[Actualidad] Woods – «City Sun Eater in the River of Light» (2016)


Aunque ha sido en los últimos años cuando el nombre de Woods ha comenzado a trascender, la banda de Brooklyn lleva ya una larga carrera a sus espaldas. Arrancaron en 2007 con dos trabajos inmediatos, de sonido folk y lo fi en los que rendían homenaje indisimulado a The Band y poco a poco fueron electrificando y perfeccionando su propuesta. Aunque el punto de inflexión de su carrera podríamos situarlo en diferentes momentos, me gusta pensar que fue a partir de “Bend Beyond”, publicado en 2012, cuando el grupo subió un escalón definitivo, principalmente con un tema como ‘Cali in a Cup’, estandarte de todo lo que ha venido después. Básicamente un trabajo mayúsculo como “With Light and With Love” y, cuando parecía que podrían dirigirse hacía un placentero estancamiento, la expansión sonora definitiva con el actual “City Sun Eater in the River of Light”.
Si bien es cierto que en él siguen la senda iniciada por ese punto de giro que hemos marcado, con la psicodelia (a veces folk, a veces pop, a veces más guitarrera) como punta de lanza, la apertura de estilos aquí es más que notable. Como un auténtico guante le sientan los aires fronterizos a la inicial ‘Sun City Creeps’, en la que ya recibimos el primer golpe de unos vientos que van a acompañarles como parte del grupo en diferentes momentos del disco. También ese aire dub que presentan en ‘Can’t See at All’, imparable y psicotrópica en su melodía e hipnótica en los coros, o en la más oscura ‘The Take’, con sinuosa línea de bajo y percusiones haciendo de raíles por los que desfila el vagón de trompetas. En ‘Creature Comfort’, por su parte, viajan hasta un entorno soul, con mucho groove en el bajo y unos teclados sesenteros. Junto a todas ellas articulan el disco canciones marca de la casa, como ‘Politics of Free’, de arrebatadora melodía, la luminosa ‘Morning Light’ o la final ‘Hollow Home’, un regreso a casa para dejarse llevar entre dulce y ensoñadora psicodelia folk.
Todo, desde las melodías vocales hasta los coros, pasando por esos momentos instrumentales en los que las guitarras pasan al frente y de manera imprevista nos ofrecen un desgarrador punteo, me parece sublime en un disco con el que Woods alcanzan su clímax. Producido por Jeremy Earl y Jarvis Taveniere, la dupla de pequeños genios musicales que forma el núcleo de la propia banda, este “City Sun Eater in the River of Light” me parece de largo lo más brillante que he escuchado en lo que va de año y difícil veo que algún otro le haga sombra en los siete meses que tenemos por delante.