Kurt Vile – «Speed, Sound, Lonely KV (ep)» (2020)


Apelando al espíritu lo-fi desde su portada, el bueno de Kurt Vile regresa con este EP donde parece volver a lo más esencial. Grabado con mucha pausa a lo largo de cuatro años, Vile puede decir con orgullo que es una de esas almas libres en el mundo de la música. A lo largo de los años no se ha cortado de nada, iniciando todo tipo de proyectos: en dueto, en solitario o con bandas, sin importar nada más que la satisfacción de hacerlo. Con esta noble filosofía artística llega este «Speed, Sound, Lonely KV (ep)», una colección en formato reducido que sirve de homenaje a algunos de sus héroes musicales.
Recuperando el legado de la tradición folk y country de los 70, Kurt Vile se lanza a versionar algunas de sus canciones favoritas de aquella época. Así devuelve a la vida temas como ‘Gone Girl’, una canción original de «Cowboy» Jack Clement que, como sucede en tantas ocasiones, cobró mayor relevancia en voz del gigante Johnny Cash. Aunque especialmente emotivo es el tributo que rinde a John Prine, recientemente fallecido a causa del maldito virus que asola no solo nuestra normalidad, sino también más de un millón de vidas en todo en mundo. Pero no se trata este de uno de esos homenajes póstumos. Reconociendo a Prine como una de esas figuras de referencia que tanto le influyeron en su música, Kurt Vile compartía con él este disco en vida. Primero haciendo suya la preciosa canción que inspira el disco, ‘Speed of the Sound of Loneliness’, y cantando mano a mano con el maestro ‘How lucky’. Sin duda, un golpe de fortuna que queda para el recuerdo.
Aportando su granito de arena en este ejercicio de unir pasado y presente, Kurt Vile añade de su propia cosecha ‘Dandelions’ y ‘Pearls’. La primera de ellas con una producción ligeramente psicodélica y la segunda emulando completamente el sonido añejo y desértico de sus predecesores. Y es que, escuchando este volumen es más palpable que nunca el influjo que ha tenido la tradición en la música de Kurt Vile. Un músico que hace tiempo tomó el relevo en las riendas de ese corcel, y que ahora deja para la posteridad este bello disco, hecho desde el corazón y sin ninguna pretensión más allá de disfrutarlo.