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[Actualidad] Pearl Jam – «Gigaton» (2020)

pearl jam gigaton

pearl jam gigaton reseñaAcostumbrados ya como estamos a las largas pausas entre sus últimos discos no sorprende especialmente que Pearl Jam hayan tardado siete años en dar continuación a “Lightning Bolt”. Tampoco que su nuevo disco, “Gigaton”, haya cosechado en sus primeros días opiniones para todos los gustos, algunas extremas, otras tibias, pero pocas basadas en la indiferencia. Son una de esas bandas que forman parte irremediablemente de la historia de la música desde que publicaron, a comienzos de los 90, el legendario “Ten” en medio de una vorágine grunge de la que, voluntaria o involuntariamente, no tardaron demasiado en distanciarse. Pearl Jam hace ya mucho tiempo que es una banda de rock, simple y llanamente, y que bastan dos acordes de sus canciones o unas frases de Eddie Vedder para reconocerlos. “Gigaton” no es una excepción y aunque el primer adelanto que lanzaron pudo descolocarnos un poco no es este un disco especialmente rompedor sino simplemente un álbum que mira hacia delante. 

Su arranque no puede ser más Pearl Jam y nos enchufa a la primera con ‘Who Ever Said’. Tema ágil, buen estribillo y un punteo marca de la casa que compite con unos teclados un tanto marcianos. En esa línea nos encontramos otros como ‘Never Destination’, urgente y con garra, o ‘Take the Long Away’. Algo más inofensivos se muestran en ‘Superblood Wolfmoon’, canción que ya utilizaron como segundo adelanto y que desde entonces me dio la impresión de que algo en ella no terminaba de funcionar. Donde todo lo hace a la perfección es en ‘Dance of the Clairvoyants’. Estribillo onírico, el Vedder más agresivo en las estrofas, sugerentes teclados y unas guitarras que danzan sobre la línea de bajo lo convierten en el tema más rompedor e interesante del disco. También lo es ‘Quick Escape’, cuyo arranque parece un homenaje a ‘Kashmir’ de Led Zepellin y en la que no parece casualidad que la letra mencione el término entre balazos dirigidos a Donald Trump. En ‘Alright’, por contra, parecen invocar el espíritu de The Who en el estribillo de una canción que se sostiene por la incomparable voz de Vedder. Algo parecido ocurre con ‘Seven O’Clock’, una preciosidad dirigida por el vocalista y que remite en este caso al mejor Bruce Springsteen. Cuando decimos que Pearl Jam son una banda de rock histórica es también por su facilidad para deglutir todas estas influencias y ponerse a la altura de bandas y artistas tan legendarios como estos. 

Ya en la recta final del disco nos encontramos con ‘Buckle Up’, otra extraña rareza compuesta por el guitarrista Stone Gossard y que resulta ser una placentera nana con algunos recursos de sonidos tribales. Tras ella el disco entra en una última fase en la que termina embarrando un poco por su duración. ‘Comes then Goes’ podría ser un tema en solitario de Vedder y sus seis minutos acaban resultando algo excesivos. Lo mismo ocurre con una ‘Retrograde’ de bonitas guitarras y arreglos y con la más experimental ‘River Cross’, que nos acerca a los Pearl Jam de “Binaural” o “No Code”. En este caso lo breve las habría hecho dos veces buenas.

En definitiva, “Gigaton” no es un disco rompedor, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva. Lo que parece claro es que es casi imposible que Pearl Jam saquen un disco desechable, tanto como que recuperen el nivel de sus mejores obras. De cualquier manera, si su trayectoria futura se va a basar en publicar discos como este cada cuatro o cinco años yo firmo donde haga falta.

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