Passenger – «Songs for the Drunk and Broken Hearted» (2021)


Escrito con sangre, sudor y lágrimas, este «Songs for the Drunk and Broken Hearted» retrasaba su estreno a causa de la pandemia. Todas las bandas y artistas que han pasado por el duro camino de componer un disco, saben bien lo difícil que es ofrecer tanto esfuerzo y sacrificio sin tener si quiera la oportunidad de defenderlo en directo. Más aún en este mundo de lectura rápida donde todo, incluso las grandes canciones, se esfuma inmediatamente dejando paso a la actualidad más instantánea. Cientos de almas puestas en cientos de álbumes que corren riesgo de pasar al olvido, pero que por otra parte, queman tanto por dentro que no pueden ni deben quedarse en sus creadores.
Así es el nuevo trabajo de Mike Rosenberg, quien pese a intentar ganar un pulso al tiempo editando en 2020 otro disco («Patchwork») bajo el pseudónimo de Passenger, ahora muestra todas sus costuras en esta colección. Canciones reservadas con mimo para mejores momentos, que suenan realmente especiales y sinceras. De esas que brotan a borbotones de la herida de una ruptura. Personalmente, siento que nunca se hará una canción más hermosa y a la vez desgarradora que aquella ‘Girl from the North Country’, obrada por el inmenso Bob Dylan y aupada hasta la eternidad en su dueto junto a Johnny Cash. No obstante, estas mismas tempestades se reflejan con similar honestidad en cortes tan viscerales como ‘Sword from the Stone’ o ‘The Way That I Love You’, auténtica oda al amor puro con independencia de cualquier avatar del destino. Guste más o menos el estilo folk de Passenger, nadie que conserve algo de humanidad podrá resistirse a la embestida emocional de baladas tan redondas y melancólicas como ‘Suzanne’. Tampoco a esas otras historias de bufones tristes y borrachos de temas como el que da nombre al disco o ‘Remember to Forget’ y su resistencia al olvido: «Ayúdame a recordar olvidar, porque yo no quiero despertar todavía».
Variado y cuidado a nivel instrumental, el desengaño adopta otras caras en ‘Tip of My Tongue’ o en las guitarras ochenteras y oníricas al estilo The Smiths en ‘What You’re Waiting For’. Las trompetas con tintes épicos de ‘Sandstorm’ o el delicioso piano y los arreglos de ‘Nothing Aches Like a Broken Heart’, con los que se acerca al folclore de grupos como The Parson Red Heads. Incluyendo en su edición delux todas las pistas en versión acústica. Pero antes, Passenger termina su particular «Blood on the Tracks» (salvando las distancias con el maestro) con la esperanza que respira ‘London in the Spring’. Un alegato a encontrar los resquicios de la felicidad en las pequeñas cosas. Propósito que nos viene como un guante para estos tiempos tan convulsos en los que vivimos.