[Actualidad] Triángulo de Amor Bizarro – «Salve Discordia» (2016)

Sostener un grandísimo nivel creativo y artístico a lo largo de diez años sin estar atado a nuevas tendencias o ejercicios de estilo es cuanto menos admirable en una escena independiente que empieza a ser cada vez más dependiente, de escenarios grandes en festivales, de giras con marcas, etc. Es difícil concretar si este «Salve Discordia» es su mejor disco, de lo que no cabe duda es de que se trata del álbum definitivo de Triángulo de Amor Bizarro, a pesar de que las diferencias con su anterior trilogía puedan ser mínimas. Si algo han mostrado desde su aclamado debut homónimo ha sido una personalidad por encima de todas las cosas, a riesgo de propuestas más radicales como «Año Santo» o el asfixiante «Victoria Mística”, con el que acabaron imponiéndose. “Salve Discordia” tiene la urgencia de un primer disco aunque en esta ocasión sin ir necesariamente a toda ostia. Las canciones parecen venir en esta entrega de sitios diferentes y las influencias se amplían, mirando hacia atrás para seguir empujando hacia adelante.

Lo primero que cabe destacar del álbum es la producción, para la que han contado con más medios y sobretodo con el gran catalizador de sonidos salvajes, sucios y bellísimos que es Carlos Hernández, quien ya trabajara con ellos en su primera referencia. Aunque sin saber si la iniciativa de potenciar las voces en la mezcla final ha sido del propio Carlos o de la banda es este el mejor y más sorprendente arreglo de unas canciones cuyas letras se muestran como uno de los puntos fuertes del grupo. En otras ocasiones eran inteligibles y pedían ser buceadas pero aquí se clavan a la primera a fuerza de unas melodías incandescentes, románticas y spectorianas en temas como ‘Que Hizo Por Ella Cuando la Encontró’ o chulescas y envueltas en un vacilante ritmo dub, como en el sorprendente adelanto ‘Desmadre Estigio’. En la primera, Isa dispara flechas envenenadas («habría votado a la derecha por ti, trampearía las papeletas«) en las que no todo está tan claro, con una ambigüedad en los textos que viene marcada por una dicción a veces enterrada bajo ese manto de guitarras trascendentales, como en ese “cuando te fallen las fuerzas” de ‘Barca Quemada’ en la que algunos hemos querido escuchar un “cuando te follen las fuerzas”. Con esta cierran el círculo del triángulo, ahora convertido en cuarteto, y homenajean a New Order, la banda de la que tomaron prestado el nombre.

Por su parte, la crítica social en los textos de Rodrigo no protesta, acusa, como aquel Dylan de los 60 pero más gallego y cabreado. «Euromaquia» («Europa es una zorra y está matando a su juventud«) o ‘Gallo Negro se Levanta’ son un buen ejemplo de ello. La España negra, las imágenes religiosas, la santa compaña, Buñuel y los kinkis siguen formando parte del imaginario de Triángulo. Y es que mucho se habla de su sonido o su directo y poco de unas letras que siempre han sido el secreto mejor guardado de los gallegos. Quizás este “Salve Discordia” sea la mejor oportunidad de recrearnos en ellas. «Nunca es demasiado tarde para romper un par de brazos a los que quieren aprovecharse de ti«. De ahí al descolocado final que marca ‘O Salve Eris’, pasando por ‘Seguidores’ o ‘Nuestro Siglo Fnord’.

Casi sin pretenderlo acaban de entregar, en lo poco que llevamos de año, los mejores minutos musicales del 2016. Tendrá que llover mucho para superar esta bomba sónica, que se colocará a buen seguro en lo más alto de las listas. Y tal como se puede apreciar, llover lo que se dice llover nada.