Estrenamos en exclusiva el videoclip de ‘Home Caducat’, uno de los temas del nuevo EP de Serpent


Serpent publicaban en 2019 «Lluna Roja», su primer disco bajo el amparo del sello Bcore, y cuando todo apuntaba a que arrasarían unos cuantos escenarios llegó una movida gordísima que ya estamos aburridos de mencionar y el mundo entró en pausa. Lejos de lamentarse, la banda formada por habituales de la escena catalana (sus miembros han tocado o tocan en grupos como The Gundown, Antipatiks o A Tear to Bloom) ha aprovechado el parón para seguir grabando canciones e ir publicándolas de manera más inmediata. Las cuatro primeras llegaban hace unas semanas reunidas en «Amb la Rancúnia Pròpia d’un Lletraferit» y parece que no serán las últimas que lanzarán en este 2021.
Precisamente de ‘Home Caducat’, la que cierra este EP, estrenamos hoy en exclusiva su videoclip. En él disfrutamos de una hipnótica sucesión de imágenes animadas que van mutando y nos sumergen en un viaje por la historia de la humanidad, siempre con el hombre como protagonista y caricaturizando esta absurda masculinidad tóxica que está tan arraigada en nuestra sociedad. Como el propio grupo afirma, con la canción y su vídeo buscan lanzar «un mensaje de vencer la pereza que tenemos muchas personas en cuanto a entender y revisar nuestra masculinidad y buscar un encaje sano en la sociedad. Creemos que es un mensaje que hay que integrar y poner encima de la mesa si uno tiene unas ciertas aspiraciones subversivas. Además, tener un tema así también funciona como un buen detector de indeseables».
En lo sonoro, ‘Home Caducat’ supone el balazo más certero y directo de un EP en el que vuelven a alzar la bandera del post hardcore. Con ella izada se acercan en la cara A a las coordenadas de grupos como Hot Snakes con la inicial ‘Llepaculs’ y su riff de guitarra rocoso y aguerrido, o de nuestros más cercanos Berri Txarrak en un tema como ‘Cròniques d’un no-lloc’, repleto de amarga melancolía sonora. Y junto a ‘Home Caducat’ forma la cara B una ‘Focs Artificials’ que arranca melódica y se va envenenando con el paso de los minutos hasta alcanzar un final explosivo, con esos fuegos artificiales rodeándonos casi literalmente.
Fotografía: Eric Altimis