Así, con todo en mayúsculas, Turnstile nos gritan bien fuerte a la cara este «GLOW ON» con el que, si existe la justicia, deberían colorarse entre los mejores discos de 2021 de todas las listas que se precien. Una auténtica sorpresa tras otra para dar lugar a este artefacto sonoro inclasificable. 15 temazos sin fisuras, que aportan frescura en todos sus registros, saliendo del molde típico de una banda de punk-rock o hardcorde, con esas fórmulas repetidas hasta la saciedad. La sombra de los mejores Rage Against The Machine acecha detrás de cañonazos como ‘HOLIDAY’ o la colosal ‘MYSTERY’, donde todo es perfecto. Desde esa intro sintetizada y sugerente que se rompe en dos a golpe de guitarrazos rabiosos y una letra para dejarte la garganta cantando puño al cielo. ¡Una auténtica salvajada, de lo mejor que he escuchado en este genero en los últimos años!
Entre todas sus aristas de punk-rock, no rechazan el sabor más clásico del punk costero norteamericano de los 90, abanderando canciones como ‘ENDLESS’, ‘DON’T PLAY’ o ‘BLACKOUT’. Tres trallazos directos en los que, no obstante, siempre dejan espacio para dar un giro de tuerca inesperado. Las baterías y los sintetizadores brillan durante toda la colección dando la alternancia entre pasajes de velocidad frenética a momentos de auténtico tribalismo, presentes también en ‘WILD WORD’. En esa línea entre lo orgánico y lo artificial se mueven las melodías lo-fi de ‘UNDERWATER BOI’, la marciana ‘HUMANOID / SHAKE IT UP’, las capas shoegaze poperas de ‘ALIEN LOVE CALL’ o una ‘NO SURPRISE’ donde se acercan incluso a John Maus.
Droga dura que se extiende a los ritmos desafinados y mutágenos de ‘DANCE-OFF’, otra joya para la colección, o la cadencia casi funky de ‘NEW HEART DESIGN’, con esas guitarras luminosas y bajas de fidelidad que ponen el contrapunto melódico. Más giros de 180º en esa ‘FLY AGAIN’ que comienza con la gravedad dramática de un piano, que suena a directo, para pasar a la acción como mejor saben hacer; con guitarras contundentes y esas líneas casi rapeadas al estilo Zack de la Rocha. Crudeza que se extiende al frenético pogo de ‘T.L.C.’ y a la espídica ‘LONELY DEZIRES’, despedida perfecta para esta espiral de excitación sonora en cadena. Acabarás exhausto pero, de veras, no dejes de escuchar este disco.