[Actualidad] Perro – «Trópico Lumpen» (2018)
La nota de prensa que acompaña al lanzamiento de “Trópico Lumpen”, nuevo disco de Perro, dejaba caer como pregunta si se podía hablar de disco de madurez con una banda cuya seña de identidad es la inmadurez. Pues seguramente no, y ni falta que hace. Bendita inmadurez la de estos cuatro chavales de Murcia que han creado un discurso propio a través de una carrera tan frenética como asentada en unas bases siempre lógicas. Con su tercer disco seguramente no sorprenderán a nadie pero (lo digo otra vez) ni falta que hace. “Trópico Lumpen” es otra media hora larga de música ante la que no existe la indiferencia como opción y que les volverá a llevar a poner patas arriba los escenarios de todo el país, estado, península o como sea que se llame ahora este lugar en el que nos ha tocado vivir. Todo ello sin comprometer su discurso, sin suavizar ni un ápice su propuesta (sino todo lo contrario) y de la mano de la independencia que practican desde sus inicios tanto la banda como su sello habitual, Miel de Moscas.
Sin grandes sorpresas pero con algunas cositas novedosas aquí y allá, nos encontramos con ‘Celebrado Primo’, tema que abre el disco con ese sonido tan limpio como afilado al que han dado forma con Hans Krüger en los Montreal Studios y que han encerado a lo grande esta vez con la mano de Joe Carra (King Gizzard & the Lizard Wizard, Courtney Barnett) y su masterización. Tras ella, en ‘Sin Ser Yo Nada Eso’ satanizan el tropicalismo con unas baterías que te ponen a bailar mal, a romperte alguna articulación en la pista mientras arrimas cebolleta, seguramente sin éxito alguno. Con ‘El Sereno’, en cambio, prenden fuego a la pista. Un tema con la marca de agua de Perro en cada segundo y otras cuantas frases para el recuerdo (“un vidente africano, podría ayudar y no lo habías pensado”). Por la misma línea se dirige ‘Pickle Rick’, apisonadora imparable con un estribillo tan sencillo y fácil de corear como tremendamente adictivo.
Por otra parte, en “Trópico Lumpen” utilizan los sintes como nunca lo habían hecho antes. Así, nos encontramos con joyas como ‘Supercampeones’, oscura y robótica, de un delicioso regusto ochentero, con una base rítmica para enmarcar y una línea de bajo bien gruesa haciendo de engranaje. También con la instrumental ‘Disco Mascota’, con esa eclesiástica introducción atravesada otra vez por un bajo trotón que a ratos nos trae a la mente un ya clasicazo de la banda como es ‘Marlotina’. O en la final ‘Ese es tu Frescor’, donde invocan el espíritu de los Can más triposos y ambientales para despedirnos entre la neblina sonora.
