[Actualidad] Bob Mould – «Patch the Sky» (2016)


Me imagino a Bob Mould colgándose la guitarra al cuello y lanzando del tirón y automáticamente los acordes que dan forma a un tema como ‘The End of Things’, segundo corte de su nuevo disco, “Patch the Sky”. Me imagino a Mould como una factoría en sí mismo de temazos en serie, con pegadizos (que no pegajosos) estribillos, guitarras musculosas y mucho feeling. Y me imagino a sus excompañeros de Hüsker Dü maldiciendo por una reunión que no termina de llevarse a cabo y por otro disco perfecto de este señor mayor con pinta de pescador o de trabajador de astilleros. Tres van ya desde que publicara en 2012 “Silver Age”, disco que abría una supuesta trilogía que continuaba dos años después con “Beauty & Ruin” y a la que pone fin ahora con este “Patch the Sky”.
Atrás quedan discos algo menos redondos y más dubitativos, algunos con un carácter cercano al de cantautor (“Disctric Line”) y otros con ciertos coqueteos electrónicos (“Body of Song”) que no terminaban de cuadrar entre los tres o cuatro perfectos temas, directos y a la yugular, que sí contenían cada uno de ellos. Sus tres últimos trabajos funcionan como un todo y aunque puede pecar en ellos de inmovilismo si te gustó el primero imposible es no disfrutar enormemente de los otros dos. En “Patch the Sky” Mould se adentra en un universo personal un tanto oscuro y en contraposición con lo jovial de sus melodías se encuentran unas letras que ahondan en una psique, la suya, para nada festiva. No hay más que ver el videoclip de ‘Voices in my Head’, canción que abre el disco y que funcionó como adelanto, para contemplar un Mould aparentemente atormentado y totalmente opuesto a lo que veíamos en anteriores vídeos, llenos de humor e ironía. También en la producción notamos algunas diferencias, con un sonido menos limpio que sus dos anteriores obras, con algo más de garra y una rugosa distorsión en las guitarras que nos remite a Hüsker Dü o a su posterior paso por Sugar, proyecto con el que también se relaciona y hermana esta trilogía de discos claramente.
Pequeños matices de otro disco redondo e irresistible, desde su apertura con la ultramelodica ‘Voices in my Head’ hasta el cierre con la épica ‘Monument’ y pasando por pildorazos como el amargo ‘Hold On’ y su imparable estribillo o temas por los que matarían Dave Grohl y los suyos como ‘Pray for Rain’ o ‘Hands Are Tied’. No estaría mal que se concretara esa reunión de Hüsker Dü que últimamente parece flotar en el aire pero hasta entonces, larga vida a Bob Mould.