[Actualidad] Stephen Malkmus – «Groove Denied» (2019)


Hace poco el Primavera Sound se apuntaba el tremendo tanto de anunciar los dos únicos conciertos de reunión de Pavement de todo 2020, que tendrán lugar en su edición de Barcelona y Oporto. No sé si hay alguna banda que defina mejor el sonido del indie americano de los 90 pero cada vez que rescato sus discos tengo la sensación de que no solo eso es así, sino de que son el mejor grupo de aquella década. Cualquier producto derivado de ellos es solo un sucedáneo pero no me queda otra que recurrir a los discos de Stephan Malkmus junto a The Jicks para aplacar un poco esa sensación. Ahora, el cantante norteamericano también ha dejado de lado a su banda habitual para publicar el que es estrictamente su primer disco en solitario, nacido de sus inquietudes musicales surgidas en Berlín y que le acercan por primera vez a la música electrónica (¿os suena esta historia no?). Lleva por título “Groove Denied” y tiene la virtud de mantener viva la esencia de Malkmus sin caer en la repetición, y ya solo por eso merece la pena hincarle el diente.
La bofetada inicial es de las que te cruza la cara. Cuatro minutos de sonidos industriales y baterías programadas con tan solo un par de frases de voz distorsionada pero que no abandona en sus mecánicos sonidos cierto gusto por la melodía. Algo que se mantiene en ‘A Bit Wilder’, un poco a medio camino entre la oscuridad de The Cure y el sonido del Bowie berlinés y, también en parte, en ‘Viktor Borgia’, donde nos encontramos con el primer estribillo de la colección y unos teclados tan juguetones como su surrealista letra. Tras estas y la algo olvidable ‘Come Get Me’ llega una ‘Forget Your Place’ que nos sumerge en oscuros neones y nos mece con hipnóticas subidas y bajadas de intensidad. Punto a favor que desemboca en la parte más Pavement del álbum con ‘Rushing the Acid Frat’ y ‘Love the Door’, temas que bien podrían haber firmado en su versión más marciana tanto por la melodía vocal como por esas guitarras que dan por primera vez la cara en el disco. Más de lo mismo en ‘Bossviscerate’, que parece extraída de su último disco junto a The Jicks publicado el año pasado. Remover la cara más folk, o incluso country, de Malkmus y darle una pátina de beats industriales, da como resultado un tema directo y pegadizo a la altura de los mejores de su carrera en solitario. Y cierran el disco ‘Ocean of Revenge’, deliciosamente melódica y con una gruesa línea de bajo marcando el tiempo, y una ‘Grown Nothing’ algo fría y desafinada.
En definitiva, “Groove Denied” nos muestra a un Malkmus sin complejos que agradará a algunos y sacará de quicio a otros pero que, tirando de tópicos, no dejará a nadie indiferente.