[Actualidad] Superchunk – “What a Time to Be Alive” (2018)


Sinónimo de guitarras musculosas y melodías imparables, Superchunk siguen abanderando orgullosos ese pequeño fortín del punk rock independiente de los 90. Siempre a la sombra comercial de los grandes castillos que levantaron en su día Offspring y compañía, la banda liderada por Mac McCaughan volvía a las trincheras en 2010 tras nueve años de sequía musical y con más ganas que nunca, editando desde entonces dos discos tan notables como «Majesty Shredding» y «I Hate Music». Seguramente tampoco será este «What a Time to Be Alive» el disco que les lleve al éxito mayoritario, ni tampoco parece ni mucho menos el objetivo de una banda que sobrevivió a la sobreexplotación del género y que conserva intacta su base de seguidores en esta especie de segunda juventud.
Siguiendo una vez más los mandatos del punk; con una fuerte carga política y enérgicos como de costumbre, Superchunk empiezan dando cera desde el principio, con ese corte de título irónico que da nombre al disco y en el que firman uno de esos estribillos que lo convertirán en himno; «Para ver la podredumbre sin disfraz. Oh, vaya momento para estar vivo». Siempre punzantes y furiosos, arremeten contra todo con las guitarras estridentes de ‘I Got Cut’, el poderío de ‘Reagan Youth’ o esa descarga de ira que sueltan en poco más de un minuto con su ‘Cloud of Hate’.
Los estribillos pegadizos y las melodías más luminosas siguen siendo protagonistas de sus coordenadas sonoras, dando forma a temazos incontestables como ‘All for You’, guiando la cadencia aplastante de ‘Black Thread’ y la sensacional distorsión guitarrera de ‘Dead Photographers’, o coronando la sobresaliente ‘Esasure’, donde colaboran en las voces Katie Crutchfield de Waxahatchee y Stephin Merrit de los Magnetic Fields para dar lugar al mejor resumen de lo que es y siempre ha sido Superchunk: un auténtico grupazo.