[Actualidad] Xavier Calvet – «Firebird» (2017)


Conocido por ser la voz al frente de Bullitt (grupo imprescindible dentro de la escena punk rock desde hace ya un buen puñado de años) Xavier Calvet ha dado rienda suelta por fin en este 2017 que se nos acaba a esas sonoridades relativamente lejanas a su banda madre y que parece haber llevado dentro desde siempre. Tras pasearlas primero por algunos escenarios en formato acústico ha decidido vestirlas rodeado de buenos amigos, y lo ha hecho con un traje de auténtica gala.
Bautizado como “Firebird”, al primer viaje de Calvet en solitario nos da la bienvenida ‘The Grey Lane’ y esa cuenta hacia delante inicial tan acogedora. Una invitación irrechazable llena de calidez que desemboca en la impecable ‘Honolulu’, donde nos encontramos ya con ese aluvión de pequeños detalles que hacen crecer el disco a cada escucha. Declarando su amor a bandas como Wilco o a la versión más “americana” de Ryan Adams (tal vez aquella junto a sus Cardinals) entran en escena el sutil steel ejecutado por Vidal Soler, los teclados de Guille Caballero o la siempre detallista labor de ese hombre para todo que es Marc Clos para arropar unas canciones que contaban ya con un esqueleto sólido como una roca. Nada de esto podría funcionar si no lo hicieran también sumidas en la desnudez instrumental pero es fácil imaginar estas composiciones con tan solo la voz de Calvet y su perenne acústica convirtiéndose en unos artefactos igual de sobrecogedores. Desde las ágiles estrofas de ‘Say Stop’ y su luminosa explosión final con las armónicas en alto hasta el power pop directo y ultramelódico de ‘Lovelight’ todo funciona aquí a base de sinceridad emocional y buen gusto. Ahí está ‘Time to Go’ conquistandonos en clave folk, ‘Summer Promotion’ y su colchón de teclas tocándonos la fibra de la nostalgia, la extremadamente detallista ‘In My Dreams’, en la que Calvet sigue demostrando lo gran vocalista que es, o la constante emotividad de la final ‘The Ballad of Fermí’, un cierre por todo lo alto en una canción que va creciendo a cada segundo y que reúne todo lo bueno que tiene este disco.
Sin haber sido nunca Bullitt un grupo demasiado encorsetado y a pesar de que en sus últimos discos ya podíamos atisbar algunos retazos de lo que nos encontramos aquí, ha sido una más que grata sorpresa adentrarnos en “Firebird” en este otro lado de Calvet. Lejos de ser un mero ejercicio de estilo, en su primer disco en solitario lleva a su terreno sonoridades a las que tal vez no estamos muy acostumbrados por aquí haciéndolas suyas con innata soltura.