[Actualidad] Kevin Morby – «City Music» (2017)


Dejando ya atrás la alargada sombra de Woods, Kevin Morby llega a este 2017 con su cuarto disco en solitario bajo el brazo. Tan solo un año ha pasado desde la publicación de “Singing Saw”, álbum con el que puso el listón muy alto pero al que ha dado perfecta continuación con este “City Music” que nos ocupa. Lo que se venía intuyendo desde hace tiempo termina por confirmarse en estas doce canciones bañadas por el influjo de Nueva York, ciudad en la que el músico norteamericano ha pasado gran parte de su vida artística. Con ellas nos sumerge por un viaje que hace parada en el mítico CBGB y su efervescente y excitante escena, cuya electricidad fagocita para unirla a la sensibilidad pop, folk e incluso country de unos cuantos innombrables (a los que mencionaremos en las próximas líneas) con suma belleza y personalidad.
La aventura se abre de manera solemne con ‘Come to me Now’, un canto de amor a la soledad y al cobijo de la luna para un animal nocturno que empieza a desatarse en ‘Cry Baby’, tema de creciente intensidad y en la que Morby parece rendir homenaje velado a Lou Reed con esa manera de arrastrar las frases. Más explícito es el dirigido a los Ramones en ‘1 2 3 4’. Llenando de elegancia el punk rock de la vieja escuela, Morby termina mencionando en bucle a los cuatro miembros de la banda sobre un ritmo rescatado del ‘People Who Died’ de Jim Carroll. Poco después se lleva a su terreno y hace irreconocible una ‘Caught in My Eye’ de The Germs, otra de esas bandas malditas del punk más kamikaze y que domestica aquí con una dosis de onírico folk.
En ‘Aboard my Train’ recupera la inocencia para añorar la juventud y regalarnos un puente instrumental que bien vale un disco y que nos prepara para ‘Dry Your Eyes’, medio tiempo tan precioso como preciosista, de espíritu sureño y vaporoso y con otro de esos desarrollos guitarreros minimalistas y deliciosamente psicodélicos. Y tras el interludio vocal de ‘Flannery’ llega ‘City Music’, tema que deposita todo el peso en unas guitarras de clara herencia Television y que nos van guiando por sus altibajos y cambios de intensidad en otro de los momentos más inspirados y originales del álbum.
Ya en la recta final del disco nos encontramos con ‘Tin Can’, tema que arranca con vocación de single y que tras su primera estrofa rechaza cualquier concesión comercial olvidándose de incluir un estribillo y disparando hacia la psicodelia, con una parte instrumental final de guitarras siderales y exóticas percusiones. Tras ella, la ya mencionada ‘Caught in My Eye’ forma dupla folk con ‘Night Time’ para dar paso al pop más naif (coros infantiles incluidos) de ‘Pearly Gates’ y el cierre definitivo con ‘Downtown’s Light’. Perfecta despedida y otra preciosidad instrumental sobre la que Morby lanza una oscura oda a la esperanza y el amor para sobrecogernos por última vez.