[Actualidad] Weezer – «White Album» (2016)


Al ponerme a escribir esta reseña he recordado que la correspondiente a “Everything Will Be Alright in the End”, el anterior disco de Weezer, fue la primera que publicamos en esta santa casa, hace aproximadamente año y medio. Con nostalgia vuelvo a leer mis palabras sobre un disco que nunca terminé de entender, que fue acogido como la resurrección de los mejores Weezer pero al que nunca conseguí coger el punto. Y no puedo más que reafirmarme en lo que dije por aquel entonces. Sin embargo, sí que encuentro en el álbum que ahora me ocupa, el décimo ya en la carrera de la banda, lo que necesito en un nuevo disco de Weezer. Repitiendo el esquema de sus tres anteriores trabajos homónimos (“Blue”, “Green” y “Red”) le otorgan a éste el color blanco, se plantan sus cuatro miembros en la portada y se alejan de los Beatles (si es que alguna vez han estado cerca de ellos, más allá de colores) para situarse junto a los Beach Boys. El propio Cuomo mencionó a la banda como una de sus influencias para dar forma a este disco, además de la playa, California, Los Ángeles, Santa Mónica y en general la soleada Costa Oeste de los Estados Unidos. Y vaya si les ha sentado bien el influjo del astro rey.
Ya desde el comienzo (sonido de gaviotas y playa mediante) los Beach Boys están presentes en los coros de ‘California Kids’, tema que suda optimismo y desprende guitarrazos rugosos que nos traen a la mente discos de portadas azules. Tanto como una ‘Do You Wanna Get High?’ que de nuevo remite a la década de los 90 (sí, la mejor para el grupo, qué se le va a hacer) o esa ‘King of the World’ de guitarras potentes y efectivo estribillo, puro power pop para levantarse y aplaudir en el que parece el tema más inspirado del disco. Y a pesar de que los pinchazos de rigor están ahí y a Cuomo se le vuelve a ir la mano con el falsete y ese amor confeso por el r’n’b que muestra en temas como ‘Jacked Up’ y que no termina de encajar en su propuesta, este “White Album” se me antoja como la obra más redonda del grupo desde el “Make Believe” de 2005. Con el flow desatado nuestro nerd favorito baila sobre el teclado que actúa de leitmotiv en ‘Wind In Our Sail’, nos arroja a la cara las cristalinas melodías iniciales de ‘(Girl We Got a) Good Thing’ y vuelve a regalarnos unos cuantos estribillos para el recuerdo. Difícil mejorar el de ‘Summer Elaine and Drunk Dori’ o una ‘L.A. Girlz’ que es otra de las joyas del disco y uno de los mejores temas que han parido en los últimos años.
Y para rematar ponen fin al álbum con ‘Endless Bummer’, una delicia acústica que vuelve a conectarlos mediante los coros con The Beach Boys y el principio del álbum y que sirve para despedir el verano con una frase y una guitarra que se acerca por la arena y se pierde en el mar. “Kumbaya makes me get violent, I just want this summer to end”. Ahí esta su última genialidad. Hasta la próxima.