sonido, el grandullón de Malone sigue golpeando fuerte y con energía. Pocas concesiones a esa electrónica con la que a veces le gustó coquetear o a cualquier sonido que se aleje de la electrizante descarga de adrenalina que supone su música en los últimos años. Tan solo los matices de teclados de la melancólica ‘The Final Years’, siempre sobre el grueso colchón de graves que supone el bajo de Jason Narducy, o una ‘Irrational Position’ en la que muestra su buen gusto por el power pop más sólido rompen un tanto la dinámica de acelerón constante con la que nos golpea la primera mitad del disco. Absolutamente aplastante sonaba antes ‘Thirty Dozen Roses’, impecable la melodía de guitarra que abre ‘Sunny Love Song’ y arrebatadores los coros de ‘What Do You Want Me To Do’, single claro de principio a fin.
La segunda parte del disco la abre a lo grande ‘I Fought’, latigazo punk rock que nos muestra al Mould más agónico y rabioso de los últimos años. Dos minutos y medio de furia desatada que nos remite a los mejores Hüsker Dü, banda con la que se dio a conocer en los ochenta. Tras ella, nueva bofetada de realidad con ‘Sin King’, tema con el que podemos respirar la frustración vital de un Mould que no se esconde en sus canciones, como también demuestra una ‘Lost Faith’ en la que baja las revoluciones para ofrecernos el ritmo de batería más estandar del disco y manifestar su pérdida de fe en todo, aunque dejando un atisbo de positivismo individual ante el mundo en un estribillo para gritar al cielo. Tras ellas, la voluntariamente naif y divertida ‘Camp Sunshine’ da paso a ‘Send Me a Postcard’, en la que Mould versiona a los Shocking Blue con un tema que bien podría haber compuesto él mismo en cualquiera de sus diferentes proyectos (aquí hay mucho de Hüsker Dü pero también de Sugar). Y cierra el disco la amable ‘Western Sunset’, en la que vuelven a jugar con las voces y hasta amagan con el falsete demostrando lo sólido y versátil de la banda que forman. Jon Wurster a la batería y Narducy al bajo siguen acompañando a la perfección a un Mould que vive sus mejores años y que, con el permiso de los puristas y los nostálgicos, me atrevo a decir que está publicando los mejores discos de su carrera.